¿Listos para la TDT?

Si bien es cierto que el mandato constitucional para la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) es realizar la transición a la Televisión Digital Terrestre a partir del primero de enero del año próximo y que la dependencia encabezada por Gerardo Ruiz Esparza envió la semana pasada señales que buscan convencer sobre el grado de avance de este proceso, la realidad es que será hasta mediados de este mes cuando se vea con mucho mayor claridad el grado de avance.

Como se sabe, se trata de un proceso conducido por la SCT, pero en el que tiene una gran posición el Instituto Federal de Telecomunicaciones, puesto que se puede ir realizando el apagón analógico en la medida que se vaya cumpliendo la política que fijó esta dependencia, lo que va mucho más allá de simplemente verificar que la cobertura sea superior a 90% en una región.

Si bien es cierto que muchos se han concentrado en el reparto de pantallas para la población determinada por el Coneval como vulnerable, también es un hecho que se trata de un reto mayor para concesionarios y permisionarios.

En la política de telecomunicaciones establecieron que el 15 de agosto todos los canales de televisión abierta deberán estar transmitiendo ya en señales digitales, en lo que algunos podrían denominar como una suerte de ensayo general para determinar, primero, si se estará en condiciones de cumplir con la meta del primero de enero y, en segundo término, qué acciones específicas se tendrán que tomar con aquellos que no estén en condiciones.

Se sabe, por ejemplo, que las dos cadenas dominantes en la televisión abierta ya transmiten desde hace mucho tiempo señal digital y que algunas televisoras estatales como Canal 11 ya lo están haciendo; sin embargo, se debe tener la certeza de que todas las televisoras pueden cumplir con este requisito.

COMPETENCIA

El apagón analógico va mucho más allá del cambio en la tecnología que mejora la calidad de la señal que algunos podrían calificar como el paso de la televisión en blanco y negro a la de color, abre la posibilidad de una mayor y mejor competencia a favor de los consumidores.

A esta lista debe sumarse que la banda de 700 Mhz se podrá utilizar para otros servicios de telecomunicaciones; el incremento de canales de televisión, así como un nuevo entrante en la televisión abierta con Grupo Imagen Multimedia que, sin lugar a ninguna duda, cambiará radicalmente el panorama de la televisión abierta para siempre.

DIFERENCIA

Líderes de la iniciativa privada, políticos y quienes dan opiniones sobre economía pueden darse el lujo de decir cualquier ocurrencia en materia de tipo de cambio, desde posiciones que van del interés personal, las ganas de dañar a quien gobierna por ser políticamente miserables o simplemente para hacer escándalo y llamar la atención alentando escándalos.

Sin embargo, es un lujo que no pueden darse el Banco de México o la Secretaría de Hacienda. Durante los últimos días hay una gran cantidad de voces que exigen acciones en defensa del peso y fortalecimiento del mercado interno.

Como simple y sencillamente se trata de ocurrencias, hasta el momento nadie ha planteado ninguna alternativa. Más allá, ni siquiera se han atrevido a pedir que el país regrese al control de cambios. Una medida tan ineficiente como absurda que ya ni el banco central de China comenta como la más adecuada.

Los vociferantes dedicaron el viernes y una buena parte del fin de semana a hablar sobre las “acciones en defensa del peso” que tomó la Comisión de Cambios. Una pregunta interesante sería de dónde sacaron que se está defendiendo al peso, es decir, que cambió el objetivo de la comisión integrada por el Banco de México y la Secretaría de Hacienda.

De los comunicados y las entrevistas de los propios funcionarios se desprende, sin lugar a ninguna duda, que se trató de un paquete de medidas para garantizar la liquidez en el mercado cambiario. No para defender al peso, sino mantener la inflación dentro de control.

Más allá, para atenuar la especulación de la que hablamos en esta columna desde hace tres semanas, la cual se da porque el peso se usa para cubrir posiciones de otras monedas emergentes.

Quien crea que se está defendiendo al peso se equivoca. Se trata de mantener la inflación controlada. No olvide que está en el nivel más bajo, desde que se mide en 1970.