Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

18 Feb, 2017

Ford ya no quiso ser piñata

Ford de México tiene una gran historia que contar y ha comenzado a contarla. Desde que Bill Ford, presidente de Ford, y Mark Fields, CEO de la compañía, reiteraron que mantendrían sus inversiones en México ante los embates del entonces candidato republicano Donald Trump y después a inicios de este año cambiaron de opinión optando por cancelar la inversión en San Luis Potosí, no habíamos escuchado prácticamente nada de la compañía en México.

La semana que termina, Ford retomó la dimensión que le corresponde en México, una compañía con una presencia que se remonta a más de 90 años, que involucra a más de nueve mil colaboradores y que ha mantenido sus planes de inversión de dos mil 500 millones de dólares que originalmente anunció en 2015.

Gabriel López, el presidente y director general de la empresa en México, nos dijo en entrevista, a Pascal Beltrán del Río y a mí, que cada año Ford compra en México 12 mil millones de dólares en materiales y aporta 20 por ciento de los insumos a las plantas de la automotriz en todo el mundo. Aunque Donald Trump se decante por una agenda adversa al TLCAN será difícil erosionar la vinculación y las ventajas que tiene México en el sector de las manufacturas que son complementarias a la economía de Estados Unidos.

Muy bien por la decisión que se debe haber tomado en Dearborn, Michigan, y por la presión que se generó desde México para que se adoptara. Hay que establecer límites y así lo hizo Mark Fields cuando envió un comunicado a sus empleados a propósito de las acciones ejecutivas en materia de migración que firmó Donald Trump. En dicho comunicado se leía: “El respeto a todas las personas es un valor fundamental de Ford Motor Company, y todos estamos orgullosos de la riqueza de la diversidad de nuestra compañía, tanto en casa, como en el mundo. Por ello es que no apoyamos esta política o ninguna otra que vaya en contra de nuestros valores como compañía...”.

LECCIONES FRENTE AL POPULISMO 

En los años que vienen la presión de los liderazgos populistas en ambos lados de la frontera será mucha, sin embargo, todos los actores deben resistir y plantear una postura cauta, pero firme. El CEO de Siemens lo definió muy bien cuando dijo: “no se debe confundir la cautela con gestos serviles”. Los tiempos demandan CEO que tengan miras de mediano y largo plazo. Aquellos que se preocupan únicamente por los resultados trimestre a trimestre en el afán de evitar impactos de corto plazo pueden sacrificar y dañar permanentemente a sus empresas.

EL ESPEJISMO DEL IMPEACHMENT

Ante el desconcierto y desatinos que ha tenido Donald Trump a menos de un mes de haberse convertido en Presidente, hay quien comienza a cifrar sus esperanzas en que lo sometan a juicio político, sin embargo, tendría que aparecer algún video demoledor proveniente de Rusia, de ser verídicos los reportes recogidos por el espía británico Christopher Steele, porque de otra forma es muy poco probable que ocurra. Además, el juicio de impeachment tiene que ser originado por la Cámara de Representantes y procesado por la Cámara de Senadores, por lo menos hasta el 6 de noviembre de 2018, cuando la Unión Americana tenga elecciones intermedias, y no parece que se pueda separar al actual Presidente del poder por la vía jurídica. Además, habría que ver cómo queda la configuración del Senado después de la elección. Lo que sí puede hacer México es dejar patente entre los electores y legisladores estadunidenses del impacto económico que tendrá en cada distrito de los estados más vinculados a la economía mexicana, como son Texas, California, Arizona y Nuevo México, una agenda de rompimiento. También habría que escoger los distritos de alguna de las 25 entidades para las que nuestro país es el segundo mercado de exportación.

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