Sheinbaum: Buenrostro y becas infantiles; Ebrard: nearshoring y reforma en Salud

Las principales corcholatas, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, han esbozado sus planes de gobierno de llegar a la Presidencia, a pesar de que las reglas de Morena se los restringían. No es para menos, los posibles candidatos presidenciales de Morena responden a la enorme atención que el presidente López Obrador ha puesto en la posible candidata de oposición, Xóchitl Gálvez.

SHEINBAUM, 300 MIL MDP EN BECAS INFANTILES

A Claudia Sheinbaum no le conviene el debate con Marcelo Ebrard. Hasta el momento, trae la preferencia del Presidente y, con ello, la cargada de Morena a su favor. Sin embargo, ante las presiones de Ebrard, que ha presentado propuestas en inseguridad (Plan ANGEL) usando tecnología y con la irrupción de Xóchitl Gálvez en el escenario de candidatos presidenciales, Sheinbaum ha tenido que cambiar.

Su equipo dio a conocer una biografía de la exjefa de Gobierno capitalina. En el libro escrito por el periodista Arturo Cano, Sheinbaum ha dejado en claro que su amiga es Raquel Buenrostro, actual secretaria de Economía y que en el SAT hizo una labor interesante: cobró a las grandes empresas. Y, con ello, Sheinbaum ha dicho que ella, al igual que AMLO, tampoco haría una reforma fiscal en su sexenio.

Cobraría impuestos en donde hay lagunas fiscales, buscarían los ingresos suficientes para financiar un nuevo programa, el de becas infantiles, que costaría alrededor de 300 mil millones de pesos. Y, para obtener dichos ingresos, Sheinbaum ya le pidió asesoría a su amiga Buenrostro, quien seguramente estaría en el equipo de la exjefa de Gobierno. Con esto, la principal corcholata de Morena envía un mensaje al empresariado, por un lado, que no habrá reforma fiscal, tratando de generar, por lo menos en el tema fiscal, algo de certeza. Sheinbaum ha visto a empresarios, desde Carlos Slim hasta los inmobiliarios. Y, aparte, está enviando otro mensaje para su potencial electorado —que con AMLO tuvo las pensiones para adultos mayores—, que con ella tendrían las becas infantiles.

EBRARD, CRECER MÁS CON T-MEC Y REFORMA EN SALUD

Marcelo Ebrard está haciendo lo que debe: presentar propuestas. Fue un canciller utilizado como bombero apagafuegos: desde conseguir pipas para transportar gasolina en la crisis del huachicol hasta tranquilizar a Donald Trump. Ebrard sabe que no es el favorito del Presidente, pero sí alguien cercano que ha hecho alianza con AMLO durante décadas. Bajo ese escenario, Ebrard está presenta cada lunes sus propuestas. La más reciente, el Plan ANGEL, utiliza la tecnología para combatir la inseguridad, desde las escuelas hasta la defensa de las mujeres.

Y es alguien que conoce bien a los empresarios. Ha estado cerca del principal motor exportador, la industria automotriz. Y sabe de la importancia del nearshoring para poder crecer a más de 3% anual en la economía mexicana. Presentaría una propuesta de cadenas de valor para aprovechar el bloque Norteamericano y, así, insertar a la pequeña y mediana empresa.

Pero Ebrard también va a presentar, el próximo lunes, su Plan de Salud, materia donde el actual gobierno ha tenido retrocesos graves, desde la desaparición del Seguro Popular, que ha dejado a 16 millones de mexicanos sin servicios médicos, hasta la escasez de medicamentos en el sector público e, incluso, hasta la falta de vacunas. Y ahora la desaparición de las NOM, que brindan certeza en los protocolos médicos.

GANAR EL ÁNIMO DEL PRESIDENTE, PERO VERSE PRESIDENCIABLES

Sheinbaum y Ebrard, cada uno por su lado, esbozan sus programas de gobierno. La exjefa de Gobierno, a través del libro —y todavía de manera tímida—, deja ver que no traería una reforma fiscal y crearía un programa de becas infantiles. Ebrard, con más cancha en las lides políticas, sabe que el país necesita crecer más, generar más empleo y aprovechar el T-MEC con el nearshoring. Y, claro, Ebrard también atajaría el problemón del sector salud. Es claro que las corcholatas tratan de ganar el ánimo del Presidente. Pero también deben mostrar sus posibles planes de gobierno para la decisión del 6 de septiembre.