Ante superfarmacia, a planear compras; ya, 7 de cada 10 medicamentos son genéricos

Viene la superfarmacia en un terreno de 42 hectáreas, en Huehuetoca, donde el gobierno gastará 3,449 millones de dólares en el terreno y su adecuación. Es la solución propuesta por el presidente López Obrador al desabasto de medicamentos que se ha tenido en los últimos cinco años.

Ahora no sabemos si la superfarmacia comprará todos los medicamentos. En el gobierno obradorista, la adquisición de claves (medicinas) fue de una dependencia a otra. Primero lo intentó realizar la Oficialía Mayor de Hacienda, después la UNOPS de Naciones Unidas, pasó al Insabi, que nunca supo comprar medicamentos, y ha terminado en las adquisiciones del IMSS Bienestar (de hecho, el IMSS hacía las compras consolidadas antes de este entuerto).

PLANEAR LAS COMPRAS, LA CLAVE

Ante ello, representantes de la industria farmacéutica, como Humberto Gual, director de Canifarma, pidieron mejorar la planeación de las compras gubernamentales.

Juan de Villafranca, director de Amelaf, la asociación de laboratorios mexicanos, también solicitó al gobierno planear, que compre con tiempo, sobre todo hacia el cambio sexenal. Las compras consolidadas de medicamentos deben iniciar en marzo, afinarlas y solicitarlas para que los laboratorios las produzcan, se tenga la logística para llevarlas y lograr que estén disponibles en enero. La industria farmacéutica no criticó la superfarmacia, pero ha dejado en claro que lo ideal sería contar con una logística mucho más sofisticada para adquirir y distribuir los medicamentos.

Supuestamente Birmex, el laboratorio del gobierno mexicano que producía vacunas, pero que ahora está en la distribución, llevaría los medicamentos a todo el país. Desde luego, no ha podido. Son varias regiones, con dificultades propias cada una. De darse la superfarmacia y la distribución de medicamentos por Birmex, necesitarían de una logística impecable, de cadenas de frío, de una administración eficiente para evitar caducidad y, sobre todo, de planeación para realizar compras que no son inmediatas. Todo esto no se va a lograr con una superfarmacia, sino, más bien, con compras consolidadas eficientes, bien planeadas y distribución profesional, conociendo los retos de logística, caducidad y cadenas de frío.

GENÉRICOS Y PATENTES, AGILIZAR AMBOS

En la Décima Feria Nacional de Medicamentos Genéricos, organizado por la Unión Nacional de Farmacias (Unefarm), el director de la Amelaf, Juan de Villafranca, dio a conocer un dato más que interesante: siete de cada diez medicamentos en México ya son genéricos. Es la importancia de tener un sistema dual, de protección de medicinas de patentes por 20 años, pero, después de ello, participar en la producción de genéricos de alta calidad. La Cofepris, la autoridad regulatoria a cargo de Alejandro Svarch, apenas va saliendo de su estancamiento. Ha anunciado varias actividades, entre las que se encuentra la posible aprobación de las vacunas contra covid de Pfizer y de Moderna. La Cofepris está dando pasos interesantes, pero debe meterse de lleno en la agilización de registros sanitarios de medicamentos, así como de genéricos.

HERNÁNDEZ, MUNDO IMPERIAL Y “AUTOCONSTRUCCIÓN”

El empresario Juan Antonio Hernández, presidente de Mundo Imperial, ha tomado parte del liderazgo de reconstrucción de Acapulco. Qué bueno. De él dependen no sólo sus hoteles Princess, Mundo Imperial y Pierre Marqués. También tiene auditorios y un fórum para conciertos. En la mañanera, Juan Antonio recordó sus orígenes en el sector automotriz (Autofin) y que, por ello, le pidió a esa industria llevar sus eventos a Acapulco. Además del abierto de Tenis y la creación de una pista Nascar. Y de ahí en adelante dio a conocer varios productos turísticos. El único problema de los productos turísticos —que, por cierto, también Miguel Torruco, secretario de Turismo, les tiene mucha confianza— es que no sustituyen la reconstrucción de Acapulco. El otro puerto, el de más de 274 mil viviendas destruidas, se dedicará a la “autoconstrucción”. Se les dará entre 35 mil y 60 mil pesos a cada familia para autoconstruir su vivienda. Esto es extraño: para un gobierno que construye el AIFA, el Tren Maya o la refinería en Dos Bocas, podría haber construido 274 mil viviendas.