Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

11 Ene, 2017

México calienta motores

El gobierno mexicano y la iniciativa privada ya alistan equipos para lo que será la negociación del siglo: el ajuste, modernización o suspensión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En cosa de diez días arrancará el peregrinar en Washington, una vez que asuma la Presidencia Donald Trump.

Por esos días la American Chamber, que preside aquí José María Zas, iniciará un roadshow por los principales estados de la Unión Americana que se han visto beneficiados con el pacto comercial. El encuentro abarcará gobernadores y representantes de cámaras empresariales locales, pero también congresistas.

La estrategia está siendo diseñada por el flamante canciller, Luis Videgaray, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, con el apoyo del Consejo Coordinador Empresarial, que preside Juan Pablo Castañón , y el Consejo Mexicano de Negocios, que encabeza Alejandro Ramírez.

Los exsecretarios de Comercio, Jaime Serra y Herminio Blanco, así como los ex subsecretarios de Negociaciones Internacionales, Luis de la Calle y Jaime Zabludovsky, participan también en calidad de consultores del gobierno de Enrique Peña y del empresariado mexicano.

El equipo de Videgaray y Guajardo está por fichar a una batería de despachos de abogados y de cabilderos con sólidos nexos en el Capitolio y que harán el frente con las huestes de Trump, léase Wilbur Ross, secretario de Comercio, y Robert Lighthizer, representante Comercial de Estados Unidos.

En México algunos nombres de abogados que ya empiezan a sonar como potenciales asesores, por su involucramiento en la negociación del TLCAN en 1993, son Bernardo Sepúlveda, Eduardo Siqueiros, Gerardo Lozano, Carlos Aiza, Tom Heather, Ricardo Maldonado y Vicente Corta. Y de bufetes estadunidenses apunte a Cleary Gottlieb, Shearman & Sterling y Public Strategies.

ICA AFINA PLAN

ICA, que dirige Guadalupe Phillips, estará enfocado este mes en ajustar el plan de negocios que habrá de presentar en primera instancia a los tenedores de bonos muy probablemente a mediados de febrero.

En esa labor están concentrados FTI Consulting, vía los expertos Samuel Star y Vicente González, así como Rothschild, que maneja Eugenio Torres. El modelo está incorporando la inversión y futuros flujos que le significarán estos dos últimos contratos que les adjudicó el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

ICA lidera el consorcio que se quedó con la losa de cimentación del edificio terminal, valorado en siete mil 556 millones de pesos, y es parte del que ganó el edificio principal, éste por 84 mil 828 millones.

URBI DISPERSA

En diciembre por fin se entregaron las acciones de Urbi a los tenedores de bonos acreedores que capitalizaron su deuda en la atribulada viviendera de Cuauhtémoc y Nezahuálcoytl Pérez Román.

Los bondholders asumieron cerca de 26% de la nueva compañía, tras convertir a capital pasivos por más de 18 mil millones de pesos. Considere a Bluebay Asset Management, PIMCO, Pine River Capital, King Street y Ashmore. Todos recibieron ya su respectivo paquete de títulos de Urbi a través del Indeval.

Recuerde que en octubre pasado la desarrolladora recibió recursos frescos de parte de diversos inversionistas capitaneados por Rook Partners, Brandes Invesments y Fuerte Valley LP, así como por la propia familia Román.

PEMEX GOLPEA

Pemex apretó más a sus contratistas, particularmente a los de los floteles. Desde el primer día de enero puso en marcha el Reforma Pemex que acaba de traer del astillero gallego Hijos de J. Barreras, una plataforma que le costó alrededor de 200 millones de dólares y que tiene capacidad para hospedar a 700 obreros.

Su operación va implicar la cancelación de uno de los dos floteles de Cotemar. Esta compañía propiedad de Cristina Lobo y Mario Dávila tiene arrendado a los pupilos de José Antonio González Anaya los floteles Neptuno y Atlantis, que cobran rentas de cuando menos 250 mil dólares diarios. En cuatro meses Pemex traerá del mismo astillero Orgullo Petrolero, doblando más no sólo a Cotemar, sino a otros.

CHAPUR PACTA

Tras más de 24 meses de gestiones en la Corte Internacional de Comercio, en noviembre concluyó el arbitraje que promovieron los hermanos José y Roberto Chapur.

Los afamados empresarios hoteleros escindieron sus negocios hace más de un lustro, luego de enfrentar diversas diferencias en cuanto a la marcha del negocio. José se quedó con cuatro hoteles que sigue operando bajo el sello de Grupo Palace, mientras que Roberto retuvo siete propiedades, algunas de las cuales reconvirtió a la famosa marca de Hard Rock.

Por lo que se conoce, el panel de árbitros emitió en la recta final de 2016 un laudo definitivo que ahora mismo se deberá homologar a las leyes mexicanas. El Grupo Chapur llegó a ser el más grande del sureste.

FIBRAS ALISTAN

La incertidumbre generada por Donald Trump y su campaña de hostigamiento contra México y las empresas que invierten aquí sigue presionando la paridad.

Algunos preven un dólar superior a los 23 pesos en los próximos diez días. Esta situación ya impactó la renta de oficinas, pactadas en dólares. Hay ya inquilinos que están demandando arrendamientos en pesos, lo que ya es analizado por fideicomisos como UNO de Moisés El-Mann, Danhos de José Daniel, Macquarie de Juan Monroy, Fibra Shop de Salvador Cayón, Fibra Hotel de Sergio Galante y Monterrey de Federico Garza, entre otras. El ajuste parece inviable porque tendría un efecto inflacionario, amén de que no se pueden romper contratos denominados en dólares.

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