A 1 año del ChatGPT ganadores y riesgos

• Después de Nvidia, la más beneficiada es Microsoft.

Aunque ya han pasado 12 meses desde que OpenAI debutó con ChatGPT, colocando en la esfera pública la inteligencia artificial generativa, todavía hay muchas personas en posiciones de liderazgo que no utilizan cotidianamente esta tecnología. Acostumbrados a escuchar términos que anticipan cambios, como blockchain, criptoactivos o metaverso, pero que resultan ser conceptos vacíos en el día a día de las empresas, han desarrollado un caparazón de escepticismo ante nuevas tecnologías que suenan muy prometedoras pero cuyos beneficios no son tan evidentes.

No obstante, la inteligencia artificial generativa es de una magnitud mayor, aunque hoy por hoy su utilización corporativa todavía se encuentra muy limitada. Para 2024, una buena parte de las empresas medianas y grandes deberán decidir cuáles son las herramientas y soluciones que les resultarán útiles y transformadoras.

Desde esta perspectiva, vale la pena preguntarse cuáles son las empresas mejor posicionadas para triunfar y cuáles son los riesgos.

GANADORAS

La empresa mejor posicionada en la actual revolución de la inteligencia artificial generativa es Nvidia. Independientemente de quienes surjan como líderes en la oferta de servicios, seguramente utilizarán la infraestructura que vende la compañía, fundada en 1993 por Jensen Huang. Nvidia está utilizando hábilmente la ventaja de 12 a 24 meses que le lleva a otros posibles competidores, a través del desarrollo de un lenguaje de programación con CUDA, que ayuda a desarrollar un ecosistema con más incentivos para utilizar su hardware.

Después de Nvidia, la empresa más beneficiada es Microsoft. Satya Nadella, presidente ejecutivo de Microsoft, supo entender muy temprano la plataforma transformer, financiando a OpenAI sin correr riesgos reputacionales, pero aprovechando su amplio ecosistema de clientes y productos para desplegar dicha tecnología. Satya Nadella ha demostrado liderazgo para evitar un desenlace destructivo ante el despido de Sam Altman y está logrando integrar esta nueva tecnología a su oferta de nube y demás productos

La segunda empresa ganadora es Google. Aunque ha sido más cautelosa al no tener una estructura o socio externo como OpenAI, ha sido prudente en el despliegue, pero, al igual que Microsoft, tiene un amplio portafolio de productos empresariales, servicio de nube y una enorme base de datos para entrenar modelos.

La tercera compañía bien posicionada para ganar con la inteligencia artificial generativa es AWS. Aunque llegó más tarde a desarrollar un modelo de lenguaje natural con IA, dispone de muchos datos y es líder en la oferta de nube. Al igual que Microsoft y Google, no tiene problemas de recursos para invertir.

IBM posee el talento, la visión y el ecosistema de clientes y productos, aunque todavía lleva cierto retraso en el despliegue de un modelo de lenguaje natural. Sin embargo, ofrecerá un grado importante de granularidad en el desarrollo de modelos más específicos.

De los nuevos jugadores, con toda su volatilidad, OpenAI sale bien posicionada, así como Anthropic, Inflection y Cohere, entre algunas otras.

Habrá muchos ganadores en la implantación, tanto incumbentes como nuevos, aunque los que no se muevan rápidamente correrán riesgos de obsolescencia, como ocurrió con los GPS ante el surgimiento de nuevas tecnologías.

RIESGOS

¿Cuáles son los riesgos que pueden frenar el crecimiento? En primer lugar, el alto consumo de energía eléctrica que requiere la tecnología, haciéndola prohibitiva para su adopción en infraestructuras más allá de los hyperscalers. Otro riesgo es que los efectos negativos que puedan surgir generen un exceso de regulación que inhiba el despliegue de la tecnología con la suficiente rapidez para contrarrestar dichos efectos negativos. También puede ampliar la brecha entre quienes tienen acceso a la tecnología y quienes no, como ha ocurrido con internet, pero a mayor velocidad y con ventajas más amplias para los primeros en adoptarla, ya sean personas, empresas o países.

Los primeros 12 meses de ChatGPT nos han mostrado que estamos al inicio de una curva de adopción que irá tomando mayor velocidad.