ProMéxico se redimensiona y se fortalece

ProMéxico, que dirige Francisco González, no desaparece como se ha supuesto ante el fuerte recorte de presupuesto y personal que ha experimentado. Su estructura ha cambiado, se ha redimensionado y está transitando su modelo de negocios a uno más apoyado en uso de una plataforma tecnológica potente que permita aumentar su capacidad y agilidad de respuesta en el acompañamiento de la promoción y/o atracción de la inversión externa, la internacionalización de las empresas mexicanas y la promoción de exportaciones de productos y servicios en México.

El ajuste se ha sometido a un proceso de redimensionamiento, en parte porque desde su creación en 2007, se constituyó como un fideicomiso público que funciona como entidad paraestatal, pero con una estructura inadecuada: sólo tenía ocho plazas permanentes (1.4% del total), 66.10% era personal eventual y 32.5% contratado mediante outsourcing.

Su presupuesto para el pago de personal eventual pasó de 405.7 millones de pesos en 2015 a 289.3 millones de pesos en 2016, una reducción de 30%, pues la instrucción del ajuste fue recortar plazas eventuales o de terciarización.

Se redujeron 121 plazas, la gran mayoría de mandos medios, y en 52% de las áreas de administración y finanzas.

Pero en la reingeniería, los procesos de negocios se han subido a una plataforma robusta  (Business Process Management), que permite dotar de transparencia a todo trámite y apoyo realizado por ProMéxico, pues desde la entrada de una solicitud de servicio, acompañamiento, asistencia a feria y hasta el reembolso de gastos por asistencia a éstas, se ha reducido de cinco meses a 90 días y la idea es reducirla a la mitad y con todo y factura electrónica.

En total se han realizado 107 liquidaciones, pero no se ha cerrado ninguna de las 48 oficinas del exterior (se relocalizaron un par para acercarlas a donde el mercado crece), y en algunos casos el personal diplomático se ha sustituido por personal local, por la reducción del costo de la nómina y el mejor conocimiento de mercado que tiene un local.

La transición ha sido dolorosa. ProMéxico ya es fit y con el nuevo Modelo de Alianza con Compañías Transnacionales en México, que enfatiza la construcción de redes de proveeduría con la manufactura de exportación (Modelo ATC), también subidos y monitoreados en la plataforma, deben permitir que la reingeniería se convierta un fortaleza para dar un mayor impulso a ProMéxico, que en lo que va de la administración ha acompañado a 570 proyectos de inversión/exportación, por 48 mil 049 millones de dólares, que generaron 255 mil 267 empleos directos entre 2013 y abril de 2016.

DE FONDOS A FONDO

Será mañana cuando el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), de Alexandro Argudín, y las aerolíneas nacionales integradas en la Canaero, que dirige Alejandro Cobián, alcancen el  plazo límite para enviar sus argumentaciones al dictamen preliminar elaborado por la Cofece, de Alejandra Palacios, en el que critica duramente la saturación del principal aeropuerto del país.

Hay diferentes conclusiones a las que llegó la autoridad investigadora de la Cofece, que encabeza Carlos Mena, que muy probablemente quedarían sin efecto en caso de que el pleno ratifique su resolución, porque tanto integrantes de Canaero como representantes de todas las autoridades de transporte y aeronáuticas, están dando prioridad al reordenamiento de horarios de despegue y aterrizaje en el AICM.

A  pesar de la escasez de horarios, una de las acciones que se construye es el establecimiento de un sistema de monitoreo de slots que siga la Worldwide Slot Guidelines de IATA, probada por asociaciones empresariales como la establecida entre  Ikusi con Cohor  para administrar los slots de París con la plataforma Condor by Slotix .

Es muy parecida a la plataforma SAMS que usan Alemania y Países Bajos (Slot Allocation and Monitoring System), o el Airplan de Estados Unidos, que se utiliza en O’Hara en Chicago, considerado el más eficiente en el vecino del norte.

En aeropuertos saturados del mundo (el AICM no es el único), las opciones tecnológicas pueden resolver mucho del problema de administración y del sistema de estímulo, asignación, cumplimiento de horarios que tienen las aerolíneas porque difícilmente hay un sistema en el que los horarios asignados antes de iniciar una temporada se cumplen a cabalidad, más si en medio hay problemas de clima o de contingencia ambiental (en el invierno pasado, en el AICM hubo 14 suspensiones de operaciones por neblina), por lo que se puede explicar el hallazgo de la Autoridad Investigadora de la Cofece de que en promedio, 37% de los horarios asignados previo al inicio de temporada, no fueron operados por las aerolíneas que originalmente los solicitaron.

Un punto clave es la recomendación para que la operación de las aeronaves gubernamentales, de carga y las regionales sean trasladadas a otro aeropuerto, pero nadie quiere irse a Toluca o Morelos.

 Y es de preocupar el tema de Aeromar, que lleva Andrés Fabre, porque de concretarse la recomendación, sería la más afectada, además se suma su frágil situación financiera y la presión por la tensa negociación con el sindicato de pilotos, pues las condiciones de su contrato colectivo presionan de tiempo atrás su estructura de costos. Si le aprietan el agua, un competidor más estaría fuera de servicio.