Recorte al gasto público limita el desarrollo de infraestructura

Debido a la caída de los precios del petróleo que afecta a los ingresos públicos, el gobierno federal ha estado realizando ajustes a su gasto: en los últimos 18 meses ha anunciado dos recortes.

El primer recorte lo dio a conocer la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en enero de 2015 por un monto de 124 mil millones de pesos (mdp), de los cuales el 50% respondió al presupuesto de Petróleos Mexicanos (Pemex).

En febrero de 2016, Hacienda informó de un segundo recorte, en esta ocasión por 132 mil mdp, monto del que nuevamente la mayor parte estuvo enfocada en la petrolera mexicana (100 mil mdp).

El menor gasto público ha sido en detrimento de la construcción de la infraestructura.

Pero, ¿qué tiene que ver la austeridad con la infraestructura? 

Casi todo, porque la obra en este ramo es labor del gobierno, él lo licita.

Los proyectos de infraestructura desarrollados por el gobierno están dentro del Programa Nacional de Infraestructura (PNI), el cual fue divido en seis sectores estratégicos: comunicaciones y transportes, energía, hidráulico, salud, desarrollo urbano y vivienda, y turismo; el total de proyectos para el periodo 2014-2018 alcanzaba una cifra de 743.

Del total de proyectos, el 65% está ligado a la energía, comunicaciones y transportes (sectores con la mayor participación), superando el 12% del sector salud, y el 11% de turismo e hidráulico, respectivamente.

LOS PROYECTOS MÁS
RELEVANTES DEL PNI SON:

Los trenes interurbanos (México-Toluca y México–Querétaro).

Perforación de pozos de desarrollo, como Ku-Maloob-Zaap, Cantarell y Tsimin-Xux.

Expansión de la red de gasoductos.

Proyectos de generación, distribución y transmisión, como las Centrales Eólicas Sureste II, III, IV y V, así como la Central de Ciclo Combinado Norte y Noreste.

Obras de distribución y saneamiento, como el Túnel emisor Oriente.

Por otra parte, si bien los ajustes en el gasto público han tenido como objetivo primordial el sector de la energía, afectando el desarrollo de proyectos que podrían realizarse en esta administración, éste no es el único que ha visto mermados sus planes de generación de obras.

Otras obras que se han visto afectadas son: el tren México-Querétaro (suspendido por circunstancias ligadas a la licitación), la reconfiguración de refinerías (diferido por el recorte al gasto), y los proyectos de gasolina y diesel limpios (también diferidos por el ajuste presupuestario).

Ahora bien, en cuanto a la construcción de carreteras, la escasez de procesos hace más atractivos proyectos como el viaducto elevado Santa Clara-Indios Verdes y la autopista Tepic-San Blas, para los que están pendientes el proceso de licitación y el fallo del concurso, respectivamente.

Y es que mientras las licitaciones carreteras son acotadas y algunos proyectos de energía han visto truncado su desarrollo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aún tiene al interior de su portafolio proyectos a ser subastados en los siguientes meses.

Apenas en marzo de este año, la ahora empresa del Estado ya adjudicó la construcción y operación de los gasoductos Tula-Villa de Reyes, Laguna-Aguascalientes, y Villa de Reyes-Aguascalientes-Guadalajara.

A CONTINUACIÓN PARA LO QUE
RESTA DEL AÑO, EL PORTAFOLIO
DE PROYECTOS PENDIENTES DE
LICITAR POR PARTE DE LA CFE CONSIDERA:

Gasoductos.

Centrales de generación a partir de fuentes renovables.

Centrales de generación de obra pública financiada.

Centrales termoeléctricas como productor independiente de energía.

Distribución de energía eléctrica.

Sin duda, los últimos datos que se conocieron muestran que la construcción de infraestructura registra un crecimiento de apenas 2.3% respecto a febrero de 2015, un desempeño moderado que adelanta retos importantes para la industria y en los cuales Banco Multiva participa activamente, además de otros sectores.