Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

4 Ago, 2017

40% de probabilidad de fracaso en el TLCAN

El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, aseguró ayer que hay un 60% de probabilidad de que la renegociación del TLCAN sea exitosa y concluya en enero próximo.

Reconoce también que las negociaciones, que iniciarán el próximo 16 de agosto en Washington, serán difíciles por temas que Estados Unidos ya puso sobre la mesa, como su exigencia de reducir el déficit comercial y desaparecer el capitulo 19 del TLCAN.

Defiende la estrategia del gobierno mexicano en cuanto a las prioridades en la negociación y asegura que sí hay posiciones que ya fijó México, como garantizar que no haya aranceles o mecanismos proteccionistas que impliquen un retroceso en el libre comercio trilateral, y que se mantengan mecanismos transparentes de solución de controversias.

En cuanto a reducir el déficit comercial de Estados Unidos con México, Guajardo dice que se buscará ampliar el comercio y no afectar a las exportaciones mexicanas.

Y un 40% de probabilidad de fracaso en las negociaciones es una mala noticia, pero es también una postura realista por parte del secretario de Economía, porque lo que se anticipa es que sí habrá momentos muy difíciles en las negociaciones.

Guajardo reconoció también que, en el caso de que hubiera un rompimiento en las negociaciones, México tendría que poner en marcha un plan B que, en el marco de la OMC, permitiera enfrentar y reducir el impacto de una salida del TLCAN.

Mantengamos cruzados los dedos y confiemos en el equipo negociador para que esto no ocurra.

Informales y subsidios más eficientes: CONAVI

Dos son las prioridades de Jorge Wolpert, director general de la Comisión Nacional de Vivienda: ampliar el mercado de los no afiliados ni al IMSS ni al ISSSTE y una mayor eficiencia en la entrega de los subsidios a la vivienda popular para que lleguen a quien realmente los necesita, que son quienes ganan menos de tres salarios mínimos al mes.

En cuanto al mercado de no afiliados, se prepara un programa muy interesante por parte de la Conavi, junto con la titular de la Sedatu, Rosario Robles, y del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, quienes entienden muy bien la problemática social en México, porque ambos fueron, en este sexenio, secretarios de Desarrollo Social.

Wolpert explica que la mejor forma de combatir la economía informal es a través del crédito, por lo que se trabaja en un esquema que permita apoyar con créditos a los trabajadores informales.

El mercado de vivienda, explica Wolpert, está hoy concentrado en más del 50% en viviendas de interés social, de menos de 400 mil pesos, y se estima que al año se construyen 500 mil viviendas en este mercado, y ya hay varios bancos y empresas constructoras de autoproducción que están interesadas en este segmento.

En cuanto a los subsidios a la vivienda, Wolpert ya empezó, desde principios de este año, reduciendo el monto del subsidio que se otorga a trabajadores que ganan cinco salarios mínimos al mes, y se redujo a cuatro salarios mínimos, pero el subsidio es mayor para los trabajadores con ingresos menores a 2.6 salarios mínimos y para la población vulnerable, como es el caso de las madres solteras.

Actualmente, el 80% de los subsidios se canalizan a trabajadores afiliados al Infonavit y al Fovissste, y el objetivo de Wolpert es que el subsidio llegue más a quien más lo necesite.

Fitch mejora también perspectiva

Y la buena noticia del día, que desde luego festejó la Secretaría de Hacienda, es que Fitch se unió a Moody’s al mejorar la perspectiva de la calificación de México, de negativa a estable. Como en el caso de Moody’s, no es un aumento en la calificación, pero sí disminuyen las presiones ante el temor de una descenso en la calificación, y ayudará a las empresas, tanto privadas como estatales, a financiarse bajo mejores condiciones.

Fitch basa su decisión en los menores riesgos en el crecimiento económico, la estabilización en la carga de la deuda, una postura moderada por parte de Estados Unidos en la renegociación del TLCAN, la resiliencia mostrada por la economía ante la caída en los precios del crudo y los riesgos de una política proteccionista por parte de EU, y la capacidad de las autoridades para enfrentar estos riesgos y continuar con la consolidación fiscal y con un menor déficit público.

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