Carstens elimina incertidumbre

El actual gobierno se ha tardado en elegir sucesores en cargos públicos, pero en esta ocasión  se anticipó por cuatro meses para reelegir a Agustín Carstens Carstens al frente del Banco de México por otros seis años, hasta 2021.

El primer periodo como gobernador del Banco de México termina este diciembre, y había un grado de incertidumbre. No se sabía si el gobierno de Peña Nieto mantendría o no a Carstens como banquero central autónomo. Quedarse sin banquero central en momentos de alta volatilidad y donde la Reserva Federal puede iniciar el aumento de tasas de interés, podía ser riesgoso. Se eliminó tal incertidumbre.

BANQUERO CENTRAL AUTÓNOMO, ES INCÓMODO

Recordemos que el banquero central autónomo suele ser incómodo para cualquier gobierno: el Presidente en turno nunca empieza con el banquero central que quisiera, sino que lo puede llegar a cambiar hasta los tres primeros años. Así sucedió con el presidente Felipe Calderón y Guillermo Ortiz. Y así se garantiza la estabilidad.

Fueron hasta pasando los tres años del gobierno de Calderón cuando el expresidente pudo poner a alguien cercano a él: Carstens.

Sólo que Carstens no fue al enfrentamiento con el gobierno federal. Tendió puentes de entendimiento con Hacienda y el Presidente, sin perder autonomía.

Guillermo Ortiz, el exgobernador de Banxico, lo decía bien: el banquero central es el que se lleva la botella en pleno apogeo de la fiesta. Es el aguafiestas. La diferencia está en cómo ser el aguafiestas, avisando al anfitrión de la fiesta, o sin avisarle.

CARSTENS, PUENTES DE ENTENDIMIENTO

Carstens no ha tenido muchos momentos de aguafiestas con el actual gobierno. O quizá no ha sido necesario. Ha mantenido una buena relación con Luis Videgaray, secretario de Hacienda, y desde luego con el presidente Peña.

Tanto Videgaray ha entendido que el Banco de México debe ser autónomo, y entonces aceptar las críticas que hace Banxico sobre el bajo crecimiento y productividad, así como Carstens ha comprendido que el gobierno federal apostó mucho por las reformas estructurales y desde Banxico se les ha apoyado.

El banquero central ha tendido puentes de entendimiento.

FMI; ESE NUMERITO NO SE REPITE

Alguna vez Carstens nos había comentado que ya no piensa contender por la dirección-gerencia del Fondo Monetario Internacional.

Recordemos que al final del mandato de Calderón, Carstens sí buscó ser el candidato independiente para dirigir el FMI, y por su reconocimiento mundial, tuvo países que lo apoyaron, aunque claro, se enfrentó al bloque europeo que siguió mandando en el organismo internacional.

Después de esa contienda electoral en la que Christine Lagarde le ganó a Agustín Carstens, el economista mexicano nos dijo, entre chiste y en serio: Ya no pienso repetir el numerito. Quedó listo para seguir al frente del Banco de México.

GOBERNADOR DE BANXICO HASTA 2021

Carstens tiene 57 años de edad. Terminaría su segundo mandato cuando tenga 63 años y todavía se podría reelegir por un tercer mandato.

Tener a Agustín Carstens al frente del Banco de México por otros seis años (2021) cobra una relevancia interesante: garantiza que un banquero central, quien ha mostrado ser autónomo se queda al frente del banco central que tiene como principal mandato constitucional mantener el poder adquisitivo de la moneda, y la mejor manera de hacerlo es bajando la inflación.

Hoy en día vivimos la inflación más baja de los últimos 40 años. La inflación anual es de 2.7%. Y si bien en la baja inflación ayudó determinantemente la política fiscal, así como la mejor productividad del campo, lo cierto es que Banxico tiene una actuación clave con el manejo de la política monetaria.

Al manejar la política monetaria de manera autónoma, puede elevar o bajar tasas según sea el caso con tal de contener la inflación. Desde luego siempre busca un equilibrio, entre una inflación baja, pero que permita crecer.

Ahora que la Reserva Federal de EU subirá tasas, ya sea en septiembre próximo o el siguiente año, el Banco de México deberá elevarlas. Y ahí es cuando veremos la actuación de un banquero central con experiencia y autonomía. Buena decisión la de ratificar a Carstens para garantizar la estabilidad.