Más multas para Wall Street; ¿Quiere vecino incómodo?: ¡Zuckerberg!; La diseñadora Victoria Beckham cumple su sueño, y Santander reforzará niveles (¿?)

Eric Holder, exfiscal de Estados Unidos acaba de renunciar y realmente no sé porque tardó tanto, cuando se le comprobó hace años que estaba tras la operación de armas Rápido y Furioso. El propio Holder admitió que impuso multas multimillonarias a bancos como JP Morgan y Bank of America. Pero tuvo menos éxito al conseguir condenas, convirtiendo la aplicación de la ley (¡cómo si hubiera respetado todo lo concerniente a la venta de armas “por debajo de la mesa” a los delincuentes mexicanos!) en poco más que un gasto extra a la hora de realizar business bancario. En la próxima crisis financiera, el Tío Sam debería enviar a un policía más duro.

La catástrofe de 2008

Holder llegaba tarde cuando al fin hizo chasquear el látigo, hace un par de años. Los plazos de cinco años para iniciar los juicios penales relacionados con la catástrofe de 2008 estaba a punto de prescribir, y todo lo que el Departamento de Justicia tenía realmente para enseñar era un ramillete de condenas por operaciones bursátiles con información privilegiada. Sé que los fiscales desempolvaron una ley de 1989 para el desastre de las cajas de ahorros, al darse cuenta de que su plazo de descripción de 10 años y su escasa rigurosidad en la carga de la prueba ayudarán —sin duda alguna—“a recuperar el tiempo perdido”.

A continuación se produjeron unos acuerdos llamativos: 7 mil millones de dólares de Citigroup, 13 mil millones de JP Morgan y, el hace dos meses, 16 mil 500 millones de Bank of America. Sí, la danza de los millones. ¿Y de dónde sale este dinero¿ ¡De la bolsa de los cuentahabientes! Y después pregonan que el mundo entrará en nuevas crisis mundiales de dinero Otra vez: ¿ficción financiera?

Acuerdos extrajudiciales con bancos extranjeros como Credit Suisse y
BNP Paribas

Lo que faltaba en los acuerdos era alguna mención a la responsabilidad penal. Eso contrastaba con los acuerdos extrajudiciales con bancos extranjeros como Credit Suisse y BNP Paribas. Que fueron obligados a admitir su culpa por violación de sanciones y evasión fiscal, respectivamente. Es más, a ningún directivo de primer nivel se le pidió cuentas. Incluso la promocionada campaña contra las operaciones bursátiles con información privilegiada resultó decepcionante. Pese a algunas condenas, parece que la impresión general sobre Wall Street pescó morralla y dejó ir a los “peces gordos” (como es habitual ya casi en todo el orbe, para políticos, empresarios y artistas; bueno, ¡no todos!). No toda la culpa la tuvo el fiscal general, pero constaté que con la operación Rápido y Furioso también salió ¡airoso!

Las pruebas que se requieren para imponer condenas penales son contundentes, y demostrar que los altos directivos cometieron irregularidades es difícil en el menor de los casos. Y otro ejemplo. Vemos continuamente como el gobierno de Estados Unidos exonera a narco/criminales que se dedican al tráfico con la condición que revelen sus fuentes, pistas, laboratorios, socios y cómo lavan dinero sus “compinches”. Sí, ¡el mundo al revés!

Por otro lado, una más de Holder: él mismo se hizo un flaco favor: by example (¡por ejemplo!): al informar al Congreso que “puede ser difícil juzgar a los grandes bancos, porque al hacerlo, ¡se puede perjudicar la economía o bien decir que se perjudica a millones de cuentahabientes. Sus sucesores harían bien en recordar que castigar las irregularidades financieras no debería consistir sólo “en la imposición de multas”.

La casa del fundador
de Facebook lleva año
y medio en obras

“Falta poco”, apunta en castellano uno de los operarios que remata el marco de una ventana. Pero según el permiso oficial, el pasado 31 de septiembre tenían que terminar la obra de la casa que Zuckerberg está arreglando en San Francisco. “Mira, Enrique, mi esposa Priscilla Chan y yo deseamos con fervor que esta propiedad quede perfecta”. Y le diré querido lector, que Zuckerberg (creador de Facebook, aunque no sabe cuánto durará esta red social) compró una mansión victoriana de los años veinte por una cantidad arriba de los 10.000 de dólares (7.9 millones en euros) a los que hay que sumar otros dos por las reformas, que para los vecinos (varios de ellos, mexicanos, Enrique Sánchez Treviño, excelente arquitecto, Darren Ramírez, actor en desgracia, y la bella Susie Leff, cuñada del célebre doctor David Kershenobich, director de Nutrición de México, sin olvidar que muy cerca viven también Ázita Mújica y Jorge y Lourdes Burillo, residentes de la isla Tiburón) parecen no acabar nunca. Y doblo la hoja, para señalar que son unas cifras modestas si las comparo con el total de la fortuna de Mark Zuckerberg, que asciende 13,200 millones de euros.

La diseñadora abrió
su primera tienda

Victoria Beckham es una mujer ambiciosa que acaba de cumplir su nuevo sueño: inaugura una boutique en Londres. Y miren: desde la exigente crítica Suzy Menkes al Women’s Wear Daily (La Biblia de la industria) o Vogue aplaudieron los detalles de este espacio de tres pisos y 600 metros cuadrados que acaba de abrir sus puertas en el lujoso barrio de Mayfair (se fue a lo grande, todavía más que Niobe López Ostolaza cuando abrió Frattina). Situada frente a una de las tiendas del culto de Londres, Dover Street Market, rodeada de galerías y a pocos pasos del heterodoxo pero elitista Arts Club (donde suelen almorzar personajes como George Clonney, Amal Alamuddin, Gwyneth Paltrow, Sandra Soames, Suzy Arthur, Mariel Hemingway, etcétera), la primera tienda VB a la calle Dover Street es la culminación de años de trabajo de la excantante en el competitivo mundo de la moda.

En su primer día, los clientes y curiosos, además de invitados vio, hicieron cola en la calle. Y aunque no pudieron ver a Victoria Beckham (estaba de viaje en Nueva York, donde se supo que habló ante la asamblea de la ONU; ¡París y Madrid no le van!), sí entró en el local su célebre esposo, David Beckham, modelo y exfutbolista de nivel mundial. Quizás lo más sorprendente sea que Victoria Beckham (bella y talentosa mujer que sí sabe cómo hacer negocios millonarios), antaño entregada al ruido de la fama, inauguró su espacio de forma silenciosa, ¡sin fiesta! Ni su nombre destacó. Pero la Beckham prometió acudir a menudo a su boutique Victoria Beckham: “Dear Henry: Esto va a ser como mi segunda casa”.

Refuerzan sus niveles de capital “aún sin necesitarlo”

El nivel de capital del Santander (ahora con Ana Botín, como nueva presidente) parece bajo. El mayor banco de la eurozona no reló su ratio (la relación o proporción que se establece entre dos cantidades o medidas) actual de capital de máxima calidad aplicando totalmente las normas de Basilea III, y no es de extrañar: pretende alcanzar el 9% a finales de 2014, muy lejos de la media del 11% de sus homólogos europeos. Ana Botín se puede permitir, seguramente, se puede permitir  no hacer nada, pero dada la inestable valoración de su banco, ¡más le vale actuar en este momento! Hace mucho tiempo que la política del Santander es necesitar menos capital que sus acérrimos rivales. En parte no le falta la razón. Gracias a una normativa española es más estricta, el porcentaje de sus activos ponderados por riesgo en su balance es más elevado que el de sus homólogos europeos.

Santander realiza una actividad bancaria minorista con un riesgo relativamente bajo, está bien diversificado y tiene una calificación crediticia de Moody’s un escalón por encima de la del gobierno español. Después de no haber registrado pérdidas trimestrales durante la crisis económica mundial, los beneficios aumentaron 22% en la primera mitad del año. Sin embargo, su homólogo español, el BBVA (por cierto, en México, qué malos son sus servicios y atención a clientes premium) también está bien diversificado, aunque menos, pero tiene un ratio de capital 10%. Y Ana Botín sabrá que no siempre es fácil mover el capital en las filiales extranjeras. Con unos 6.000 millones de euros, el ratio aumentaría y se situaría ligeramente por encima del 10%. Por último, es casi seguro que Ana Botín considere que es mejor recaudar capital mientras pueda, ¡en vez de cuando lo necesite! ¡Igual de visionaria y previsora que su señor padre, don Emilio Botín (qepd)! Y hasta la próxima, ¡abur!