Preocupa a la familia Cosío nuevos planes de Riu en Cancún

Hace unos días Antonio Cosío Pando, vicepresidente del Grupo Hotelero Brisas, le envió una carta a Claudia Ruiz Massieu, la secretaria de Turismo, en relación con un asunto importante.

Este grupo lo comanda Antonio Cosío Ariño, uno de los empresarios más exitosos de México, y hoy es propietario del hotel Nizuc, que le ha subido el nivel al hospedaje de alto gasto a Cancún.

Dicho concretamente, sólo compite en ese nivel de tarifas con el Ritz Carlton en esa plaza y además han invertido para impulsar la gastronomía y el servicio.

Fue así que resultó una enorme sorpresa para ellos la noticia, de que Grupo Riu, de Luis y Carmen Riu Güel, haya adquirido una propiedad vecina a Nizuc, para desarrollar un enorme hotel de carácter masivo, segmento en el que se especializa.

Más allá del asunto de la exclusividad o no y de que podrían abaratar el producto y la imagen de Nizuc; el tema realmente preocupante es que los Riu aparentemente ya se están preparando para hacer lo mismo con sus otras propiedades en Cancún.

Esto es, negociar con las autoridades municipales para violar los límites de construcción y aumentar la densidad de cuartos por hectárea, lo que le da sustento a su modelo de negocio.

Hasta ahora no hay objeto de litigio, el proyecto está en marcha, pero la familia Cosío se encuentra realmente en alerta para que la historia no se repita.

DIVISADERO

Vaya personaje. Quién sabe qué mosca le picó a Adriana Fuentes, diputada por Chihuahua y que además proviene de las filas del PRI, pero resulta que la semana pasada presentó una iniciativa para acabar con los fines de semana largos.

El asunto no tiene pies ni cabeza, pues, como se sabe, esta propuesta no sólo fue bienvenida por los trabajadores, sino que, además, ha demostrado su efectividad para impulsar el gasto en algunos destinos en los tres “puentes” ligados al 5 de febrero, 21 de marzo y 20 de noviembre.

El hecho es que, en opinión de la legisladora Adriana Fuentes, esto le está restando competitividad a las empresas mexicanas, por lo que planteó que, cuando alguna de esas fechas caiga en sábado, simplemente se elimine el día feriado.

Algo que, para comenzar, sería inequitativo pues, según las leyes laborales, las empresas pueden exigir seis días de trabajo por uno descanso a sus empleados y quienes todavía laboran ese día ya no tendrían el beneficio de un día feriado reconocido oficialmente.

Para seguir, es un concepto obsoleto, en un mundo donde la productividad está ligada claramente al conocimiento y la tecnología y en donde muchos empresarios influyentes, han propuesto recortar las jornadas laborales.

Sin olvidar que su iniciativa va en contra de los trabajadores en un año electoral, así como del respaldo que le ha dado el principal líder priista, el presidente Enrique Peña, al turismo como una actividad estratégica en México.