Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

14 Jul, 2015

Los cambios demográficos y los viajes de lujo

A comienzos de agosto se llevará a cabo en Las Vegas la Virtuoso Travel Week, que es uno de los eventos más relevantes sobre viajes de lujo en el mundo. Virtuoso, que preside Matthew Upchurch, es una cadena de agencias de viaje orientadas a este segmento que se ha convertido en un referente en el mercado.

En México tiene una operación peculiar, pues hay varias agencias afiliadas a esta marca cuando en otros países el número es mucho más reducido.

Una de las explicaciones es que hay un grupo importante de viajeros mexicanos que buscan esos estándares, fenómeno que se da en un país donde son tan marcadas las diferencias de ingreso de su población.

El hecho es que, también, en el tiempo el mercado de los viajeros de lujo ha cambiado y llama la atención lo que está sucediendo, según la visión del propio Upchurch.

Por ejemplo, y después del 11 de septiembre de 2011, los viajeros estadunidenses del segmento de alto gasto comenzaron a viajar con sus hijos pequeños.

Antes de ello los hoteles dirigidos a dicho segmento, frecuentemente prohibían niños menores de ciertas edades, pues así lo demandaban sus clientes.

Fue después de los ataques terroristas, cuando estos últimos pidieron hacerlo con sus niños y resultó interesante ver cómo muchos hoteles rápidamente cambiaron sus políticas y modificaron sus instalaciones para atender esta necesidad.

Otro elemento que sucedió en los años siguientes fue el peso que comenzaron a tener las experiencias de viaje.

De hecho la Organización Mundial del Turismo (OMT) comenzó a difundir una serie de estudios, en donde era claro que los viajeros buscaban con insistencia experiencias de vida a través de sus recorridos. Hoy ya es casi un lugar común decir que los viajes son experiencias, algo que es válido en todos los segmentos y resulta más frecuente encontrarse con turistas de espíritu aventurero.

Ello, evidentemente, no significa que pretendan escalar el Everest, sino que, al menos, estén dispuestos a probar alimentos originarios de los destinos o a entrar en contacto con las costumbres locales.

Claro que en el segmento de los viajeros de lujo ello ha dado lugar a todo tipo de excentricidades, desde, efectivamente, visitar la punta del Everest en un avión hasta navegar por el Amazonas en un pequeño crucero con el máximo de comodidades.

El cambio que ahora ve Upchurch no es menor y tiene que ver con las transformaciones demográficas en los países desarrollados.

La gente vive cada vez más años y llega a edades avanzadas en mejores condiciones físicas, por lo que ahora está creciendo la demanda de viajes que satisfaga las necesidades que van desde niños pequeños, hasta adolescentes, adultos y adultos mayores de más de 90 años.

Éste será uno de los temas centrales que se revisará en la reunión de Virtuoso y allí, ciertamente, hay oportunidades para los destinos mexicanos en donde la calidad del servicio se encuentra entre los más elevados del mundo.

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