Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

15 Jul, 2017

Rusia no es un problema para el TLCAN

En México han surgido reflexiones que vinculan el éxito de la renegociación del Tratado de Libre Comercio al contacto que ha desarrollado el canciller Luis Videgaray con Jared Kushner, yerno y asesor de Donald Trump. Las hipótesis plantean que la tormenta política que se ha generado por la investigación de los contactos de Kushner con los rusos al calor de la campaña electoral podría provocar que Kushner sea defenestrado y, con él, el TLCAN.

Es cierto que la cercanía lograda por el canciller ha sido importante, sobre todo en los contactos iniciales cuando Trump aterrizó en la Casa Blanca, sin embargo, considerar que una relación comercial muy compleja, con un volumen de comercio anual de 579 mil millones de dólares, dependa del contacto entre dos funcionarios es simplista e ignora la gran cantidad de intereses que están convergiendo en el proceso. Además, desde noviembre del año pasado se han intensificado los acercamientos entre funcionarios y empresarios de ambos lados de la frontera, con el objetivo de hacer un frente para evitar un resultado desafortunado en la renegociación. También se han dado contactos cotidianos que forman parte de la relación bilateral a lo que habría que sumar la resolución del conflicto del azúcar en el que los equipos del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y su contraparte, Wilbur Ross, han podido establecer una relación fluida.

El punto de inflexión que dará inicio a la renegociación será el próximo lunes cuando Robert Lighthizer, titular de la Representación Comercial de Estados Unidos, presente un escrito de objetivos específicos de la administración de Donald Trump en la renegociación.

En el ambiente transpira cierto optimismo respecto del resultado de la renegociación, el presidente del Fed de Dallas, Robert Kaplan, estuvo de visita en México en la semana que termina y dijo que está relativamente optimista con respecto al resultado de la negociación debido a la interdependencia económica con México y los beneficios que implica para los estadunidenses. El banquero central dijo que dicho optimismo es compartido en ambos lados de la frontera. Un día antes, Rick Perry, exgobernador de Texas y ahora titular de la cartera de Energía en la administración de Trump, afirmó en la capital del país que espera que la negociación ocurra de manera expedita y dio señales de conciliación hacia México al afirmar que: “la estrategia energética de la región se va a construir sobre los lazos existentes, para traer beneficios económicos tanto a Estados Unidos como a México y Canadá. México ya es nuestro segundo socio comercial en materia de energía”. En este aspecto, como en otros, la Unión Americana es superavitaria con respecto a México, ya que el año pasado exportaron 20 mil 200 millones de dólares en energéticos a nuestro país, mientras que importaron ocho mil 700 millones de dólares.

En el sector agrícola se ha dado un fuerte cabildeo en favor del TLCAN, de acuerdo con una extensa a Reuters 130, grupos de agronegocios han buscado cabildear con la administración de Trump para evitar que en el afán de buscar mejoras en otros sectores se dañe a la industria agrícola, ya que las exportaciones de ese rubro han pasado de cuatro mil millones de dólares en 1994 a 18 mil 500 millones de dólares. Entidades como Kansas, que votó en 57 por ciento en favor de Trump, exporta 99 por ciento de su maíz a México y, en total, sus exportaciones hacia nuestro país suman 520 millones de dólares, lo que representa 37 por ciento del total de lo que envían en mercancías al extranjero.

Dos muestras de la complejidad de intereses que convergen en el TLCAN más allá de las manufacturas que constituyen el mayor volumen e interdependencia. El lunes, de no darse retrasos, tendremos más nociones de los objetivos de Trump y no importará tanto si se mantiene o no Kushner o si se lleva muy bien con el canciller.

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