Midiendo el fracaso

                                         En memoria, Germán

Basta ya de romantizar a las remesas. Son la medida del fracaso del gobierno para dar a sus habitantes condiciones para que progresen en la tierra donde nacieron. Su monto está manchado por la sangre, sudor y lágrimas de muchas personas que tienen que salir de su país para buscar una vida mejor.

Quienes se van son personas emprendedoras, determinadas y trabajadoras, que merecen tener en su tierra las oportunidades que buscan en otro lado. No se trata de una suerte de ejército de ocupación para traer remesas al país.

Es insultante que haya quienes dicen que el crecimiento en el envío de remesas es por la confianza en el gobierno receptor. Esta inverosímil versión es una ofensa, como si los migrantes castigaran a sus familias y a ellos mismos por su opinión de un gobierno. El hecho concreto es que cuando un país comienza a funcionar mejor, disminuyen los habitantes que se van a otro país.

REMATE EQUIVOCADO

El Padre del Análisis Superior les ofrece una disculpa a los lectores de esta columna porque cometió un error al decir que la Secretaría de Gobernación había logrado detener el paro nacional de transportistas en protesta por la inseguridad.

El bulo que se tragó el PAS, por eso se disculpa nuevamente, decía que la dependencia que encabeza Luisa Alcalde había logrado detener el paro nacional bajo la promesa de que se establecerían mesas de negociación para atender el grave problema del robo al transporte, que es cada vez más violento.

Los hechos demuestran que se trató de una estrategia para quitar incentivos a los transportistas para hacer la manifestación; sin embargo, en diversas partes del país se realizaron protestas ante una situación que se está saliendo de control. Se trata, como se dijo ayer, de una mezcla entre la impunidad y la incapacidad de la Guardia Nacional para atacar a los delincuentes. Tristemente, se buscó dar una solución política evitando las protestas y no solucionando el fondo del problema.

Ojalá que mucho más allá de los cálculos político-electorales, hubiera un verdadero compromiso con el combate a este tipo de delincuencia. Como lo ha señalado atinadamente el PAS en este espacio, uno de los factores que están impidiendo una baja más rápida de la inflación a pesar de las buenas decisiones del Banco de México, gobernado por Victoria Rodríguez, es justamente la inseguridad en el transporte.

De acuerdo con estimaciones de la iniciativa privada, el robo al transporte en carreteras ronda los 7 mil millones de pesos. A ellos se les debe sumar la pérdida de vidas, así como los gastos asociados en seguros y acciones para proteger tanto a los transportistas como a sus vehículos y la mercancía.

REMATE ECONÓMICO

En 2018 el Padre del Análisis Superior dijo en reiteradas ocasiones que una buena manera de evaluar el éxito o fracaso de un gobierno era por diversos indicadores económicos, destacadamente, el del PIB. Si quien resultara ganador de las elecciones lograba que el crecimiento promedio anual de la economía fuera superior al 2.4%, entonces sería un mejor presidente para los habitantes del país. Durante el periodo neoliberal se creció a esa tasa, que evidentemente es insuficiente para superar los graves rezagos de la nación.

Con los datos que se han visto durante esta administración y sumando las estimaciones de la Secretaría de Hacienda, encabezada por Rogelio Ramírez de la O, así como los analistas consultados por Citibanamex, resulta que el crecimiento promedio anual rondará 1% durante esta administración, nivel que no tenía el país desde el sexenio de Miguel de la Madrid.

Hay quienes tratan de justificar a este gobierno por la caída de la economía derivada de la pandemia, la fractura de redes de transporte, la invasión de Rusia a Ucrania; sin embargo, carecen de sustento. En todo momento la economía mexicana ha tenido que enfrentar grandes golpes de carácter internacional como el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York o la crisis hipotecaria en Estados Unidos. Los números son fríos y no aceptan pretextos.

REMATE ALERTADO

En medios internacionales han crecido acusaciones en el sentido de que el Banco Santander, encabezado en el mundo por Ana Botín, estaría involucrado en operaciones irregulares para violar las sanciones económicas en contra de Irán.

Mucho más allá de las interpretaciones que puedan hacerse en torno a estas medidas en contra de un gobierno, el hecho es que si Santander violó el bloqueo, las implicaciones podrían ser monumentales. Ningún otro hecho similar del pasado tendría un impacto tan demoledor para esa institución de crédito. Detrás de las imputaciones que deberán probarse en tribunales, será interesante ver cuál será el impacto en la operación del banco que en México dirige Felipe García Ascencio.