David Páramo

Análisis superior

David Páramo

11 May, 2017

Ideas fantasiosas

Entre una buena parte de la comentocracia del sector de las telecomunicaciones hay la convicción de que, si uno escucha las palabras América Móvil, Telmex y Telcel, seguramente aparecerán mensajes como: es un “monopolio satánico” o cualquier tontería de este tipo.

Hay quienes creyeron políticamente correcto inventar que ese grupo empresarial desayunaba niños, intimidaba funcionarios con su aliento de dragón y estaban 24/7 dedicados a ver cómo destruían la competencia, como si fueran vikingos atracando en Northumbria.

Lo cierto es que, seguir con esas leyendas a estas alturas de la historia, resulta tan absurdo como inverosímil. Hoy la competencia en los sectores de las telecomunicaciones y radiodifusión es total y absolutamente diferente a la que se vivía a la mitad de la década de los noventa.

Esta semana, finalmente, el Instituto Federal de Telecomunicaciones autorizó, en definitiva, que América Móvil adquiriera, de MVS 60 MHz, la banda de 2.5 GHz, operación que ambas empresas habían anunciado en noviembre.

A partir de ahí, los comentócratas del sector, entre los que destacan los que les faltaron 20 centavos para dar el peso y poder ser miembros del IFT, iniciaron un aquelarre histérico, según el cual se habría depreciado artificialmente el precio de la banda 2.5GHz y otras fantasías similares.

REALIDAD

Es necesario tener claros algunos puntos.

Primero. La operación que autorizó el IFT es una concentración autorizada en los términos de la Ley Federal de Competencia, que implicó la compra, por parte de América Móvil, de MVS que, entre otros activos, tiene los 60 MHz de dicha banda.

Segundo. Considerando todo el espectro (al que los expertos denominan International Mobile Telecommunications) disponible en el mercado, que está integrado por red compartida, espectro de PCS, AWS y la próxima licitación de la red de 2.5 GHz y ponderado con la población servida, pasan de tener una participación de mercado del 22% al 30 por ciento.

Los comentócratas y su aquelarre cometen un error fundamental cuando aseguran que esta operación de América Móvil le da el 50% del mercado. La falla está en que no suman la red compartida, que está haciéndose una realidad, ni la licitación que se dará de este año de la banda de 2.5 GHz.

Lo interesante es determinar cuáles son las causas del error. Existe la posibilidad de que eso explique por qué a algunos no les alcanzó para llegar al pleno del IFT y por eso analizan con un profundo rencor. La otra alternativa es que, intencionalmente, se equivocan para seguir manteniendo el mito del monstruo monopólico que tan rentable les ha resultado durante años.

De acuerdo con las prácticas internacionales que los comentócratas del sector deberían conocer o no ignorar, es que para una autorización debe considerarse el espectro disponible en el momento y el que se espera en los dos años siguientes.

Estoy en posición de señalar que, en unas pocas semanas, el organismo que preside Gabriel Contreras iniciará la consulta pública para la licitación de la banda de 2.5 GHz, la cual deberá estar concluida este mismo año.

De hecho, ése fue el criterio con el que el IFT autorizó la operación a través de la cual ATT pudiera acumular el espectro que pertenecía a Iusacell y Nextel. Obviamente, en ese momento nadie cuestionó a la autoridad ni dijo que se trataba de un acto en contra de la competencia económica.

Por el contrario, se consideró que había sido la manera idónea a través de la cual podría llegar un competidor grande y poderoso al mercado para generar una mayor competencia a favor de los consumidores, como ha sucedido en los hechos. No sólo por esta operación sino por un mayor y mejor marco de competencia entre diversos agentes económicos. 

HECHOS

La operación que realizó América Móvil con MVS es positiva para el mercado, puesto que cumplió con los estándares de los marcos normativos, tanto de la Comisión Federal de Competencia Económica como del IFT.

No puede decirse, al menos con verdad, que la operación tiene impacto negativo en la competencia dentro del sector de las telecomunicaciones ni que el IFT se convirtió en una pieza más que fue capturada por el monstruo que algunos siguen tratando de inventar, ya sea porque tienen traumas que todavía no logran superar o por su falta de capacidad para realizar análisis.

De hecho, muchos de estos comentócratas del sector suelen vincularse con aquellos medios de comunicación en el que se inflan notas de supuesta corrupción del actual gobierno y que guardan un vergonzoso silencio cuando se dan desmentidos e incluso se pagan indemnizaciones a favor de los difamados.

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