Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

20 Feb, 2016

Escenarios sobre el mercado de crédito

La semana pasada se presentó una aparente contradicción de dos estudios de percepción de entidades extranjeras. A pesar de que México tiene una muy buena evaluación en la infraestructura de otorgamiento de crédito, se sigue percibiendo como algo muy difícil de obtener. Hoy trataré de argumentar sobre qué fundamentales pueden estar detrás de ambos comportamientos.

La aparente contradicción es más profunda si esta dificultad para obtener crédito la analizamos en el escenario actual de crecimiento del crédito. Si hablamos de un periodo de seis años, los datos muestran un crecimiento del crédito al sector privado en términos reales que está alrededor de tres veces el crecimiento del PIB.

Este proceso de crecimiento del crédito se ha dado de una manera ordenada por parte de las instituciones financieras sin incurrir en riesgos excesivos. Esta evidencia apunta a que tiene soporte en la realidad  y que la infraestructura de otorgamiento de crédito en México es adecuada.

Si a pesar de que se ha dado un crecimiento del crédito por un periodo de tiempo largo hay una percepción de que es difícil obtenerlo, es relevante tratar de entender cómo se ha dado este proceso de aumento en el crédito. En esta variable puede estar la respuesta.

Un primer escenario que es consistente con el crecimiento del crédito y la percepción de dificultad de obtención es que el mercado de crédito está segmentado entre los que sí tenían crédito y los que no lo tenían. El crecimiento del crédito se ha concentrado sólo en los que ya tenían crédito y no ha aumentado la inclusión de nuevos acreditados al mercado.

Los datos revelan que en los últimos seis años hay un mayor número de empresas y familias con acceso a crédito, por lo que no se puede respaldar la hipótesis de que hay un segmento excluido que se mantiene como tal.

El otro escenario es que parte del aumento en el crédito se ha dado, tanto a los que ya tenían crédito como a los que no lo  tenían. Para este escenario puede haber varios casos que expliquen la percepción de que es muy difícil obtener crédito.

El primer caso es el de un grupo de empresas y familias que no tienen acceso al crédito, porque no son elegibles bajo los criterios de riesgo actuales. Este grupo es normal que tenga esa percepción negativa. Los datos dicen que el tamaño de este grupo en el tiempo se ha reducido.

El segundo caso es el de empresas y familias que sí obtienen el crédito, pero que hay dimensiones en las que no se cumplió con sus expectativas. Puesto de otra manera, hubo algo que hizo que la “experiencia de obtener un crédito” no fuera satisfactoria.

Casos específicos podemos mencionar que no prestaron lo que se solicitó, que no fue al plazo requerido, que la tasa fue mayor a la esperada o que se tardaron demasiado tiempo en el trámite.

En todos estos casos hay un detalle que provoca que el usuario se quede con una percepción negativa respecto al obtener un crédito.

El tercer caso es el de empresas y familias con actitudes negativas con respecto al sistema financiero. Para este grupo se haga lo que sea no se modificará esa percepción de que estamos mal.

Si el grupo del primer caso viene a la baja y el tercero suponemos que se mantiene, lo que permite concluir el resultado del documento del WEF es que hay un área de oportunidad para mejorar la percepción de los usuarios. Dos ejemplos: mejor servicio y mejor comunicación con los clientes.

*Director General del FUNDEF

guillermozamarripa@itam.mx

 

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