¿Qué hacer para mitigar los efectos económicos del Covid-19 en las Pymes?

C.P. P.C.F. y M.F. Ramón Miranda Lagunas integrante de la Comisión de Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México

CIUDAD DE MÉXICO.- Estamos entrando en la tercera fase de contingencia derivado del virus denominado Covid-19, el cual tiene alta velocidad de propagación y está afectando a varios países; México no es la excepción.

En virtud de las medidas sanitarias que se están estableciendo, los negocios se están viendo afectados en su economía al tener que trabajar parcialmente o, en algunos casos, cerrar sus puntos de venta.

Bajo este escenario entra la disyuntiva de ¿Qué hacer con los trabajadores? En el mejor de los casos trabajarán en casa, si así se lo permiten sus actividades; pero, por el contrario, otros no podrán desarrollar sus actividades pues ésta implica una presencia física en el trabajo (actividades manuales).

Vale la pena mencionar que la Ley Federal del Trabajo tiene contemplado en los artículos 427 fracción VII, 429 fracción IV, los lineamientos a seguir por las empresas en la relación laboral, en caso de contingencias y las cuales, no se han cumplido cabalmente, según se puede deducir por las noticias que al respecto se han dado en los medios de comunicación masiva. 

El gobierno recién anunció que se otorgarán un millón de crédito para micronegocios -algunos de ellos incluso dentro de la informalidad-, de hasta $ 25,000 sin intereses o con intereses muy bajos.

Hace un mes venció el plazo para presentar la declaración anual de las personas morales y, seguramente varias de ellas tendrán que pagar el saldo a cargo del impuesto sobre la renta. Sin las ventas que generalmente se tienen ¿Cómo se va a pagar el impuesto? ¿Cómo se pagará a los trabajadores? ¿Cómo se pagarán los demás gastos operativos?

Se tiene la idea en el gobierno de que estos apoyos equivalen a un rescate a los empresarios, como ha sucedido en el pasado, pero pierden de vista que estamos hablando de los pequeños y medianos empresarios, que no son dueños de las grandes empresas y que proveen más del 70% del empleo; al protegerlos a ellos, se está también protegiendo a los trabajadores.

Ahora bien, no se está pidiendo que perdonen impuestos o adeudos de estos. El Instituto Mexicano de Contadores Públicos emitió un plan de contingencia, en el que solicita se otorguen los siguientes incentivos fiscales:

1. “Ampliación del plazo presentar la declaración anual de personas morales.
2. Deducibilidad del 100% de las prestaciones sociales a los trabajadores.
3. Depreciación acelerada de nuevas inversiones en activos fijos.
4. Deducibilidad al 100% de los intereses de créditos destinados a la inversión en expansión de la capacidad instalada.
5. Facilidades para el cumplimiento de las obligaciones fiscales.”

Como se puede observar, en ninguno de los puntos se hace referencia a la condonación de adeudo o algún tipo de perdón fiscal. Se busca dar incentivos que permitan reactivar la economía, premiar a los empresarios que decidan invertir y ampliar su capacidad instalada, así como aquellos que otorguen beneficios a sus empleados.

Ante la falta de incentivos, las pymes deberán establecer sus propios planes de contingencia y sortear el difícil momento que se vive, con sus propios medios. Sugerimos seis medidas que pueden ayudar:

Flujo de efectivo. Dada la disminución en ventas que muchos negocios enfrentarán, el flujo de efectivo se verá considerablemente reducido, por lo que se deberá poner especial cuidado en su utilización. Recomendamos elaborar un flujo de efectivo para los próximos 3 meses y buscar acuerdos con los clientes para una pronta recuperación de la cartera, asi como la negociación con sus proveedores para el plazo de pago.

Análisis de gastos. Hacer una revisión minuciosa de los gastos que actualmente se tienen, buscando reducir y/o eliminar aquellos que no sean indispensables para la operación del negocio.

Reducción producción y/o compras. Ante la inminente caída de ventas, es necesario considerar una reducción en la producción y/o en las compras de inventario, buscando un equilibrio que permita NO sobre inventariarnos, pero que al mismo tiempo tengamos la capacidad de reaccionar, cuando se reactiven las ventas.

Promoción ventas en línea. En la medida de lo posible y de acuerdo con el giro del negocio, buscar promover la venta en línea y con base en ello, realizar los cambios necesarios en la logística de operación.

No dejar de operar. Es importante que por ningún motivo hacer un cierre total de operaciones. Se debe mantener a los colaboradores en home office, realizar guardias en oficina y, sobre todo, mantener presencia con los clientes.

Consolidación de pasivos. Buscar mejorar las condiciones de sus créditos actuales, ya sea en tasa o en plazo que les permita reducir los compromisos financieros. Algunos bancos ya están ofreciendo plazos de gracias de hasta 4 meses.

A manera de conclusión, podemos decir que:

• Viene un momento difícil tanto en la salud de los mexicanos, como en la salud financiera de las empresas.
• Las relaciones laborales deberán regularse bajo los lineamientos que establece la Ley Federal del Trabajo para caso de contingencia.
• Con la finalidad de salir adelante, sería de mucha ayuda que el gobierno ofreciera algunos incentivos fiscales a las empresas para protegerlas y asimismo proteger a los trabajadores que en ellas laboran.
• Las empresas deben tomar medidas que les permitan eficientar el uso de sus recursos, tanto materiales como humanos.
• Es momento de “cerrar filas” tanto gobierno como particulares para cuidarnos y salvaguardar el activo más valioso que tenemos los seres humanos: Nuestra salud.