Buscando respuestas

Verdaderamente confuso ha resultado el tema del mantenimiento de carreteras. Plantea una gran cantidad de derivaciones que deben ser tomadas en cuenta y que van mucho más allá de la decisión presidencial de ordenar a la Secretaría de Hacienda que retenga el fondo autorizado por el Congreso para este fin.

No alcanzan las confusas explicaciones del Presidente sobre las afectaciones que habrían sufrido las carreteras del sureste durante la construcción del Tren Maya ni el desprecio hacia grupos de la iniciativa privada, como la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), presidida por Francisco Javier Solares, a los que, simplemente, se les ha ignorado. El Padre del Análisis Superior se ha puesto a buscar respuestas. Primero los hechos:

La SICT canceló las licitaciones del programa de mantenimiento carretero para este año porque le fueron retenidos los recursos por la Secretaría de Hacienda, encabezada por Rogelio Ramírez de la O.

El Presidente dijo en alguna alocución mañanera que había una gran corrupción en la construcción de carreteras y que por eso se confiarían las obras a la Secretaría de la Defensa.

También dijo algo que se interpretó como que los encabezados por Luis Cresencio Sandoval se harían cargo de las reparaciones en el sureste del país. Poco o nada se ha dicho sobre el mantenimiento de carreteras en el resto de la nación.

A partir de ahí, las cosas se vuelven mucho más complejas y sujetas a la interpretación.

En el rumbo de la Secretaría de Hacienda se asegura que el Presidente perdió la confianza en el titular de la SICT y que ha decidido concentrar todo el esfuerzo carretero en el sureste del país bajo el criterio de canalizar los recursos hacia los que considera más pobres y no necesariamente a donde son más eficientes.

Quienes sostienen ese tipo de creencias aseguran que se debe buscar un adecuado balance en el desarrollo del país. Las carreteras en el centro y norte del país requieren el mismo mantenimiento no sólo por un sentido de justicia abstracto, sino porque están aumentando sus cargas por la relocalización de empresas.

Bastaría dar seguimiento al eje carretero de la CDMX hacia Querétaro y de ahí hacia el occidente y norte del país para darse cuenta de que no es una buena decisión concentrar todos los recursos sólo en una región del país. Hoy, el PAS no se detendrá en el grave problema del robo al transporte que, por momentos, parece rebasar la capacidad del gobierno.

Quienes no le dan tanto peso a la creencia de que se trata de una pérdida de confianza en el titular de la SICT plantean un punto válido desde cualquier punto de vista: ¿si el Presidente perdió la confianza en Nuño, por qué lo mantiene en el cargo? También están los que dicen que, más que duda sobre la capacidad de Nuño, quien ha sido un gran catalizador en los trabajos fundamentales de la SICT, es una mezcla entre mayor confianza a la Secretaría de la Defensa y la preocupación presidencial de terminar sus obras insignia.

Mientras todo esto sucede, el equipo de Nuño está analizando caminos presupuestales para poder cumplir con el programa de mantenimiento de carreteras en el resto del país, puesto que se tiene la convicción de que, de no hacerlo, implicaría muy graves problemas para la conectividad.

Habrá que esperar el dato de la segunda quincena para poder analizar el dato mensual, que, sin lugar a dudas, es un indicador mucho más preciso en la medición de la inflación.

El dato ha hecho que muchos hagan especulaciones basura. De entrada, no se trata de un logro de la actual administración, sino que tiene mucho más que ver con el excelente trabajo de la Junta de Gobierno del Banco de México, gobernado por Victoria Rodríguez.

Bueno, hay quienes ya inventaron que los miembros del instituto central tienen una posición tres a dos sobre si bajarán o no la tasa de referencia en su próxima reunión. De entrada, ese tema sólo se discute abiertamente en la Junta de Gobierno y, en segundo término, ahí están las minutas que dejan claro que actúan de una manera independiente.