Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

15 Mar, 2017

Operación bicicleta

Cada vez es más evidente el fraude de que es objeto el sistema público de salud a manos de los gobiernos de los estados. Ahora mismo hay casos de verdadero escándalo que involucran marcadamente a entidades como Chihuahua, Veracruz y Jalisco, pero es un cáncer que se extiende por todo el país.

Los expedientes que hasta ahora se han logrado documentar contundentemente comprometen las gestiones en los estados antes mencionados, pero, como le decía hace unos días, hay muchas entidades que hicieron del sector salud un auténtico botín económico vía distribuidores patito.

He aquí el modus operandi que quienes conocen su mecánica han dado en llamar “Operación bicicleta” de los medicamentos en los estados del país:

1. Los distribuidores locales, empresas principalmente micros y muchas de ellas creadas al vapor por altos funcionarios del gobierno estatal en turno, compran los fármacos directamente al laboratorio fabricante de medicamentos, lo mismo de patente que de genéricos.

2. El distribuidor local, en licitaciones o asignaciones a modo, factura, dispensa y cobra por los productos farmacéuticos entregados a las instituciones prestadoras de servicios de salud estatales.

3. Las segundas, esto es, los institutos de salud estatales, reciben la mercancía, la colocan en el almacén y pagan al distribuidor correspondiente que se las surtió.

4. Esas mismas instituciones de salud estatales sacan los productos farmacéuticos de su almacén y lo mueven a otra bodega alterna donde mantienen cautivo el medicamento.

5. Estos medicamentos o materiales de curación jamás llegan a los centros de salud y mucho menos son aplicados a paciente alguno, de ahí que haya casos denunciados en los que se han “suministrado” tratamientos a los enfermos que no han tenido efecto terapéutico.

6. Sin embargo, con un trabajo minucioso que involucra la complicidad de personal administrativo, médico y directivo, se han creado cientos de expedientes de pacientes reales a los que supuestamente se les aplicó el tratamiento. Los expedientes son auténticos, hasta con el número de clave y lote del producto, una verdadera obra maestra de falsificación.

7. Acto seguido, la mercancía regresa de la segunda bodega al almacén de entrada original.

8. En lo inaudito, aquí es cuando el funcionario “comprador” que lidera o maneja la “bicicleta” de la institución estatal, acuerda con el mismo distribuidor, o hasta con otro diferente, que le facture nuevamente por la mercancía que ya había sido entregada con anterioridad y que se encuentra en el almacén original, repartiéndose el monto económico de la refacturación.

9. No se descarta que en algunas ocasiones se le dé hasta tres vueltas al mismo medicamento. De ese tamaño es el fraude a los sistemas de salud estatales y, lo que es peor, al paciente que necesita el tratamiento y que no lo encuentra o, más deplorable, que le hayan aplicado quién sabe qué haciéndole creer que es la medicina que requiere.

En suma, ¿cómo se podría clasificar este ilícito?, es pregunta para las autoridades judiciales. Lo que sí está clarísimo es que estamos ante una mafia que multiplica este grave acto de corrupción, simulación, falsificación, colusión, asociación delictuosa y demás cargos que se configuren, entre ellos evasión fiscal y lavado de dinero.

Pero el mayor y más cruel de los pecados es que se juegue con la salud y el bienestar de los pacientes a los que las instituciones tienen la obligación de proveerles tratamientos de calidad, eficiencia y de última generación.

Estamos ante un acto criminal.

INTERJET INYECTA

Hasta diciembre, Interjet estaba en el radar de los analistas financieros. Y no por la crisis que le significa y que no encuentra solución para la flota de sus aviones de tecnología rusa Sukhoi, impedidos de volar a Estados Unidos.

El foco de la preocupación estaba en su altísimo nivel de apalancamiento que, según algunos analistas, rondaba los mil millones de dólares, en buena medida por el pago de arrendamiento de parte de su flota. Más de un banco de inversión sondeó a la gente de Miguel Alemán para ofrecerle una reestructura financiera, lo que fue rechazado.

En los corrillos financieros se afirma que la aerolínea dirigida por José Luis Garza ya logró subsanar su circunstancia y que no requirió de la capitalización de terceros. Que fue la propia familia Alemán la que acaba de desembolsar unos cuatro mil millones de pesos para limpiar el balance de la compañía. Se lo pasamos al costo.

INFONAVIT BUSCA

Santander de México, el grupo que comanda Héctor Grisi, está en aprietos. Resulta que el Infonavit lo quiere demandar por el quebranto que le significó haber adquirido Certificados Bursátiles de la española Abengoa.

Aquí le informé hace meses que durante la administración de Alejandro Murat el fondo de vivienda de los trabajadores perdió la brújula y le metió con singular alegría dinero a esta firma encajada en el sector de la infraestructura y las energías. Pero Abengoa quebró y hoy hace esfuerzos por salir a flote, lo mismo que su filial local encabezada por Fernando Martínez Salcedo.

La institución que ahora lleva David Penchyna registra en su balance un hoyo cercano a los mil millones de pesos por la mala apuesta y ahora no busca quién se la hizo sino quién se la paga. Y todos los caminos conducen a Santander, su asesor financiero.

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