Blindan el NAICM

Como parte de la campaña por el control del Estado de México, Andrés Manuel López Obrador ha insistido en que, de ganar esta gubernatura la candidata de su partido, Delfina Gómez, le solicitará que cancele la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Para abundar más, el líder de Morena también ha dicho que si él mismo llegara a ganar las elecciones presidenciales del 2018, suspenderá dicha obra desde el instante mismo en que sea declarado electo.

Independientemente del grave problema al que sometería al país, estamos hablando de compromisos financieros con 18 bancos a través de los bonos colocados para la construcción de este megaproyecto.

López Obrador aún no dimensiona el hecho de que cancelará, con ello, entre 60 y 100 mil empleos directos que se están creando con la construcción de este complejo y los millones de pesos que ya para entonces estarán incorporados a su edificación.

Se habla, sin embargo, de otras formas de blindar el proyecto, entre las cuales estaría la privatización del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, que dirige Federico Patiño, propietario del actual AICM y del nuevo.

Lo cierto es que esta alternativa no sería muy fácil de implementar para la SCT, que encabeza Gerardo Ruiz Esparza, tomando en cuenta que una licitación de esta naturaleza llevaría más de un año en materializarse.

Es decir, más del tiempo necesario para saber quién será el nuevo Presidente, sin contar con que se convertiría en un elemento distractor que entorpecería el proceso de desarrollo.

JCDECAUX QUIERE

Resultó al menos inquietante que la francesa JCDecaux, que está siendo fuertemente cuestionada por promover publicidad ilegal, sea la empresa que, según ha trascendido, pretende apoyar el Gobierno de la CDMX, que encabeza Miguel Ángel Mancera, para integrar la publicidad de la polémica Línea 7 del Metrobús.

Sería muy importante que un proyecto tan grande fuese mucho más transparente, sobre todo si hablamos del modelo que va a correr por la avenida más grande de nuestra ciudad.

Uno no deja de preguntarse si la alcaldía de París estaría de acuerdo en permitir que una compañía mexicana que coloca publicidad ilegal en su ciudad administre ahora la plataforma de movilidad más importante que se establecería en los mismos Champs Elysées.

La administración mancerista debe explicar claramente si es cierto lo que se maneja en el mundillo publicitario y que, en caso de serlo, cuál fue el proceso que se siguió para entregar a esa firma gala, dirigida por Tirso Navarro y que tiene problemas legales, una concesión de tal envergadura.

ALISTA CONACYT

El Conacyt, de Enrique Cabrero, presentó sus nueve centros de desarrollo económico y científico que se enfocarán a atender sectores industriales como el automotriz, aeroespacial, agroalimentario y petroquímico, entre otros.

Los nuevos recintos se ubicarán en Monterrey, Acapulco, Aguascalientes, Mérida, Querétaro, Ciudad del Carmen, Pachuca y San Luis Potosí. Estos consorcios servirán como herramienta para detectar las instalaciones, materiales y personal más adecuado para atender necesidades sectoriales y regionales del país de una manera más eficaz.

La puesta en marcha de los complejos forma parte de la estrategia para mejorar el desarrollo económico y científico del país y es relevante debido a la fusión de los esquemas de trabajo que tendrán los 27 centros de investigación del Conacyt.

EL NYCE FESTEJA

El organismo mexicano NYCE, que lleva Carlos Pérez, celebra esta semana su primer aniversario de la filial en Colombia, misma con la que se convirtió en la primera empresa internacional de certificación y verificación que opera en dicho país sudamericano, al tiempo de sumarse al Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (ONAC), al mando de Francisco Piedrahíta.

Así, la apuesta de NYCE Colombia durante este año de operación se ha concentrado en atacar sectores como el electrónico y el de iluminación, además de trabajar directamente con fabricantes instalados en aquel país en el rubro de las llantas y los aparatos eléctricos.

Sin duda, aún queda mucho por crecer, sobre todo al considerar que Colombia ostenta un mercado de exportaciones superior a los 60 mil millones de dólares anuales.