Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

1 Abr, 2017

Estados Unidos ya está en guerra

Estados Unidos ya está en guerra, la afirmación no es simbólica y tampoco se trata de un dislate de Donald Trump y sus tuits madrugadores, la declaración la hizo Wilbur Ross, secretario de Comercio de la Unión Americana, y fueron seguidas de acción luego de que el habitante de la Casa Blanca firmó dos órdenes ejecutivas con el objetivo de estudiar la relación comercial con los países con los que tiene un mayor déficit y adoptar medidas para evitar que dichas naciones realicen dumping, que se refiere a vender productos por debajo de su costo con el objetivo de ganar mercado.

Ambas órdenes ejecutivas tienen dedicatoria especial para China, previo a la reunión que tendrá la próxima semana Xi Jinping, presidente de China, con Donald Trump. El mensaje quedó aún más claro luego de los tuits de Donald Trump: “El encuentro la próxima semana con China será difícil, debido a que no podemos seguir teniendo grandes déficit y pérdida de empleos. Las compañías estadunidenses deben estar preparadas para buscar otras alternativas”.

El asunto no será muy sencillo para Washington, dada la compleja relación China-Estados Unidos que se da en varios ámbitos, que van desde seguridad hasta la comercial y como ejemplo, Corea del Norte, por mencionar el más álgido y riesgoso. El supuesto que había predominado era que ante el inevitable surgimiento de China como una potencia global, debido a la magnitud de su población, unidad política, recursos naturales y capacidades militares era mejor lidiar con ella a través de una rivalidad pacífica con una fuerte interdependencia económica.

No obstante, la administración Trump está sacudiendo ese supuesto, atacando el eslabón económico. Además, la interdependencia económica es de dos vías y las consecuencias económicas negativas también afectarían a Estados Unidos. Dos ejemplos muy concretos, la empresa con mayor valor de capitalización en el mundo con 753 mil millones de dólares, Apple, depende de sus cadenas de valor que pasan por China, la estructura de costos del iPhone no puede separarse de la manufactura de la nación asiática y no sería sencillo sustituirla sin incurrir en un impacto significativo, a lo que habría que sumar la posibilidad de un bloqueo a sus productos en el mercado del país comunista, que es el más importante para la firma.

El otro ejemplo es Boeing, la principal empresa de defensa en Estados Unidos y la mayor fabricante de aviones comerciales, la compañía está planeando construir una planta en joint venture en China para poder cumplir con las órdenes de compra de 100 aviones comerciales 737 que tiene que entregar en los próximos dos años. En caso de que las órdenes se cancelen, Boeing enfrentaría un impacto financiero significativo que la pondría en riesgo. Estas dos empresas son un ejemplo de la dinámica que enfrentarían muchas firmas estadunidenses.

Hasta ahora no está muy claro cómo afectarían las órdenes ejecutivas de Trump a otros países, no se puede obviar que las naciones que tienen mayor déficit comercial con Estados Unidos, además de China, son: Japón con 68 mil 937 millones de dólares en 2016, Alemania con 64 mil 865 millones de dólares, México en cuarto con 63 mil millones 191 millones de dólares y Canadá con 11 mil 240 millones de dólares. Una guerra económica Estados Unidos vs. China no es buena noticia para México y el mundo.

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