Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

10 Dic, 2015

En Pemex, la forma es fondo

Como en política la forma es fondo, vale la pena constatar que el presidente Enrique Peña se fue a Tula y ahí encabezó un evento, que hizo evidente su respaldo a Emilio Lozoya, director general de Petróleos Méxicanos.

Subrayable que lo hizo en Tula, Hidalgo, lugar políticamente importante para dar claridad a su decisión y, además lo hizo no anunciando la reconfiguración de la refinería de Tula (porque eso ya se había hecho), sino ratificando la continuidad de la inversión de seis mil 598 millones de dólares en ese proyecto, acompañado de todos y cada uno de los representantes “políticos” y empresariales, que están involucrados en la inversión de capital.

La refinería de Tula, la Miguel Hidalgo, es la segunda en el Sistema Nacional de Refinación con una capacidad de 315 mil barriles diarios, y aún requiere de inversiones por cuatro mil 825 millones de dólares, de los cuales para producir gasolinas limpias, diesel de ultra bajo azufre, el proyecto de cogeneración de energía y la limpieza e industrialización eficiente y ambiental de los lodos del combustóleo.

¿Usted sabía que todo está en marcha?, versiones y chismes van y vienen, pero lo que se ignoraba es que con todo y que Pemex ha pagado en impuestos en promedio 143 por ciento de su EBITDA, sin considerar el IEPS a gasolinas.

Evidentemente eso lo sabe el Presidente. ¿Saben que se notó? No estuvo el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, en el anuncio, pero ante el rumor, la forma es importante, porque debe existir una relación de tensión entre quién tiene que bajar el déficit y la obligación de buscar la estabilidad macroeconómica nacional, con el que tiene que sostener una empresa, a la que se le cayó a 70 por ciento el ingreso y no sólo tiene que pagar los mismos impuestos de cuando ingresaba, sino ajustar la estructura, orientar su producción a procesos que generen valor porque no recibe un ápice de subsidio, resolver la bomba pensionaria y, de pilón seguir siendo un sostén fundamental de las finanzas públicas.

Vea el caso. Es como si a usted de un día para otro le bajaran a la mitad el sueldo y tuviera que pagar el doble de carga de impuestos, ajustarse el cinturón, sólo puede tomar deuda cuando le autoriza el tallador de las cartas y de pilón, maniobrar con inteligencia una de las relaciones políticas más importantes, no del PRI, sino del gobierno federal: el STPRM.

Evidentemente, Carlos Romero y la dirigencia sindical no la han tenido fácil, porque no sólo se negoció pensiones, sino también se reasignó y se tendrá que reducir personal que pasa a formar parte de empresas privadas.

El cambio ahí también es impresionante y, ¿a poco cree que la negocian solos? Por eso el lugar del anuncio es relevante.

Considere datos que tiene muy claro el Consejo Mexicano de Negocios, que encabeza Alejandro Ramírez, quien lo ha visto, se sorprende y entiende que Lozoya lo que menos tiene es tiempo para la grilla.

Decían que con la reforma, le cambiaría el régimen fiscal a favor de la inversión y la productividad. Y sí, por la caída del ingreso más la ejecución de la reforma tiene que hacer mucho más con muchísimo menos.

¿Qué pasa en esa relación que todos comentan como rota y que señalaban la pronta salida de Lozoya de Pemex? Antes de la reforma, tenía un factor de depreciación de su activo de 6.50 dólares por barril  y éste superaba los 100 dólares, y, tras la reforma que supuestamente elevó el porcentaje a 11.5%, se estimaba que casi duplicaría el factor de depreciación, pero como el precio del barril está a 30 dólares, este diciembre será de tres dólares.  Eso deja a cualquiera con los ojos al cuadrados.

Ahora. La verdad es que ni Luis Videgaray ni Lozoya tienen la amistad tan rota, como dicen por ahí, pero el desgaste que ellos y el Presidente han tenido para sostener la estabilidad macro en un contexto de caída de los precios del crudo, como la que ha vivido México, es algo natural y que exageran quienes de afuera quieren estar dentro.  Los desgastes se dan, pero tienen claro quien es el jefe.

DE FONDOS A FONDO

El sector energético de México contará con el mayor proyecto museográfico en la Ciudad de México desde la construcción del Museo Nacional de Antropología. Bajo el auspicio de un fideicomiso encabezado por Carlos Ruiz Sacristán, presidente del Consejo de Administración y director general de IEnova, se invertirá la cifra de 250 mdd en el proyecto del nuevo Museo Nacional de Energía y Tecnología (Munet). El museo, que renovará al Mutec, tendrá más de diez mil metros cuadrados de superficie de exhibición y más de 40 mil metros cuadrados de áreas verdes.

El proyecto cuenta con el apoyo de figuras destacadas del empresariado, como Carlos Slim, y lleva los sellos del museógrafo Ralph Appelbaum, cuya visión se plasmó en el Museo Nacional de Escocia, y del arquitecto Enrique Norten,
reconocido por la renovación de la Biblioteca Pública de Nueva York. El Munet fue presentado al presidente Enrique Peña Nieto en su gira por Tula, y ha recibido el respaldo de Emilio Lozoya  (Pemex) y de Enrique Ochoa, de CFE. Un nuevo símbolo para los nuevos vientos que soplan en México.

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