Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

30 Dic, 2016

Propósitos de 2017

En estas fechas, el juego que todos jugamos se llama “acuérdate lo que hice el año pasado”. Vemos la película de los últimos 12 meses y analizamos lo que hicimos bien, lo que hicimos mal, lo que no hicimos, lo que hubiéramos hecho diferente. La autoevaluación es un paso necesario para dar pie al ciclo que inicia.

Pero todo proceso reflexivo es inútil si no lleva a la acción. No nos podemos quedar en las lecciones de lo que aprendimos si no las traducimos a propósitos, resoluciones prácticas que tienen como objetivo aprender de nuestros errores y evitar cometerlos de nuevo… para empezar a cometer algunos errores nuevos.

En las últimas dos semanas he hecho, en este espacio, un recuento de las lecciones que 2016 me dejó, tanto en mi vida como emprendedora como en mi vida personal, que también ha sido cambiada radicalmente por este nuevo trabajo. Esta semana me gustaría contarles mis propósitos para el año que inicia. Acciones tomadas con base en los errores que siento que cometí durante el año y que quiero mejorar…en ese interminable proceso para convertirme en mejor empresaria y, sobre todo, en mejor persona.

Propósito#1: Menos mail y más contacto directo. Soy una enamorada de los mecanismos modernos de tecnología. Uso (o abuso) todos, pero siento que a veces pierdo el contacto personal con mis clientes, mis socios y mis colaboradores. Estoy convencida de que nada reemplaza la voz o la visita personal y aun cuando esto no siempre es práctico, pretendo chatear, textear y mandar menos mails y hablar, visitar y hacer más contacto visual.

Propósito#2: Seguir capacitándome. Como bien escribí hace unas semanas, entre más me adentro en el mundo del servicio al cliente más me doy cuenta de que sólo sé que no sé nada… y aun cuando no creo nunca saberlo todo, necesito saber cada día más. Empresas como la mía puede haber muchas, pero creo que uno de los mejores activos de mi empresa es el conocimiento que yo poseo y tengo que invertir en él. Así es que “Harvard, ahí voy”… tengo ya varios cursos y diplomados formados para asistir y afinar mis conocimientos al máximo. Aun cuando el negocio no lo pueda pagar (en la medida de lo urgente hay gastos más inminentes que hacer), lo considero tan importante que parte de mis ahorros personales se van a destinar a eso.

Propósito#3: Enojarme menos… Éste es, quizá, el más difícil de todos. Nací con la mecha corta y la lengua larga. Pero, considerando el éxito del negocio y la salud de mi estómago, es algo que tengo que cambiar. Alejándome de situaciones peligrosas antes de que exploten, prefiriendo el diálogo, respirando hondo y midiendo muy bien las palabras que salen de mi boca.

Propósito#4: Separar mejor mis horarios… Entender que por más importante que sea el negocio y por más involucrada que esté en él, necesito tener una vida privada en la cual el negocio no sea el tercero en discordia. No sólo por mi bienestar personal sino por el bien del negocio, el tratar de hacer todo a todas horas genera, irónicamente, más desorganización, menos trabajo en equipo y menor productividad. Mi plan es establecer mejor mis horarios y los casos excepcionales cuando esos horarios se puedan flexibilizar. Esto incluye apagar mi BlackBerry en los horarios que no son de trabajo.

Propósito#5: No perder el foco. Quizá mi propósito más importante es que en todo lo que haga este año estén presentes las sabias palabras de Albert Einstein: Try not to become a man of worth but a man of value”.Trata de no convertirte en un hombre que vale sino en un hombre valioso.

Propósito#6: Respetar los números. Sí, los sueños y los planes son maravillosos, pero lo que hace de un negocio un negocio son los resultados financieros. Este año quiero establecer y vigilar KPIs (Key performance indexes… O Índices clave de desempeño) y ver todo desde el crisol de las finanzas. Por más aburridas y áridas que sean, cada vez estoy más convencida de que son fundamentales.

A todos mis queridos lectores: quiero agradecerles que me hayan acompañado durante este año. El camino del emprendimiento que inicié ha sido más fácil de recorrer gracias a esta columna y a los comentarios y consejos que recibo de ustedes. Les deseo un muy feliz 2017. Que todos los proyectos que emprendan sean exitosos, que la salud y la unión familiar sean abundantes y que Dios nos dé la fuerza y la luz para que entre todos construyamos un México más próspero y justo.

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