David Páramo

Análisis superior

David Páramo

18 Mar, 2024

Expropiación petrolera

El actual gobierno de México se embarcó en una exótica aventura que podría definirse con frases como “recuperar la soberanía energética”, “hacer fuerte a Pemex y CFE”. El resultado ha sido patético y seguirá dañando a las finanzas públicas.

Se privilegiaron los símbolos políticos, las creencias superadas por una realidad que es totalmente diferente a la que se vivió en la década de los 70, no sólo en México, sino en todo el mundo. Se eligió un modelo arcaico de estatismo que ha fracasado y se revivió la corrupción de tiempos pasados.

Al analizar la calificación que se le da a la deuda del gobierno de México, resulta que no sólo se ha mantenido, sino que ha venido mejorando, por lo menos en la expectativa; sin embargo, la de Pemex ha caído tres niveles y las perspectivas son muy malas.

La diferencia es que, mientras los diferentes secretarios de Hacienda (Carlos Urzúa, Arturo Herrera y Rogelio Ramírez de la O) han mantenido la prudencia en las decisiones económicas, en buena medida porque han tenido como hilo conductor al subsecretario Gabriel Yorio, en el sector energético ha privado el neopopulismo con su caudal de ineficiencia y corrupción.

Hoy, el Padre del Análisis Superior no se detendrá en la CFE, mal dirigida por Manuel Bartlett, quien incluso ha llevado al gobierno a pagarle poco menos de 6 mil millones de dólares a Iberdrola, dirigida en México por Enrique Alba, para que la firma española descarbonice su operación, como parte de un capricho neopopulista que complica a México cumplir con sus metas ecológicas. 

REMATE EMPEORADO

Pemex es peor de lo que era en tiempos de Emilio Lozoya, puesto que se mantiene la corrupción, pero con peores resultados operativos. Hoy Pemex está metido en la producción de combustóleo, que es altamente contaminante, la producción de gasolinas es menor a la del sexenio pasado y los megaproyectos han resultado en megafracasos.

La refinería de Dos Bocas, que ha sido inaugurada infinidad de veces en el discurso, todavía no produce gasolinas, pero sí promesas cada vez más deslucidas. La última fue que el mes próximo iniciará con el 20% de su producción.

Los discursos de la expropiación petrolera dejarán claro cómo hasta el gobierno ha ido perdiendo el interés en un proyecto que ya tiene un costo que ronda los 20 mil millones de dólares. Se descartó a empresas de talla internacional que originalmente habían sido contratadas por este gobierno porque dijeron que no podría hacerse en menos de 9 mil millones, ni en el plazo al que se comprometió la entonces secretaria de Energía, Rocío Nahle.

A esta zacatecana, candidata al gobierno de Veracruz por parte de Morena, se le debe que el gobierno de México tenga grandes posibilidades de perder un panel energético en el marco del T-MEC y que, si no se ha dado, es por las eficaces maniobras evasivas de la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, también por decisiones de la SCJN, presidida por Norma Piña, que han dejado sin litis algunos de los puntos de reclamo de Estados Unidos y Canadá.

Pero no es lo único. En la medida en que se acercan las elecciones, la imagen de Nahle se vuelve más cuestionada, con pruebas cada vez más sólidas. En días pasados se ha dado a conocer que es propietaria de una casa que algunos valúan en más de 40 millones de pesos, cantidad imposible con su salario como funcionaria pública (ella no puede decir que son las regalías de sus libros o un emprendimiento de chocolates), pero no sólo eso.

REMATE CORROMPIDO

Quien fuera uno de los operadores financieros de Emilio Lozoya y se beneficia de privilegios por el gobierno, a pesar de ser un criminal confeso, es Leonardo Cornejo, ingeniero encargado de la construcción de Dos Bocas.

Hay evidencia que, cuando este hombre trabajaba en Pemex, solía recibir a Luis Alberto de Meneses, quien fuera director de Odebrecht México. Según los legajos de ese caso de corrupción, Cornejo operó directamente el soborno para que la firma corruptora tuviera un contrato con la refinería de Tula.

Cornejo hasta ha firmado poco menos de 200 contratos sobre la obra insignia de este gobierno en materia energética. Prácticamente todo lo que ha contratado tiene la firma de este hombre que trabajaba para Lozoya Austin.

La política energética seguida durante esta administración ha sido profundamente equivocada, puesto que para mantener a empresas del Estado ha hecho a un lado a quienes son menos dañinos con el medio habiente en una estrategia de malos resultados.

Lo peor es que muchos de los actuales funcionarios actúan con la misma o peor corrupción que la que prometieron acabar barriendo de arriba hacia abajo las escaleras

 

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