Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

23 Dic, 2016

Lecciones (éstas, personales) del 2016 (Parte II de II)

Bien lo cantaba Mecano Y en el reloj de antaño, como de año en año, cinco minutos más para la cuenta atrás. Hacemos el balance de lo bueno y malo… El fin de año (el fin de cualquier ciclo) es una época de reflexión.

Una parte de esas lecciones tienen, obviamente, que ver con mi vida profesional (pueden consultar mi columna anterior en www.excelsior.com.mx), pero una enorme parte tienen que ver con la encrucijada que se ha planteado entre mi vida personal y mi vida profesional.

Ser emprendedor es deporte extremo y el impacto que tiene en la vida de los que emprenden va más allá del horario de trabajo. En el momento en que la empresa (por más pequeña que sea) la línea entre lo profesional y lo personal se atenúa y todo se mezcla.

He aquí algunas de esas lecciones perso-laborales … o labo-personales que fueron importantes en el 2016 y ojalá suenen cercanas a otros emprendedores:

Lección #1: La línea no puede permanecer borrada siempre. Es cierto, en el inicio de la vida de un nuevo negocio, como un recién nacido, requiere atención 24 horas al día 7 días de la semana. Comes el negocio, duermes el negocio y te vuelves insoportable porque todo lo que platicas es sobre el negocio. Pero llega un momento en que eso tiene que parar. No sé cuando todavía, pero me queda claro que el momento se está acercando en que la línea entre el trabajo y la vida privada tenga que ser repintada. Va a requerir organización, delegar y relajarse… pero es inminente hacerlo.

Lección # 2: Cuida tu salud. Tiempos de emprendimiento muchas veces implican tiempo de SÓLO emprendimiento y empezamos a cortar otras cosas que consideramos menos importantes o menos urgentes en pro de hacer el tiempo para todas las responsabilidades profesionales. Muchas veces lo primero que abandonamos es la salud. Adios a la comida ordenada y sana (desayunar coca de dieta está avalado por la Academia Mexicana de Medicina), adiós al ejercicio, adiós a las consultas médicas preventivas…y adiós a las horas de sueño. Esto es un craso error. Si tú eres tu negocio tienes que darte el mismo cuidado y mantenimiento que le das a cualquier herramienta de trabajo. Los malos hábitos no sólo empiezan a restarte productividad, sino que son potencialmente peligrosos.

Lección #3: Hay que aprender a decir que NO. Cómo cuesta trabajo no ser el hombre o la mujer orquesta. Cuando hay mucho que hacer y pocas personas que hacerlo se nos olvida la palabra mágica “NO” y acabamos asumiendo responsabilidades, labores o “bomberazos” que no deberíamos de asumir. El empendedor debe ser un “Yes, man” en su ADN debe tener tatuado el “SÍ SE PUEDE”, pero a veces decir que NO es tan importante como decir que sí.  El NO, no implica menor compromiso, menor profesionalismo ni menor interés. Simplemente que en la realidad el día tiene 24 horas y uno sólo dos manos.

El decir siempre que sí es una receta para el fracaso, ya sea por no poder cumplir con los compromisos profesionales o por tener un breakdown personal.

Lección #4 Controla el enojo. Sí, ya sé. Esta misma lección estaba incluida en la lista de lecciones profesionales, pero el enojo y el coraje es algo que no conoce fronteras (por lo menos en mi caso). El hacer un entripado terrible en el trabajo es algo que te llevas a la casa y que te afecta el resto del día. El que se enoja pierde. Punto.

Estas lecciones y las de la semana pasada dan pie a mi lista de propósitos del próximo año… Estense atentos para leerla la próxima semana.

En una nota personal, aprovecho para desearles a todos mis lectores una muy muy feliz Navidad. Que el amor y el espíritu de unidad llenen sus casas e inunden sus corazones. Que jamás se nos olvide que el emprendimiento más importante es nuestra felicidad.

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