Francia en guerra

PARÍS.— Mientras el presidente de Francia, François Hollande, anunció en un mensaje ante las dos cámaras del Parlamento que el país está en guerra y destruirá al Estado Islámico, ISIS, responsable de los atentados terroristas del pasado viernes, los parisinos comienzan gradualmente a vencer el miedo y retomar su vida habitual.

El sábado 14 de noviembre, tras los atentados y la declaración del estado de emergencia y los tres días de luto nacional, las calles parisinas lucían semivacías. También fueron cerrados comercios, museos, cines y restaurantes.  No obstante, a partir del domingo, algunos restaurantes, principalmente en zonas turísticas como Trocadero, abrieron sus puertas, pero con una baja ocupación. Incluso, algunos comercios abrieron sus puertas en Campos Elíseos con inusuales medidas de seguridad, como la contratación de guardias privados que revisaban las bolsas, bultos o mochilas de todos los que entraban a las tiendas.

Las clases se reanudaron a partir de ayer y museos como Louvre volvieron a abrir sus puertas, aunque con mayores controles de seguridad a la entrada, y sin que todavía se autoricen conciertos ni eventos masivos por temor a que vuelva a ocurrir un atentado como el de la sala de conciertos de Bataclan, donde se registró el mayor número de muertos y heridos. En total, son 129 muertos, pero hay todavía más de 80 heridos de gravedad entre los más de 300 heridos por los atentados.

No será fácil para los parisinos vencer el miedo porque, a diferencia del atentado a Charlie Hebdo, que generó la rabia y unidad de los franceses, porque fue un abierto ataque contra la libertad de expresión, en el caso de los atentados del pasado viernes sí se generó un gran miedo, debido a que fueron dirigidos al corazón de los parisinos. Es decir: no a lugares turísticos, sino a restaurantes, bares, un estadio de futbol y un centro de espectáculos donde se reúnen frecuentemente.

EXTREMAN MEDIDAS DE SEGURIDAD POR COP21

Desde luego, el gobierno francés extremará las medidas de seguridad por la reunión del COP21, la Conferencia de las partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático 2015, que tendrá como sede París.

En medio del estado de emergencia que se prolongará tres meses, la COP21 es la cumbre más importante que realizará Francia. De entrada, el primer ministro, Manuel Valls, anunció que no se autorizarán manifestaciones de los grupos ambientalistas.

La cumbre se realizará del 30 de noviembre al 11 de diciembre y hay optimismo en que se logren acuerdos que contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático, luego de que China y EU han mostrado mejor disposición para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y, con ello, concretar un acuerdo internacional para mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC.  La reunión se realizará en las afueras de París, y será un verdadero búnker. Se espera que ningún jefe de Estado cancele su participación en el evento, como una muestra de solidaridad con Francia tras los atentados del pasado viernes.

ALEJANDRO RAMÍREZ, B20

Quien estuvo en París, en escala después de participar en la reunión del Business 20 o B20, fue Alejandro Ramírez, presidente de Cinépolis y del Consejo Mexicano de Negocios.

El B20 es una reunión de empresarios de muy alto nivel que se realiza antes de la reunión del G20, y, en esta ocasión, tiene como sede Turquía, en donde, como es lógico, también se incrementaron las medidas de seguridad tras los atentados en París.

Alejandro Ramírez, como se recordará, tuvo una importante participación en el B20 en la reunión de los Cabos en junio de 2012, donde propuso un semáfaro para la medición de los avances de las propuestas que realiza el sector privado a los mandatarios del G20.

En Turquía, los temas del B20 se enfocaron a apoyos a pymes, medidas anticorrupción y de facilitación de negocios, y Ramírez recordó la propuesta de semáforo que se desarrolló con la colaboración de McKinsey.