Sé más productivo… aquí y ahora

Efectividad, productividad, alto rendimiento, provecho… sinónimos en mayor o menor manera y el santo grial en cuestiones de trabajo. Todos queremos ser más productivos, tener jefes más productivos, tener empleados más productivos, tener equipos de trabajo más productivos, tener empresas más productivas.

El problema no es quererlo sino lograrlo. Una búsqueda simple en Amazon marca más de 40,000 libros dedicados al tema. Productividad para dummies, para mujeres, para disléxicos, para niños. Si por consejos no paramos. El problema es quizá que más allá de los grandes consejos teóricos y teorías de juegos, sicológicas y sociológicas la productividad tiene que ver con  algo mucho más simple: la organización. Más puntualmente, la organización del recurso más escaso que tenemos todos: el tiempo.

Está comprobado que en la manera en que hacemos un mejor y más inteligente uso de nuestro día más productivos nos volvemos. Pequeños trucos y hábitos que nos ayudan a la productividad más allá de decenas de teorías de másters del universo empresarial.

Así que manos a la masa. Unos consejos para hacer de tu día un poco más eficiente y lograr así elevar tu productividad.

1) Prepárate. La noche anterior saca la ropa que usarás al día siguiente, organiza tu bolsa o portafolio y haz una lista cronológica de las actividades y pendientes del día siguiente. El no tener que tomar decisiones temprano en la mañana aumenta tu poder mental el  resto del día.

2) Al despertar. Procura despertarte todos los días 5 minutos antes de lo necesario y medita sobre el día que empieza. Pon en orden tu mente, antes de empezar con la locura.

3) Si, ya sé, todos lo dicen. Desayuna y come a tus horas y de una manera ordenada y sana. Mente sana en cuerpo alimentado.

4) Llega a trabajar antes que todos. No, no porque quieras ganarte una estrellita. El poder llegar a una oficina con poco movimiento y llamadas te permite organizar tu día y atender pendientes que, muchas veces, se traspapelan en la locura de las prisas. 

5) Organiza tus correos electrónicos. Una de las actividades que más tiempo, energía y poder mental  consumen son los correos electrónicos. Muchas veces nos perdemos contestando nimiedades que sólo restan productividad. Organízalo de la siguiente manera: Correos de vida o muerte contéstalos en el minuto que los recibas; correos importantes contéstalos en dos sesiones una temprano en la mañana y otra antes o después de comer, el resto de los correos respóndelos en la tarde, no quemes tu energía mental en ellos. Contesta los correos en el momento que los leas. No dejes respuestas para después.

6) Café o no café… El momento ideal del día es entre las 9:30  y las 11 am cuando los niveles de cortisol del cuerpo empiezan a bajar. No abuses. Si tu nivel de energía está por los suelos no lo resuelvas con café a lo mejor lo que necesitas es más sueño o revisar tu salud.

7) Cuidado con las redes sociales. Un chapuzón en las redes sociales cada 3 horas por 10 minutos puede ser un buen descanso mental. Sólo vigila no perderte en ellas o lo que en ellas averigües no te distraigan mentalmente por el resto del día.

8) A mediodía recarga tu celular y aparatos electrónicos, lo necesiten o no, para evitar quedarte sin pila a la mitad de la tarde.

9) Si es posible agenda tus juntas en la tarde. Así puedes dejar la mañana, tiempo de mayor enfoque mental, para realizar actividades que necesitan mayor agudeza.

10) Llama a alguien que amas. Tómate dos minutos en el día para chatear o hablar por teléfono con un ser querido. Está comprobado que aumenta la productividad.

11) ¡Limpia! Antes de salir de la oficina acomoda físicamente tu escritorio y espacio de trabajo. Deja todo listo y ordenado para el día que empezará.