Airbnb son 20 mil; Batres, por Padrón; Acapulco: empresas ayudan, ¿y pequeños?

La Ciudad de México, al igual de otras grandes ciudades del mundo, tiene Airbnb, la plataforma digital para rentar una habitación, departamento o casa. Pero el Airbnb ha servido para ocultar verdaderos hoteles; entonces, lo que era un negocio casero, de repente se ha visto absorbido por empresarios que en la realidad tienen hoteles que se hacen pasar por plataformas digitales para evitar la regulación.

EN POLANCO, UN AIRBNB CON ¡40 HABITACIONES!

La autoridad capitalina, nos cuenta Eduardo Clark, el director de Gobierno Digital de la Ciudad de México, se topó con que en Polanco había un edificio con 40 habitaciones rentadas bajo la modalidad Airbnb, para evadir toda la regulación sanitaria, de seguridad, pago de impuestos y personal, cuando en realidad es un hotel hecho y derecho.

Martí Batres, el jefe de Gobierno capitalino, ha notado el problema de la gentrificación con las plataformas digitales en viviendas, con quejas fuertes de vecinos, por el desorden, y de hoteleros, por la competencia desleal.

Hoy en día, el turista que llega a la Ciudad de México y renta un Airbnb confía plenamente en el anfitrión… pero hay poca seguridad. La iniciativa de ley que está enviando Batres y su equipo al Congreso local es para modificar la Ley de Turismo de la Ciudad de México, y poder crear un Padrón de Anfitriones, que se va a actualizar cada seis meses.

SÓLO TRES AIRBNB

Los dueños de Airbnb sólo podrán operar con tres inmuebles, ya sean departamentos, habitaciones o casas. Para registrarse al padrón, los dueños del Airbnb sí tendrán que dar ciertos datos personales: nombre, RFC, constancia de situación fiscal, comprobante de domicilio y acreditar el pago de contribuciones. Entre las exigencias a los Airbnb, viene lo básico: lineamientos de seguridad e higiene. Las estimaciones de la autoridad capitalina son que actualmente hay 20 mil Airbnb en la Ciudad de México, pero en colonias como la Roma, Condesa, Polanco, se han multiplicado y comenzado a generar problemas. El impuesto por hospedaje no cambiará. En los hoteles, el Impuesto Sobre Hospedaje es del 3.5%, tomando en consideración que cumplen con una regulación mucho mayor, no sólo en higiene y seguridad, sino también en muchos otros servicios. Para las plataformas digitales, el impuesto sobre hospedaje en la CDMX se mantendrá de 5%.

DEL CÁRTEL INMOBILIARIO, 80 MDP A CENTROS DE ATENCIÓN

Desde luego, también está el del Cártel Inmobiliario, y Martí Batres sigue el trabajo de Claudia Sheinbaum, quienes, en efecto, sí encontraron corrupción cuando se incendió un edificio de Avenida Coyoacán, y se toparon con que era de funcionarios de la alcaldía Benito Juárez. Y claro que se hizo un tema político para criticar al PAN que ha gobernado Benito Juárez por años. Pero, en este caso, Sheinbaum y Batres encontraron un buen caso de corrupción. Nada menos ayer, Batres anunció el primer inmueble, en Insurgentes Sur 1774, que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México recuperará a favor del gobierno capitalino. Los inmuebles serán utilizados como Centro de Atención Social para la ciudadanía. Se calcula que la Fiscalía capitalina recuperó inmuebles por 80 millones de pesos. Y claro que había corrupción. Lo malo es que, después de ello, construir edificios pequeños en la Ciudad de México se ha vuelto un viacrucis.

COCA COLA, TELCEL, AEROMÉXICO Y ACAPULCO

En Acapulco apenas inicia la reconstrucción. Es de llamar la atención que empresas como Coca Cola Femsa pongan al servicio de la población camiones para potabilizar agua. O que Telcel siga sin cobrar las facturas. O que Aeroméxico, después del puente humanitario, vaya a comenzar sus vuelos el próximo lunes. Incluso que el Grupo Aeroportuario OMA inicie operaciones comerciales con el aeropuerto de Acapulco. Por lo demás, los hoteleros grandes siguen su compromiso de tener 3 mil 500 cuartos listos para el Tianguis Turístico, tanto Mundo Imperial (no el Princess, que se llevará un par de años su rehabilitación), Las Brisas, Calinda y Mayan Palace. El gran problema seguirá siendo 90% de los hoteles de Acapulco, que son pequeños, familiares, y sufren de derecho de piso, informalidad, y ahora la falta de recursos.