Peso aFEDtado

No es el Presupuesto, tampoco le podemos dar crédito al demagogo de Trump. El peso mexicano está sufriendo por la Reserva Federal de Estados Unidos, la FED por sus siglas en inglés, que durante esta semana, el próximo miércoles 21 de septiembre para ser exactos, iniciará su junta monetaria y de ahí podría salir el alza en las tasas de interés.

El alza en las tasas de interés de Estados Unidos, obligaría al Banco de México a elevar sus tasas de referencia. Se considera que una elevación de 0.25 puntos porcentuales de la FED, obligarían al banco central mexicano a elevarlas en 0.50 puntos porcentuales.

Las consecuencias son conocidas: los capitales buscarán invertir en bonos del Tesoro de EU, las inversiones de corto plazo-portafolios dejarán economías emergentes, y monedas como el peso mexicano y el real brasileño, sufrirán las consecuencias.

MONEDA TOCA MÍNIMO HISTÓRICO

El viernes pasado fue un día de terror para el peso mexicano. Y eso que hubo feriado de mercados en México, donde los mercados no operaron por el 15 de septiembre. Sin embargo, en mercados internacionales la moneda mexicana tuvo un fuerte revés, al llegar a un mínimo histórico de 19.60 pesos por dólar.

Recordemos que el peso mexicano es una de las diez monedas más líquidas y operadas a escala mundial. Por eso en momentos donde los capitales podrían dejar economías y monedas emergentes, dejan al peso entre ellas y vemos estas fuertes caídas.

INFLACIÓN EN EU, REVIVA ALZA DE TASAS

La principal razón de la caída del peso mexicano del viernes pasado fue el dato de inflación en Estados Unidos. El Índice de Precios al consumo aumentó más de lo esperado, lo que despertó el nerviosismo de una mayor inflación, y para detenerla, la Reserva Federal deba elevar las tasas de interés, encarecer el crédito, frenar el gasto y así el crecimiento de los precios.

El próximo miércoles la Reserva Federal empezará a deliberar si aumentan o no las tasas. Esta semana va a ser de pronóstico reservado. Por lo pronto, se hacen apuestas para saber qué va a suceder con el Banco de México, gobernado por Agustín Carstens. El banco central mexicano deberá reaccionar si la Reserva Federal eleva tasas, pero si no, entonces, lo más seguro es que sólo lo veamos con intervenciones en el mercado.

La consultoría Tendencias considera que si la Reserva Federal eleva sus tasas en un cuarto de punto porcentual, el Banco de México lo deberá hacer en medio punto porcentual, es decir, subir la tasa de referencia de 4.25% a 4.75 por ciento.

SEMANA COMPLICADA

Curiosamente, esta medida que se verá negativa en el corto plazo, en el mediano plazo puede ser benéfica para nuestra economía.

Si Estados Unidos empieza a elevar tasas por temor a una mayor inflación, quiere decir que se está recuperando. Y si la economía estadunidense se recupera, entonces, estará demandando más productos mexicanos, tanto para su industria, como bienes finales como automóviles. Pero eso será en el mediano plazo, por lo pronto, nos queda una semana bastante complicada.

BARBOSA, MANCERA Y MEADE

Se veía venir. Los senadores ya no quieren quedarse como espectadores en la elaboración del presupuesto, donde sólo pueden revisar los ingresos, pero sin meter mano en los gastos.

De ahí Miguel Barbosa, coordinador perredista en el Senado, señaló que sin una negociación completa sobre el gasto, ellos votarán en contra de la iniciativa de ley de ingresos.

Aquí se necesitará un buen oficio del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, quien conoce las necesidades partidistas, y, en particular, sabe que el gobierno perredista de la Ciudad de México se quedó sin el Fondo de Capitalidad. Desde luego Meade no hizo el Presupuesto, pero como está lo debe defender y negociar para su aprobación. Los primeros escarceos con Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno capitalino, ya se vieron.

Mancera se equivocó al mencionar “la sonrisita” de Meade. El secretario de Hacienda fue más elegante al responder que esa sonrisa le parecía buena a su mamá. Pero más allá de dimes y diretes, el fondo es la negociación de un presupuesto sumamente austero.