David Páramo

Análisis superior

David Páramo

17 Feb, 2017

Evitando confusiones

Hoy, la Secretaría de Hacienda dará a conocer cuál es el resultado de la aplicación de la fórmula en los precios de los combustibles (gasolinas de alto y bajo octanaje, así como diesel) que estará vigente a partir del 18 de febrero y que irá ajustandose diariamente hasta la liberación total de estos precios, a partir de noviembre.

Como le he anticipado en esta columna, lo más probable es que se mantengan sin cambios los precios, ya que si la fórmula no da para mantener precios o disminuirla, se amplíe el estímulo fiscal como una suerte de amortiguador.

En un entorno en el que hay más confusiones que certezas en los cuales se van construyendo historias a partir de la desinformación, es necesario recordar los fundamentos.

Primero. La liberación del precio de los combustibles no es parte da la Reforma Energética, sino está contenida en el paquete económico para este año. Lo que sí tiene que ver con el cambio constitucional es la creación de un mercado en el precio de los combustibles.

Segundo. Hablar de gasolinazos es, por decir lo menos, una estupidez. Esta prostitución del lenguaje se usó para hablar sobre el deslizamiento en el precio que inició durante el sexenio de Felipe Calderón y ahora se aplica indistintamente para la liberación del precio. Por favor, no se suba a estas cargadas.

Tercero. En el caso de que el precio se mantenga sin cambio, al menos al inicio de esta nueva fase de liberación o se utilice el estímulo fiscal. Nadie estará “postergando el gasolinazo” como por ahí algunos se llenan la boca.

Como fue aprobado en el paquete económico para este año se determinó una forma para fijar los precios máximos de los combustibles hasta la liberación total del precio, la cual dependerá de un calendario elaborado por la Comisión Reguladora de Energía y que comienza en marzo para terminar en noviembre.

Cuarto. La fórmula se integra por el precio de la molécula, el tipo de cambio durante el periodo, el margen de comercialización y el transporte. Adicionalmente, existe un régimen fiscal aplicable en el cual la dependencia que encabeza José Antonio Meade puede establecer estímulos fiscales con base en el IEPS.

La diferencia más relevante entre un estímulo y un subsidio es cómo se registra dentro de la contabilidad gubernamental.

FINANZAS PÚBLICAS

Quinto. La Secretaría de Hacienda ha sido particularmente clara al decir que el estímulo fiscal al precio del combustible no deberá poner en riesgo la solidez de las finanzas públicas. El estímulo en la etapa todavía vigente equivale a 0.4% de la recaudación del IEPS.

Sin embargo, sí debe destacarse que utilizar el estímulo fiscal como un amortiguador no manda las mejores señales al mercado, puesto que parecería que no va en línea con la intención de recuperar el superávit primario, la piedra de toque de la estabilidad económica, y se parece a la estrategia seguida por la administración de Calderón en la que el estímulo provenía de los altos precios del petróleo.

CONCLUSIONES

Primera. Si no aumenta el precio a partir del 18 de febrero, como indican todas las señales, no querrá decir de ningún modo que se esté postergando el gasolinazo o cualquier barbaridad de este tipo, sino que el gobierno toma la cuestionable determinación de evitar el realismo económico ya sea por un cálculo político o por intentar suavizar el impacto en el índice general de precios.

Segundo. La creación de un mercado libre de combustibles, como el que siempre debió haber tenido este país, sigue adelante. La Comisión Reguladora de Energía, presidida por Guillermo García Alcocer, ha venido dando los pasos adecuados no sólo para la liberación de los precios, sino para el establecimiento de nuevos competidores en toda la cadena de producción, distribución y comercialización de gasolinas.

De hecho, será fundamental dar seguimiento al calendario de liberación de precios que, a no dudar, deberá permitir en una primera etapa una competencia en cuanto a servicios asociados y, paulatinamente, en precio entre las diferentes estaciones de servicios.

Marzo será una gran primera prueba de fuego para la CRE y habrá que ver la forma en la que va aterrizando esta medida fundamental para el mejor desarrollo de la economía del país.

Tercero. La aplicación o no del estímulo fiscal corresponde a la Secretaría de Hacienda y no tiene que ver directamente con la creación de un mercado energético en la nación.

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