Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

19 Abr, 2023

La frustración en Banxico

El artículo segundo de la Ley del Banco de México plantea que su objetivo prioritario es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda y ello se logra a través de una inflación baja y estable, cuyo objetivo puntual es de 3 por ciento. El cumplimiento del objetivo requiere que todos los agentes económicos estén convencidos de la efectividad de las acciones de Banxico para llevar la inflación a su objetivo. Es clave que los actores del mercado puedan tener expectativas claras de las intenciones del banco central para que ajusten sus conductas y, así, se ancle la expectativa; cuando ello no ocurre, la política monetaria se vuelve más errática y tiene que hacer movimientos más bruscos. El reto aumenta ante un ciclo inflacionario que demanda de los bancos centrales mucha pericia en la decisión y en la comunicación para lograr el anclaje.

CICLO ALCISTA

En el primer trimestre de 2021, la inflación comenzó a aumentar rápidamente, en abril de ese año se disparó al doble del objetivo y no volvió a bajar, en los bancos centrales, incluido Banxico, se discutía si se trataba de una situación transitoria o persistente y fue así que, en mayo de 2021, con un dato de inflación de 6.08%, Banxico decidió, de manera unánime, no aumentar la tasa. En junio era claro, para la mayoría de los banqueros centrales mexicanos, que había que subir la tasa y así comenzó el ciclo alcista que llega hasta hoy. Desde aquella reunión, junio de 2021, se han tomado 15 decisiones de política monetaria que han significado un incremento continuo de 725 puntos base, en un tercio de las decisiones se aumentó en 25 puntos base; en seis, 50 puntos base, y de junio a noviembre del año pasado hubo cuatro aumentos consecutivos de 75 puntos base. Algunas de las decisiones han sorprendido al mercado, la más reciente fue la de febrero 2023, cuando la Junta de Gobierno incrementó 50 puntos base, mientras que todos los analistas consultados en la encuesta quincenal Citibanamex anticipaban únicamente 25 puntos base, a pesar de que la inflación sorprendió en enero con un aumento.

ALERTA PRENDIDA

Ante el fenómeno inflacionario más importante del siglo XXI, todos los bancos centrales han estado bajo mucha presión y han tenido que afinar sus mecanismos de decisión, pero, sobre todo, de comunicación; en este contexto, es relevante destacar que Banxico se ha debilitado. En octubre de 2022 escribí que hacía falta una comunicación más proactiva y asertiva de la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja, que las curvas de aprendizaje debían recorrerse más rápido, desde entonces, ella se ha mantenido tímida, casi ausente de foros o encuentros internacionales. Anteriormente, Agustín Carstens y Alejandro Díaz de León comunicaban de manera clara y asertiva, y ello permitía anclar la expectativa de inflación de manera más ágil. Se puede entender que el talante de Rodríguez Ceja sea mantener un bajo perfil, en las decisiones ha cumplido el mandato junto con sus colegas, pero ante lo inevitable de esa condición, la responsabilidad de diseñar mecanismos para solventar la timidez en el liderazgo recae sobre el área de comunicación, que no debería dejarse arrastrar por la inercia. Así, destaca la opinión disidente de Irene Espinosa, quien lleva más tiempo en la Junta de Gobierno. Estableció que los avances en la comunicación han sido casuísticos y circunstanciales, por lo que es muy de corto plazo. Señaló que omitieron comunicar con claridad que la política restrictiva tendrá que mantenerse en los próximos dos años y, de ahí, concluye que es impostergable evaluar la comunicación. Lo anterior habla de frustración, sobre todo porque menciona el verbo reiterar y, ante el poco eco que habrá tenido, en ocasiones se ocupó para que quedara asentado en la minuta. Ojalá que el llamado de Espinosa genere sentido de urgencia. Es clave que Banxico retome la habilidad que había caracterizado a su dirección de comunicación hasta hace unos años y que ha desperdiciado mucho de lo que se construyó. No tendría que llegar a las minutas la presión para que desde el expertise de comunicación se generen los parámetros para atender el señalamiento de Espinosa, que es el síntoma de un problema más amplio en dicha área y deja un flanco de vulnerabilidad en Banxico. No me quiero imaginar cómo enfrentarían una crisis como la que se dio cuando querían obligar a Banxico a comprar los dólares en efectivo que no pudieron colocar algunos jugadores con sus corresponsales bancarios.

 

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