¿Es posible un cambio de enfoque contra el tabaquismo?

CARTAGENA, Colombia.— Del 20 al 25 de noviembre se efectuará en Panamá la Conferencia de las Partes 10 (COP10) del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (FCTC), y el tercer periodo de sesiones de la Reunión de las Partes en el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco (MOP3).

Sin duda, una reunión que puede marcar un cambio si el diálogo entre el equipo que encabeza hoy como secretaria del FCTC, la doctora Adriana Blanco Marquizo, de Uruguay, y las representaciones de salud de países que están tomando la decisión de cambiar la política antitabaquismo de una prohibicionista a una de entendimiento, con base en ciencia, de las alternativas de reducción de riesgo a la salud, como los dispositivos libres de humo, vapeadores y cigarrillos electrónicos, en los términos que han sido aprobados en Reino Unido, Japón, Nueva Zelanda, Suecia y República Checa, y están por aprobarse en Chile, Uruguay, y se analizan en Colombia y se avanza en regulación diferenciada en EU, España y Francia. ¡Algo habrán revisado las instituciones de salud y los reguladores sanitarios!, ¿no cree?

Es interesante la discusión desde dos focos. Ante el daño que causa el tabaquismo en la salud mundial, el proceso de transformación que están teniendo las tabacaleras resulta, para algunos, paradójico, porque siguen vendiendo legalmente cigarros (con todas las prohibiciones de exhibición de las cajetillas, etiquetados alarmantes y prohibición de lugares para fumar en zonas públicas y, en los mismos 10 años que han transcurrido desde que se estableció el FCTC, corporaciones como Philip Morris International (PMI) han transformado su negocio en uno que ofrece “menor riesgo”, por fumar alternativas que calientan o vaporizan el tabaco, pero no lo queman.

En este contexto, se está llevando a cabo en esta ciudad un seminario impulsado por PMI, que dirige en la región Mario Masseroli, con el enfoque de Technovation, que centra la discusión en la regulación diferenciada sobre los productos “libres de humo”, dado que no son cigarros, y en los lugares donde eso ocurre, como Reino Unido, han reducido, efectivamente, el 7% de la población que fuma cigarros, con el consecuente ahorro en gastos de salud pública. Según el estudio de NielsenIQ, uno de los mayores impactos de que la industria no esté bien regulada es que no hay control ni restricciones de compra ni control de precios, elemento central de la MOP3, que no se corrige con ley, sino con capacidad del Estado para vigilar el cumplimiento de la ley.

Algunas de las principales consecuencias son: el 33% de la población mayor de 19 años (no en etapa de embarazo o de lactancia) ha consumido algún producto relacionado con el tabaco en los últimos 7 días; los métodos tradicionales (cigarros o cigarrillos con y sin filtro) siguen siendo los de mayor penetración y 10% se decanta por usar algún método electrónico de suministro de nicotina, sobre todo cigarros electrónicos o vapeadores.

En conclusión: en la COP 10 podrá afirmarse que, en el caso del acceso a adolescentes y menores de edad: la falta de regulación no obliga a los vendedores a pedir identificación oficial para comprobar la edad. Es por ello que uno de los grandes problemas de esta prohibición es que los adolescentes tienen acceso a estos productos. Prohibir no ha terminado con la comercialización de estos productos, sino, al contrario, se ha creado un mercado negro sin ninguna restricción ni vigilancia sanitaria en México y América Latina, y la obligación del Estado es ofrecer información y aprovecharse del avance del conocimiento para reducir el riesgo a la salud. Siempre será mejor no fumar, pero si alguien no quiere dejar de hacerlo, lo hará en las peores condiciones de información.

• DE FONDOS A FONDO

#NEGOCIO creciente para alguna rara bolsa en el Repuve de Nuevo Laredo. Nos dicen que es un verdadero caos realizar el pago en Banjército para registrar vehículos de internación en forma definitiva porque el personal no está capacitado, sólo dan 60 hologramas al día, desde las 11:30 h, y cobran 58.32 dólares, cuando el presidente López Obrador ha ordenado que el trámite sea gratuito. Para acabarla, el supuesto registro no queda realizado en el Repuve, pues el verdadero se da ante las secretarías de Finanzas de cada entidad. ¡Negocio redondo!