Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

13 Nov, 2014

Perspectivas de los mercados hacia fin de año

Este año los mercados han tenido un comportamiento muy distinto en el primer semestre, comparado con el segundo; en la primera parte del año, tanto las bolsas como las tasas de interés mantuvieron estabilidad y consistencia. En  Estados Unidos los mercados accionarios crecieron consistentemente, apoyados principalmente por el crecimiento económico; sobre todo a partir del segundo trimestre (después de tres meses muy malos, producto de los efectos climáticos).

Los datos económicos en ese país fueron respaldados por  mejores resultados que los esperados en ventas y utilidades de las empresas registradas en las bolsas de Nueva York; los rendimientos de las bolsas norteamericanas, en los primeros seis meses, anduvieron sobre el ocho por ciento.

En los mercados de bonos los resultados también fueron muy buenos,  toda vez que las tasas de interés se mantuvieron sin mayores cambios, lo cual sorprendió a la mayor parte de los inversionistas, que esperaban que el movimiento al alza —la tasa de mercado que está dada por el rendimiento de los bonos del Tesoro a diez años de plazo— se empezara a dar desde el inicio del año.

Los cuatro meses que llevamos del segundo semestre, se han caracterizado por una mayor volatilidad; las bolsas no sólo en Estados Unidos sino en el mundo, perdieron prácticamente todo lo ganado entre la segunda quincena de septiembre y la primera de octubre. Hacia finales del mes pasado, cuando menos en Estados Unidos, se recuperaron totalmente. El ajuste en los mercados de capitales provocó que el rendimiento de los bonos del Tesoro norteamericano bajaran de 2.3 por ciento al 1.7 por ciento;  para finales de octubre rebotaron y actualmente el rendimiento se ubica en 2.36 por ciento.

En México los mercados se comportaron en forma diferente: la bolsa no hizo prácticamente nada en el primer semestre dados los malos resultados de nuestra economía, posteriormente tomó cierta fuerza al avanzar las reformas —principalmente la energética— y así logró acumular un rendimiento del diez por ciento,  del cual perdió una buena parte en septiembre;  pero a diferencia de las bolsas en Estados Unidos, la mexicana no se recuperó y actualmente sólo lleva un rendimiento de cuatro por ciento en el año. También, a diferencia de lo que sucedió en Estados Unidos, nuestro mercado de bonos se comportó con bajas de precios  (incremento de tasas),  comparado con lo que se tenía al inicio del año.

Nuestros vecinos del norte tendrán un buen cierre de año en los mercados de capitales a pesar de que éstos están tocando máximos históricos; en nuestra óptica, aún tienen un poco de rendimiento que ofrecer hacia diciembre, pero en una perspectiva de 12 a 15 meses podrían ganar ocho por ciento adicional. El mercado de bonos ya se está poniendo más peligroso, pues el alza en las tasas de interés es inminente; no nos sorprendería ver al bono de diez años incrementar su rendimiento de 2.36 por ciento actual  hasta 2.5 % y a lo largo del 2015 irse hasta 3.25 por ciento.  En México, la bolsa no ofrece muy buenas perspectivas y éstas sólo mejorarán cuando se incremente el crecimiento hasta ahora muy raquítico; las  tasas de interés internas  tendrán que acompañar a las  norteamericanas en su camino al alza.

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