Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

18 Nov, 2014

Grupo compacto opera cambios en la BMV, hoy consejo y Valenzuela, la cuña ideal para ordenar

El Fideicomiso de Control de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), el vehículo que impone los designios de esta empresa pública, va a realizar asamblea de accionistas en los primeros días de diciembre. El punto más importante en el orden del día es la designación de su presidente.

Hoy por lo pronto habrá consejo donde se buscará formalizar al presidente del Consejo de Administración del Banco Ve por Más, Jaime Ruiz Sacristán, como nuevo presidente, y a José Oriol, director del JP Morgan de México, como director general.

Sin decisiones de gobierno corporativo que involucren las funciones del Comité de Prácticas Societarias, que encabeza el ejecutivo a modo, Alfonso González Migoya, a la sazón nuevo presidente de Volaris, el fideicomiso está imponiendo a ambos personajes.

Nadie duda de las cartas de los banqueros. Lo que no se ve bien es que, otra vez, minorías pasen por encima de los órganos y procesos en detrimento de las mayorías. Ese fideicomiso no tiene más allá de 35% de las acciones.

El fideicomiso lo integran principalmente Bancomer, de Luis Robles Miaja; Banamex, de Ernesto Torres; Inbursa, de Carlos Slim; Valmex, de Alberto Baillères; Invex, de Juan Guichard; GBM, de Alonso de Garay; Actinver, de Héctor Madero, y Ve por Más, de Antonio del Valle.

La elección la han llevado desde el principio los hermanos Robles Miaja. Luis, quien fue presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos cuando la lideró Ruiz Sacristán. Y Rafael, eterno secretario del Consejo de Administración de la propia BMV, y abogado de empresas de Slim Helú.

La decisión de empujar a Ruiz contó con todo el respaldo de Slim, hombre fundamental en el peso del índice bursátil de nuestro país, y de Del Valle, dueño de Ve por Más, socio del virtual nuevo presidente de la BMV. Del Valle y Slim también tienen intereses cruzados en muchas empresas.

La premura para consumar el relevo de Luis Téllez en los primeros días de diciembre tiene un temor fundado: que desde el gobierno les sugieran otro nombre. Ya sucedió hace seis años, cuando Felipe Calderón irrumpió el proceso de selección y pidió poner al hoy defenestrado Téllez.

Ese riesgo orilló a los operadores del fideicomiso a cancelar la posibilidad de abrir más el abanico de opciones. La pregunta es si el accionista de Ve por Más en verdad ya va en “caballo de Hacienda”, o si siguiendo la misma alegoría, hay por ahí un “caballo negro”.

Desde la SHCP, que comanda Luis Videgaray, se siguen de cerca los movimientos en el sector financiero. Para nadie es un secreto que entre los banqueros-casabolseros y las nuevas autoridades no hay química. La Reforma Financiera, que limitó sus excesos, ejemplifica el trato.

El desaseo con que Téllez manejó la BMV y los escándalos que ese mismo fideicomiso de control le toleró tuvieron que ser negociados por el propio Videgaray con Ricardo Salinas para evitar que aquél terminara en la cárcel junto con otros funcionarios por el sonado caso de Elektra.

Jaime Ruiz Sacristán levanta consensos en el gremio, pero lo que desligitima su llegada es el procedimiento del grupo minoritario que lo impulsa, los intereses que están detrás de él y algunos personajes con quien se le liga, curiosamente antagónicos al gobierno de Enrique Peña Nieto.

Y es que el perfilado a presidir la BMV es hermano de Carlos Ruiz Sacristán, quien a su vez forma parte de un grupo muy compacto, una especie de cofradía, dirían algunos, en el que están además Guillermo Ortiz, Javier Lozano y el susodicho Téllez. Influyentes sí, pero no bien vistos.

Porque la BMV necesita transparentarse y avanzar de verdad hacia una institucionalización con un gobierno corporativo real, en algunos círculos gubernamentales se está empezando a configurar un Plan “B” con una segunda alternativa.

El nombre de Alejandro Valenzuela se ha deslizado, para inquietud de quienes manejan el fideicomiso de control de la BMV. Los herederos de Roberto González Barrera accedieron, previa consulta con la SHCP, a la petición de Ortiz Martínez para que dejara la presidencia del grupo.

Así Valenzuela se va también de la dirección de Banorte, pero podría ser la cuña ideal que el gobierno necesita para meter orden a un sector bursátil que históricamente ha sido coto de unos cuantos y no un detonador crucial del crecimiento económico que necesita el país.

Soriana se cuela

Rothschild, el banco de inversión que lleva Eugenio Torres, ya sometió a la consideración de los accionistas de Comercial Mexicana la oferta de Soriana.

La presentación fue el viernes pasado y efectivamente resultaría para algunos miembros de la familia más atractiva que la de Chedraui, de Alfredo Chedraui. El arrojado empresario Ricardo Martín Bringas ofreció pagar en una sola exhibición cerca de cuatro mil millones de dólares por un paquete de aproximadamente 160 tiendas, incluidas las propiedades inmobiliarias.

La decisión final debe darse este mes. No se descarta que los norteños se queden con los establecimientos. Y es que la operación es fiscal, bursátil, jurídica y financieramente más sencilla y transparente. Se finiquitaría casi de golpe.

OHL vende 8%

OHL anunció hace unas horas en Madrid la venta de una participación minoritaria de su filial mexicana en la Bolsa Mexicana de Valores.

El paquete de la compañía dirigida por José Andrés de Oteyza asciende a aproximadamente 8% y se estima obtener por él del orden de los 500 millones de dólares. Estos recursos se irán a España a apuntalar nuevos proyectos y para otros fines corporativos.

Con este movimiento la participación del grupo hispano de Juan Miguel Villar Mir pasará de un 73.85% actual a alrededor de 65.85%. BBVA-Bancomer, de Vicente Rodero; Santander, de Marcos Martínez, y UBS, de Damián Fraser, son los agentes financieros.

Arranca Cuervo

Hace exactamente una semana Diageo, que dirige Iván Menezes, y Casa Cuervo, que comanda Juan Domingo Beckman, conformaron un equipo que se hará cargo de la entrega-recepción del tequila Don Julio y el whisky irlandés Bushmills.

El énfasis estará en las operaciones de back-office, pues los mexicanos arrancarán de cero en lo que hace al manejo de una marca desconocida para ellos, y más tratándose del destilado más antiguo del mundo. El equipo es liderado por Ángel Abarrategui e involucra las áreas de Tecnologías de Información, Finanzas, Compras, Comercial, Legal y Operaciones. En una semana se debe presentar un plan de negocios.

Van a la Cofece

Es muy seguro que se radicalicen todavía más las diferencias entre Aeroméxico, de Eduardo Tricio, y sus tres principales competidores, léase Interjet, de Miguel Alemán; Volaris, de Pedro Aspe, y VivaAerobus, de Roberto Alcántara.

Se conoce que éstas preparan sendas demandas contra el grupo que dirige Andrés Conesa por concentración de slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Antes de que finalice el año podría llegar la denuncia a la Comisión Federal de Competencia Económica, que preside Alejandra Palacios. Va a ser la primera papa caliente que tendrá que cachar Alexandro Argudín como nuevo responsable de la terminal capitalina.

Relanzan Sare

Hoy se va a presentar a la nueva Sare. La desarrolladora de Arturo Sánchez Carbajal luce con otro rosto.

Mejor capitalizada, desapalancada, bien enfocada e institucionalizada. Trae mil 277 millones de pesos de capital, esto es 1.2 veces el inventario de tierra. La deuda neta asciende a 148 millones de pesos, 11.6% del capital cuando en septiembre de 2011 representaba 58%. Orientada a 14 proyectos, de los que 98% son interés social en cuatro zonas geográficas. Y con 33% de consejeros independientes y una administración independiente y profesional. Considere al exdirector del Infonavit Víctor Borrás, Héctor Larios Santillán y Hector Ibarzabal, de Prologis.

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