Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

15 Dic, 2014

Los efectos de la economía mexicana de la crisis energética y la respuesta de sectores generadores de divisas

Significativo ha sido el efecto del desplome de los precios internacionales del petróleo crudo en nuestra economía y en las perspectivas de las inversiones esperadas en el sector, por la Reforma Energética mexicana.

El desplome del precio internacional del petróleo fue ocasionado por el desarrollo impresionante de esa actividad por Estados Unidos, que se ha convertido en uno de los principales oferentes mundiales de petróleo, por el desarrollo de la oferta del energético, proveniente de  la fractación de lutitas, que son pequeñas piedras que encierran petróleo en su interior.

Eso lo llevó a incrementar su oferta mundial que se magnificó por la decisión de Arabia Saudita e Irán, de seguir extrayendo su petróleo abundante y barato del subsuelo, con el objeto de combatir al petróleo proveniente de lutitas, que es sustancialmente más caro de producir. Lo anterior ha causado un golpe cambiario en México por encima de los porcentajes previstos desde 2009.

Ante eso, el Banco Central inició un programa emergente, hasta no tener la solución permanente, de venta de 200 millones de dólares diarios mediante subastas, cada vez que el tipo de cambio del peso presentara una depreciación de cuando menos 1.5 por ciento, entre sesiones, para compensar la caída de ingresos y de entrada de divisas.

Ese programa compensatorio de inyectar dólares al mercado cambiario nacional, para darle liquidez, llevó al Banco de México a hacer uso de sus amplias reservas internacionales aunado al blindaje que representa el reciente renovado convenio de liquidez con el Fondo Monetario Internacional por 70 mil millones de dólares.

La solución no se podrá ver hasta no reaccionar con mayor producción de petróleo, una vez que respondamos con convenios privados con empresas petroleras que contraten con el país para generar un volumen mayor de petróleo y que los precios internacionales logren estabilizarse en función de la oferta y la demanda en el mediano plazo.

Similares efectos compensatorios han surgido también —aunque parcial todavía— desde la actividad económica de dos importantes sectores.

Uno de ellos es el sector industrial de producción de vehículos. En esa actividad económica, México se ha convertido en el líder latinoamericano en la producción y exportación de autos y camiones, y en uno de los principales oferentes de autos en el mercado mundial.

En noviembre la industria automotriz mexicana superó por primera vez en su historia el umbral de los tres millones de autos producidos, al contabilizar entre enero y noviembre de este año, un ensamblaje de tres millones 11 mil 288 unidades producidas, para un crecimiento de 8.2%; al tiempo que exportó dos millones 447 mil 796 automóviles, para un aumento anual de 13% sobre el nivel del mismo periodo de 2013, según el informe de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

Es tan promisoria esa actividad en el país por la capacidad de sus trabajadores y la cercanía con uno de los principales mercados para ese producto mexicano, que es Estados Unidos. De ahí que el viernes pasado la empresa General Motors, se  comprometió a invertir cinco mil millones de dólares a lo largo de este sexenio para ampliar su programa de expansión, con miras a la expansión de sus plantas existentes, y la modernización y adecuación de varias de sus líneas de producción. Dicha empresa produce sus vehículos en Coahuila, Guanajuato, San Luis Potosí y en el Estado de México.

El acto se dio en la residencia oficial de Los Pinos, con la presencia del presidente Enrique Peña Nieto y la del presidente de la automotriz en México, Ernesto Hernández.

El otro sector mexicano importante generador de actividad económica y divisas, es el de turismo, con los miles de visitantes que incursionan al interior del país  anualmente y los otros miles que visitan las ciudades fronterizas del Norte de México, especialmente cada fin de semana.

Por su parte, la respuesta de México, en el sector energético, como mira de mayor plazo, fue el lanzamiento, el jueves pasado, de una licitación para empresas privadas de la llamada ronda uno, que comprende zonas del Golfo de México contiguas a los estados de Veracruz, Tabasco y Campeche, someras y en buena medida con calidad ligera de petróleo; de ahí surgirán mayores volúmenes que constituirán una solución de mayor plazo.

Las 14 áreas contractuales comprenden bloques de cientos de kilómetros cada uno; ocho de aceite ligero, tres de aceite extra pesado, dos de aceite pesado y un bloque de gas húmedo. Los requisitos para los ponentes, incluyen: experiencia previa, disposición de capital de trabajo suficiente, y ocho meses entre conocimiento de las bases de licitación, la inscripción, presentación de posturas, apertura, adjudicación, fallo y suscripción de contratos.

@acanovelez

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