El proceso de transformación del SAE

Una decisión acertada del presidente López Obrador es que nombró a Ricardo Rodríguez Vargas, actual director del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), como el director del nuevo Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado que, aunque parece mentira así se llamará, a pesar de que muchos lo denominan ya como el Instituto Robin Hood o Chucho el Roto, que fue el primero que utilizó López Obrador.

En realidad, el cambio de nombre era totalmente innecesario porque de facto seguirá haciendo lo mismo que el SAE con la misma infraestructura y personal.

Rodríguez Vargas explica que lo relevante no es el cambio de nombre, sino el hecho de que el nuevo instituto podrá, una vez que se apruebe la Ley Nacional de Extinción de Dominio, vender en forma expedita los bienes confiscados.

El problema es que, con el marco jurídico actual, el SAE no puede vender bienes asegurados o incautados hasta que haya una declaratoria del Ministerio Público y hay bienes que tardan hasta 10 años en poderse vender lo que se traduce en un elevado costo de administración para el SAE y el deterioro de los bienes tanto muebles como inmuebles.

Desde luego, el otro cambio con el marco jurídico y de ahí el absurdo nombre del nuevo instituto es que el destino de los bienes adjudicados será de carácter social, ya que serán en apoyo a comunidades marginadas, a escuelas, caminos y hospitales que la ley actual del SAE no contempla.

La nueva Ley de Extinción de Dominio que está actualmente en comisiones en el Senado abarca un conjunto de sabios legales, no sólo la ley del SAE, sino también la de empresas mercantiles y el Código Nacional de Procedimientos Penales.

FONDO DE RESARCIMIENTO

Rodríguez Vargas señala que sin un cambio jurídico, el SAE se vería rebasado en su actividad y otro cambio importante es que el nuevo instituto tendrá la obligación de crear un fondo de resarcimiento para los casos en los que los dueños de los bienes adjudicados o incautados obtengan un fallo judicial que otorgue un fondo de resarcimiento que sirva para pagar el bien. Asegura que la agilización en la adjudicación de bienes, no sólo será positivo para el SAT, sino también para los reclamantes, ya que al venderse en forma rápida se evita el deterioro y recibirán una mayor compensación.

ZOÉ ROBLEDO, SIN EXPERIENCIA

El nuevo titular del IMSS, Zoé Robledo, no es el primero en carecer de experiencia en el sector salud porque tampoco la tenían sus antecesores: Germán Martínez, Mikel Arriola y José Antonio González Anaya.

El problema de Robledo, quien tampoco es el primer político en dirigir el IMSS, es que no tiene experiencia, ni en el sector financiero ni en el administrativo, aunque tampoco la tenía Germán Martínez porque su mayor cargo en la administración fue su efímero paso al frente de la Secretaría de la Función Pública. La ventaja de Robledo es su cercanía a López Obrador, pero la interrogante es si evitará un enfrentamiento con el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa y logrará resolver la crisis del IMSS.