Economía mundial desaceleró, pero se asoman oportunidades

El viernes de la semana pasada se reunieron los ministros de finanzas y los gobernadores de bancos centrales del Grupo de los 20 (G-20) en Shanghái. Dicho encuentro comenzó con un llamado por parte de la OCDE para que se instrumenten, de manera urgente, políticas públicas para revertir la desaceleración económica mundial, que se intensificó prácticamente a finales de 2015.

Al presentar el informe anual Apuesta por el Crecimiento en la sesión inaugural de la reunión del G-20, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, José Ángel Gurría, señaló que la “alarmante desaceleración de la economía global” demandaba una “respuesta política urgente e integral basada en todos los mecanismos de política monetaria, fiscal y estructural, a disposición de los gobiernos”.

Este estudio, que se actualiza cada año desde que la economía europea entró en estado de lento crecimiento, ofrece una evaluación de la manera en que las reformas de la política gubernamental afectan el desempeño económico y el bienestar de los ciudadanos. Se identifican también nuevas prioridades para restablecer el crecimiento y se destaca la importancia de las sinergias entre las políticas al diseñar programas de reforma.

En su diagnóstico para 2016 apunta que la desaceleración, observada por primera vez en el periodo 2013-2014, continuó durante 2015, particularmente en las economías avanzadas, pero también en las emergentes, y que las nuevas reformas propuestas estaban encaminadas a mejorar resultados educativos y a elevar la participación de las mujeres en la fuerza laboral.

Enfatizó Gurría en la importancia de implementar reformas estructurales más ambiciosas, que propicien mejores condiciones de inversión e innovación, lo cual redundará en mayor productividad, empleos de mejor calidad y un enfoque más incluyente en la búsqueda de un crecimiento que beneficie a todos los segmentos de la sociedad.

 También sostuvo que no se estaba haciendo lo suficiente para impulsar la innovación o simplificar las regulaciones de los mercados laboral y de productos, “aspectos esenciales de los retos de equidad y productividad enfrentados en nuestros días”, dijo. De ahí que el documento recomiende “priorizar medidas para fomentar el crecimiento, que puedan apoyar la demanda en el corto plazo al combinar políticas estructurales focalizadas en una reforma regulatoria con inversión en infraestructura pública”.

En cuanto al avance en la implementación de reformas estructurales, el análisis señala que en Europa los países del sur del continente –Italia y España– han alcanzado más logros en la puesta en marcha de reformas que los países del norte, los cuales han sufrido menos efectos de la crisis económica global.

Fuera de Europa, advirtió que en los países donde se han tomado medidas relacionadas con las recomendaciones de la OCDE, como Japón, los emergentes China, India y México, se está actuando más para aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral y para mejorar los resultados educativos, y menos en mejorar las políticas de innovación y la eficiencia del sector público.

En cuanto a México, “la compleja situación económica mundial, inmersa en un ambiente recesivo, hace necesario que el país se adapte a nuevas fuentes de crecimiento para seguir alcanzando a las economías avanzadas”, y agregó “que en la medida en que el diferencial de productividad con los países avanzados de la OCDE siga siendo considerable, México debe intensificar las inversiones en capital basado en el conocimiento, mejorar la asignación de recursos y promover un más generalizado de habilidades y de capital humano”.

Lo anterior ayudará notablemente a incrementar aún más el valor agregado que las empresas mexicanas obtienen de su relativamente alta integración en las cadenas de valor mundiales, como ensambladoras de productos finales.

Finalmente, recordó que en su versión anterior el estudio pidió a México un aumento en el rendimiento escolar, al aplicar las nuevas normas para el desempeño de los maestros de primaria y secundaria.

*Economista

Twitter: @acanovelez