Germán Larrea, el regulado

Germán Larrea sigue siendo uno de los empresarios mexicanos con mayor influencia en los negocios y en la vida empresarial. Pero el año 2023 le ha sentado mal. Por primera vez se ha visto en medio de los reflectores de la regulación ferroviaria, bancaria, minera y hasta de exhibición de cine.

RESURGE GÓMEZ URRUTIA VS. LARREA

Y, para colmo, todo hace pensar que sus diferencias con el presidente López Obrador no sólo lo han dejado sin Banamex, también lo tienen en el ojo de la regulación estadunidense, en donde, curiosamente, surge un viejo rival de Larrea: Napoleón Gómez Urrutia. El viernes pasado, el Departamento del Trabajo de EU, junto con la Representación Comercial de EU, a cargo de Katherine Tai, solicitaron la acción del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida por violar los derechos laborales de los trabajadores de la Mina San Martín, en Sombrerete, Zacatecas. La mina exporta, sobre todo, cobre a Estados Unidos (también zinc). Y dichas exportaciones se han detenido. Las autoridades estadunidenses reaccionaron a la solicitud del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, dirigido por Gómez Urrutia, hoy morenista y senador. Pero no era para menos.

MECANISMO DE RESPUESTA RÁPIDA

Larrea mantuvo las operaciones de la Mina de San Martín aun cuando había una huelga en marcha. Y esto es lo que avisaron los sindicalistas mexicanos a las autoridades de EU y, en el marco del TLCAN, Washington solicita el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida. La Secretaría de Economía (Raquel Buenrostro) y la Secretaría del Trabajo (Luisa María Alcalde) deberán responder en 10 días la solicitud. Con ello, el gobierno mexicano tendrá 45 días para analizar si hay violaciones a los derechos laborales de los trabajadores. Germán Larrea dejó de ser un empresario al que le salían bien las cosas, incluso las más complicadas, como, por ejemplo, el derrame de líquidos contaminantes en el Río Sonora, por su mina Buenavista del Cobre. O de la tragedia donde perdieron la vida varios trabajadores de la mina Pasta de Conchos. Ahora su vieja rencilla con Napoleón Gómez Urrutia, pero sobre todo sus problemas laborales, lo ponen en la mira de las autoridades estadunidenses.

SIN BANAMEX

El problema más fuerte del empresario ha sido con el presidente López Obrador, quien ha dicho que no tiene nada en contra de Germán Larrea, pero tampoco nada a favor. Veamos los negocios donde ha sido afectado. Larrea era el finalista para adquirir Banamex. Sin embargo, el presidente López Obrador alzó la mano diciendo que si Larrea no lo quería, el gobierno sí lo iba a adquirir. Y fue cuando Citigroup decidió venderlo en Bolsa, pero en el 2025, a través de una Oferta Pública Inicial. Así, Larrea, que contaba con los recursos e inversionistas, se quedó sin uno de los bancos más grandes del país.

REGULADO EN ACTIVIDAD MINERA

Germán Larrea también fue afectado por la Ley Minera impulsada por el gobierno mexicano. En la nueva ley, la actividad minera ya no tendrá prioridad sobre otras actividades, se hace un fuerte cuidado del agua y la exploración ya no estará a cargo de la iniciativa privada. Grupo México es el principal productor de cobre del país y, así, queda fuertemente afectado.

FERROSUR CEDIÓ PARA CORREDOR INTEROCEÁNICO

Larrea tuvo que ceder una parte de su concesión de Ferrosur en el puerto de Coatzacoalcos, la cual venían negociando desde 2019 sin éxito. El gobierno mexicano terminó tomando la concesión del ferrocarril para dar pie al proyecto de Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. El tramo de interconexión con Coatzacoalcos, sobre todo por el pago de derecho de vía era indispensable. Es el que tuvo que ceder Ferrosur a cambio de un mayor plazo en otra concesión.

CINEMEX, INVESTIGADO POR LA COFECE

Larrea también tiene una de las grandes exhibidoras de cine, Cinemex. Y ahí, la Cofece inició una investigación por oficio por acuerdos ilegales entre exhibidores y distribuidores de películas. Y ahora es EU el que pide una investigación laboral en la Mina San Martín de Grupo México. El presidente López Obrador y Larrea tuvieron diferencias anteriores, sobre todo en la campaña presidencial, donde el empresario pidió a sus trabajadores reflexionar su voto. Cinco años después, vemos a un empresario que estaba acostumbrado a ganar con los presidentes y ahora es un empresario regulado. Y no está mal.