Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

21 Jul, 2017

Argudín: síndrome de Chimoltrufia

Tal parece que Alexandro Argudín, director general del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), padece el síndrome de la Chimoltrufia por aquello de que así como dice una cosa, dice la otra.

En entrevista en Fórmula Financiera, Argudín aseguró el pasado martes que el AICM no se ampararía contra la resolución de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) sobre asignación de slots, los horarios de aterrizaje y despegue de las aerolíneas.

Argudín aseguró que todas las recomendaciones de la Cofece están alineadas en más de 90%, y añadió que del análisis realizado por el AICM “no se había detectado ningún conflicto con el nuevo reglamento” ni en materia de transparencia, ni divulgación de información, sanciones a las aerolíneas que no cumplan con sus slots, y ni siquiera con la recomendación de que sea un órgano independiente del AICM el encargado de manejar los slots.

Para Argudín, según dijo en la entrevista, no había ni siquiera conflicto con las dos recomendaciones que más preocupan a las aerolíneas: la realización de subastas de slots, y el límite de 35% a la acumulación de slots en franjas horarias en aeropuertos saturados. Prácticas que no se realizan en ningún aeropuerto saturado y que están en contra de las recomendaciones de la IATA.

No hubo que esperar mucho tiempo para que Argudín se contradijera, porque ayer mismo se informó que el AICM sí se amparará contra la resolución de la Cofece por el tope de acumulación de 35% de slots, porque, como bien afirman, Delta y Aeroméxico podrían afectar severamente la conectividad aérea. Interjet y Volaris también están analizando la posibilidad de ampararse —el plazo vence el lunes— porque el tope de 35% aplicaría a cualquier aeropuerto saturado y podría afectar sus metas de crecimiento en el AICM.

Es el colmo en verdad que el martes Argudín diga que el tope de 35% no es un problema y el jueves se ampare en contra de esa medida con el argumento de que no había tenido tiempo de analizar los efectos.

PIDE IATA ESTÁNDARES INTERNACIONALES EN SLOTS

Y si hubiera alguna duda sobre la opinión de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional, ésta emitió ayer un comunicado en el que pide a México adoptar estándares internacionales para la asignación de slots. Precisa que la recomendación de la Cofece de asignación de franjas horarias puede generar un gran perjuicio.

Critica también los criterios de puntualidad para el retiro de slots porque no hay pruebas de que la relación puntualidad/slots mejore la puntualidad de las aerolíneas, y porque ignora los esfuerzos e inversión de las líneas aéreas para ser puntuales.

Señala que retirar los slots con 15% de demoras es también en contra de la recomendación de la IATA, de 80/20 en lugar del 85/15 propuesto por la Cofece.

La IATA asegura que la implementación de sus directrices mundiales de slots (WSG por sus siglas en inglés), garantiza la eficiencia en todos los aeropuertos.

ANTES DE 1975 HABÍA
TRES BOLSAS DE VALORES

Héctor Madero Hornedo, presidente honorario y fundador de Actinver, me escribió para recordarme que antes de que se promulgara la Ley del Mercado de Valores en 1975, que dio origen a las casas de bolsa, operaban en México tres casas de bolsa: la de Monterrey, que fue creada en 1950; la de Guadalajara, fundada en 1960, y la Bolsa de México, que nació en 1895.

Con la promulgación de la Ley del Mercado de Valores, en 1975, la gran mayoría de los agentes de valores constituyeron —en efecto— las primeras Casas de Bolsa, y surgió una importante generación de nuevos intermediarios, como fueron los casos de Roberto Hernández, José Madariaga Lomelín, Alfredo Harp Helú, Fernando Chico Pardo y ni más ni menos que Carlos Slim Helú. Héctor Madero Hornedo presume con orgullo que es hoy el único agente de bolsa que continúa vivo.

Con la ley de 1975, que marcó un parteaguas en el sistema financiero mexicano, se fusionaron las tres bolsas para crear la Bolsa Mexicana de Valores, que hoy forma parte del Grupo BMV, que preside Jaime Ruiz Sacristán.

Y ya que estamos en aclaraciones, si no hay un cambio de última hora, será el viernes 4 de agosto cuando el secretario de Hacienda entregue a Santiago Urquiza, presidente de la Central de Corretajes, la concesión de la nueva Bolsa Institucional de Valores (BIVA).

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