Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

12 May, 2023

Clubes vacacionales, buenas ventas, pero menos prospectos

Los clubes vacacionales y tiempos compartidos en México enfrentan una paradoja, por una parte, las ventas de 2023 están 40% arriba con respecto a 2022; pero los pick ups o llegadas a los hoteles se están ralentizando y de allí provienen sus clientes futuros.

Rosario Rodríguez Rojo es la presidenta de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur), organización que ha sido comandada por algunos empresarios mexicanos muy reconocidos en el negocio de los viajes.

Ella inició hace décadas como prospectadora en una sala de ventas de Royal Holiday, empresa que fundó y presidió Pablo González Carbonell, quien falleció recientemente; desde allí, esta ejecutiva escaló posiciones hasta convertirse en la directora general.

Hoy, dos millones de familias tienen un tiempo compartido o una membresía en un club vacacional en los 650 desarrollos que hay en México.

En el mundo hay cinco mil 800 desarrollos que operan con este sistema, de los cuales mil 500 están en Estados Unidos y 650 en este país, donde se venden 240 mil membresías al año.

Cada una tiene un precio promedio de 15 mil dólares, así es que suman tres mil 600 millones de dólares.

La cuota anual, en promedio, es de 700 dólares y, con dos millones de familias que tienen una membresía vigente, 70% adquiridas por extranjeros y 30% por mexicanos, generan un flujo de mil 400 millones de dólares.

De la década de los 80 del siglo pasado, cuando los “tiempos compartidos” eran una actividad disruptiva, hasta la fecha, prácticamente todas las grandes marcas de la hotelería están en este negocio, llámense Marriott, Hyatt, Hilton, Disney o Four Seasons.

Sin embargo, el negocio sigue teniendo un problema de imagen y la presidenta de Amdetur aceptó que se mantiene el reto de comunicar mejor.

Además, con el cierre del Consejo de Promoción Turística faltan recursos públicos para posicionar la marca país y también para hacer frente a situaciones coyunturales a través de las herramientas para el manejo de crisis.

Hoy todo eso, compartió, hay que compensarlo con los esfuerzos que realizan los estados más sensibles a los retos del turismo, como son Quintana Roo y Baja California Sur; además de los esfuerzos que realizan las empresas de forma individual.

Un entorno que se vuelve mucho más retador para destinos como Huatulco, Mazatlán o Manzanillo, pues ni en Oaxaca ni Colima ni en Sinaloa cuentan con los ingresos fiscales que sí perciben los principales estados turísticos.

Desde su perspectiva, la pandemia trajo nuevos retos al sector, pues ha crecido la demanda de servicios a través de las plataformas digitales y también han aumentado de forma importante los fraudes, hasta el punto de que considera que más de cinco de cada 100 compradores han sido víctimas o han recibido llamadas de criminales que han tratado de estafarlos.

Además, como usan logotipos de asociaciones y compañías, las quejas llegan a estas últimas.

Adicionalmente hay nuevas necesidades por satisfacer, como aceptar cancelaciones con menos tiempo de anticipación, flexibilidad para dividir en dos periodos una semana de vacaciones o la decisión de algunas firmas de eliminar la cuota de mantenimiento.

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Antes de salir de su oficina, al final de la entrevista, Rodríguez Rojo señaló una puerta que conectaba directamente con la de González Carbonell, un jefe a quien extraña y de quien dice que hace falta esa visión crítica y valiente que lo caracterizó.

 

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