JAMK, Ministro de Finanzas del Año

WASHINGTON.

Un logro poco reconocido en el manejo de las finanzas públicas de México es el efecto que la consolidación fiscal, que tomó velocidad en septiembre de hace un año. Hoy, México aparece en el Banco Mundial, como el único país que aplicó políticas monetarias y fiscales para actuar sobre la inflación, contener el déficit fiscal y reducir la deuda a PIB, en un contexto internacional incierto por la presión que ha ejercido la revisión del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) y, recientemente, los efectos de los sismos de septiembre.

Justamente eso destacó en el reconocimiento que le entregó el sábado por la tarde a la subsecretaria de Hacienda y Crédito Público, Vanessa Rubio, el editor general de Global Markets, Toby Fildes, quien lo recibió en representación del secretario José Antonio Meade, quien llegó a lo “esencial” de las Asambleas Generales del Fondo Monetario y del Banco Mundial, la Reunión del G20 el viernes por la mañana, las bilaterales con Stephen Mnuchin y William Morneau el viernes por la tarde y, una decena de multitudinarias reuniones con inversionistas.

Ese periódico, que se produce sólo cuando se realizan las asambleas de los organismos financieros y del Instituto de Finanzas Internacionales, estableció para razonar el reconocimiento a Meade lo siguiente: por su “tranquila, pero firme autoridad para conducir la economía de México en un año difícil, pensamos que usted debe ser reconocido como el ministro de Finanzas de América Latina de este año”.

Normalmente, el periódico sondea a inversionistas, banqueros y calificadoras para determinar a los ganadores, que pueden ser por una emisión, por una operación compleja, por una renegociación de deuda, por la innovación en administración fiscal o financiera, pero pocas veces se reconoce el cambio estructural positivo en menos de un año en las finanzas de un país.

“Los analistas han elogiado su coordinación con Pemex y su postura en materia de política fiscal, y se ha visto claro en los resultados. La decisión de Standard & Poor’s de eliminar la perspectiva negativa de la calificación de México en julio pasado fue un justo reconocimiento a la estabilización de la relación de la deuda pública al PIB lograda bajo su conducción”.

“Su firmeza –en medio de una situación política delicada— en la liberación de los precios de las gasolinas en enero pasado ha sido reconocida como un acto responsable, que ha sido valorado positivamente por la comunidad de economistas”.

“Pepe Meade” no dijo nada del reconocimiento. Ni en la foto del G20 o en la foto del IMFC-WB se colocó en un lugar frontal o notable porque se subió al fondo –llegó corriendo por atender un encuentro de una firma financiera donde se esperaba su punto de vista sobre la negociación del NAFTA. Tuvo que pararse de puntas y hacerse a un lado para que Ulises (el fotógrafo de Hacienda), le hiciera una toma a lo “Wally”. Simplemente no estaba en sus prioridades salir en la foto, sino salir corriendo al aeropuerto para alcanzar otro avión, esta vez a Mazatlán, aunque volara por Houston.

En la premiación, Vanessa Rubio agradeció de gran forma el reconocimiento. Y sí.. conoce bien al secretario y sabe que primero agradecería a Global Markets el honor. Segundo diría que es un reconocimiento a las políticas económicas y financieras del presidente Enrique Peña Nieto durante los  5 años de su gobierno; tercero, compartiría el premio con los hombres y mujeres que integran al equipo de la Secretaría.

Cuarto, ratificaría lo mismo que hizo antes en sus dos comparecencias en el Congreso de los días previos: que está comprometido con el mantenimiento de finanzas sanas en el país porque son la base para el crecimiento y la generación de prosperidad para los mexicanos, y finalmente, dijo la subsecretaria
Rubio, el reconocimiento se lo dedicaría a toda la buena gente de México, que ha mostrado unidad, resistencia, fortaleza, compasión y solidaridad, durante estos tiempos difíciles.

Y con un ¡viva México!, muy mexicano, se ganó el aplauso de una muy buena audiencia presente en la premiación.

Dicho sea de paso, todo el equipo negociador del TLCAN se veía convencido de que, con argumentación sólida, se ha ido avanzando mucho y a paso firme, en la negociación en curso que tiene mucho ruido fuera pero buena consistencia adentro.

De Fondos a Fondo

#Carstens… La sencillez del alumno sigue presente en uno de sus mentores. El sábado fue la última ocasión en la que el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, presidió el IMFC, el poderoso Comité Monetario y Financiero del Fondo Monetario Internacional, que le ha dado renombre a México. Se va seis meses antes de que hubiera dejado la posición para la que fue nombrado en marzo del 2015. Agradeció a la membresía y a la administración, aun cuando en el futuro, desde la posición de director general del BIS, seguirá trabajando en equipo con el Fondo y, en particular con Lagarde, a quien se refiere como Christine, lo que da cuenta de la amistad personal y profesional que han tejido desde que Agustín Carstens decidió contender por el puesto de director gerente del organismo en el ánimo de colocar la lupa sobre la subrepresentación de los países emergentes en la estructura de decisiones del FMI.

“He tenido la oportunidad de trabajar de forma cercana contigo y darme cuenta de su enorme capacidad para manejar esta institución”.

Y el fairwell de Christine Lagarde no se quedó atrás, por su calidez y agradecimiento. “Quiero iniciar expresando una fuerte gratitud y reconocimiento a la Silla del IMFC. Ha sido un gusto trabajar con Agustín. Él y su equipo completo, que se ha involucrado siempre en la conducción y la preparación de las reuniones, en obtener el apoyo y generar los consensos necesarios. Agustín ha sido un gran líder de forma especial, fue amigable, amistoso y hasta cierto punto estilo familiar, que no es otra cosa, que yo diría, el estilo a la mexicana, que es muy querido”. Dos despedidas públicas. México deja con Agustín Carstens una silla en la que se concretó el más complejo proceso de aumento del capital del FMI porque tardó más de 10 años. El siguiente, será aún más complicado en la era Trump.