Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

2 Oct, 2014

Llegamos a la “rayita”

Los meses de octubre suelen ser señalados tradicionalmente como meses malos para los mercados. Así que el inicio del actual, con bajas importantes alrededor del mundo, no tendría que sorprendernos demasiado. Lo cierto es que la estadística contradice a esta idea, pues bajas importantes se presentan en cualquier otro mes.

Sin embargo, parece que en varios octubres han ocurrido caídas significativas, por lo que la gente —y una vez más, reitero que el mercado es gente— señala a este mes como uno propicio para las bajas. A mí no me tocó la de 1929, la que ocurre en la llamada Gran Depresión, pero ocurrió el 24 de octubre de ese año. Pero sí me tocó la del “lunes negro” de 1987, cuando el Dow “sólo” bajó 22% en un día.

También estuve en la baja de octubre de 1997, cuando la crisis de los “tigres” asiáticos, y claro en la de 2000, la de las “puntocom”, que no empezó en octubre, pero casi, pues arrancó en septiembre. Y claro, todos nos acordamos de la más reciente, la que arranca bursátilmente hablando la era de la Gran Recesión, de la que aún sentimos sus secuelas. La baja de los mercados arrancó el 11 de octubre de 2007, cuando el S&P 500 había tocado los mil 576 puntos y se detuvo el 6 de marzo de 2009, cuando ese índice llegó a los 666 puntos.

Ni hablar, los octubres tienen algo. Pero no todo es malo. Las alzas posteriores hablan de ello. Sí, ya sé, habrá quien diga que pueden durar mucho y las pérdidas son grandes y tienen razón. Pero también puedo decir que en las bajas tenebrosas que a mí me han tocado —y las de los octubres mencionados son sólo algunas—, sobre todo en las de más larga duración, hay periodos de alza que festejar. No muchos y sí con más riesgo de lo normal, pues se va en contra de la tendencia general. Pero no todo es mala onda y oscuridad.

Y al final, se sobrevive y uno acaba mejor que como estaba cuando empezaba la parte fea de los mercados. No, agradable no es el recorrido bajista. Uno se siente inútil, estúpido, triste, decepcionado, deprimido, asustado, preocupado y todo lo que a usted se le ocurra, amigo lector, porque quizá ya lo haya experimentado en carne y bolsa propia. Pero aquí estamos, usted y yo.

Desde luego que otra cosa a considerar es que no todas son iguales, ni en profundidad ni en duración. Por ejemplo, entre las que mencioné que me han tocado con razonable grado de conciencia, sólo las de 2000 y de 2007 han sido realmente “apanicantes”. Las demás han sido relativamente menores.

La que ahora experimentamos creo que cae en la segunda categoría, está muy “avisada” y alentada por causas más o menos conocidas, sin querer con esto restarle importancia a la situación, pero sí hay que decir que considerando la última etapa del alza que arrancó en marzo de 2009 y que dura hasta la fecha, hay razones técnicas —que he descrito en este espacio— que señalan que ahora los mercados están en la “rayita”, por decirlo de manera simple. Es decir, que de no resistir en los niveles en que se encuentran, el S&P 500 y el IPC podrían buscar soporte alrededor de 1.5% debajo de los niveles actuales. No lo pierda de vista y ármese una estrategia razonable, por si es el caso.

Por el momento, cuando usted lea esta Consejería, ya nos habremos enterado de las decisiones que haya tomado el Banco Central Europeo, que como usted ya sabe, se ha convertido en el “sabor de la semana”. Lo que este banco central haya decidido moldeará el ánimo de los mercados, por lo menos por las próximas semanas. Veremos.

Supongo que ya he compartido con usted que tengo una larga experiencia sicoanalítica —en mi rol de “paciente”— y una de las cosas que he aprendido es que lo que no se dice, se hace. Asimismo, que uno opera por “asociación libre”, generalmente de manera inconsciente. En mi caso lo hago así, pero con frecuencia —gracias al entrenamiento— recupero el sentido de mis actos y los traigo al plano consciente, lo que me sirve para no hacerme el desentendido y asumir mis condiciones.

Escribo lo anterior porque esta es la penúltima columna que escribo en estas páginas. Y es octubre. Valga la aclaración para explicar que a menudo, cuando escribo de lo que sea, al final hablo de mí y por mí. Estaré siempre a sus órdenes en pealonso490104@gmail.com y en www.consejeriabursatil.com. Suerte.

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