Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

31 May, 2023

Si Luis Miguel fuera Uber, trabajaría menos

Luis Miguel es un fenómeno contraintuitivo de los negocios en 2023. Es una figura surgida que se gestiona como si estuviera en las décadas del ochenta y noventa del siglo pasado, pero con un éxito total, su presencia en redes sociales es muy limitada, si bien tiene cuenta de Instagram y TikTok, así como una página de internet, prácticamente no tiene interacción a través de ellas, sus apariciones en los medios de comunicación siempre son muy limitadas y controladas. Es un modelo que se parece al de las bolsas de mujer Birkin, de Hermès, que crean exclusividad a través de la escasez artificial, para adquirir una bolsa de este tipo no sólo basta con estar dispuesto a gastar 100 mil dólares, se requiere tener una buena relación con algún dependiente de la tienda, lo que hace que estas bolsas sean un valor de estatus que va más allá del dinero.

DESGASTE

A pesar de que Luis Miguel es una figura arquetípica de las últimas décadas del siglo pasado, se ha beneficiado de nuevas tecnologías, ya que Netflix le dio vigencia con su bioserie, no obstante, el éxito o fracaso de sus conciertos se va a amplificar rápidamente, lo cual también entraña algunos riesgos. El cantante va a comenzar en agosto su nueva temporada de 62 fechas en Buenos Aires, para luego continuar en Chile y, para septiembre, en Las Vegas, junto con varias ciudades de la Unión Americana, cerrando el año en varias ciudades de la República Mexicana. En caso de que haya desgano al inicio de la gira, puede afectar sus conciertos subsecuentes. En su más reciente gira llamada México por siempre dio 150 conciertos en 78 ciudades, comenzando en febrero de 2018 y terminando en septiembre de 2019, por lo que no es de extrañar que se hiciera presente el desgaste.

FACTOR DINÁMICO

El desempeño de la venta de boletos de los conciertos de Luis Miguel en México muestra que hay más demanda que oferta, de otra forma no se habrían abierto nuevas fechas. Además, la reventa se hizo presente, aunque no está claro si ocurre por una mayor demanda y malos canales de distribución o la reventa por sí misma distorsiona el proceso. Algún amigo me decía que a lo mejor ocurre como en el futbol, en donde se presume que algunos equipos distribuyen una parte de los boletos a revendedores, en el caso de Luis Miguel sería un despropósito porque cualquier arreglo implica que parte del precio se distribuye en la estructura revendedora que, por fuerza, incluiría varios eslabones, dejando menos ganancias para el cantante y su equipo. El mecanismo más racional que podría exigir el equipo de Luis Miguel a los organizadores y a Superboletos es un precio dinámico al estilo Uber, es decir, a mayor demanda, más sube el precio del boleto hasta llegar al punto de equilibrio. En Reino Unido, Ticketmaster ejecutó este mecanismo en conciertos de Harry Styles y de Coldplay, claro, recibió críticas, como las que recibe Uber con su tarifa dinámica, al parecer al mundo le cuesta trabajo comprender los mecanismos de oferta y demanda. En el caso de Luis Miguel se podría evitar la imagen negativa poniendo un 10% de las entradas a un precio más barato y rifarlas de manera digital, repartiendo los asientos en todas las áreas del recinto. Con un mayor precio, podría dar menos conciertos por el mismo ingreso evitando el riesgo del desgaste o podría tener mayores ingresos y los clientes no tendrían que padecer la reventa. En conclusión, si Luis Miguel fuera Uber, trabajaría menos o ganaría más. Aunque, al igual que Uber, el cantante debe cuidar que no se erosione el servicio, de lo contrario, el modelo puede generar un mayor impacto negativo a la marca. Mi experiencia con Uber ha ido sufriendo un deterioro lento, pero consistente, aunque esa es otra historia, sin embargo, su modelo de precio es una maravilla económica.

LA SACUDIDA

Además, los conciertos de Luis Miguel también han sacudido al sector bancario, dado que Santander ganó un posicionamiento que dejó vacante Citibanamex, aunque hay otros jugadores, como HSBC, que también tienen el mismo objetivo. En cuanto a los boletos, es positivo que Ticketmaster visibilice que tiene competencia porque su posición dominante le permite cobrar hasta por imprimir los boletos de manera propia o establecer mecanismos tortuosos para hacerse de los boletos. Aunque Luis Miguel es la quinta esencia de los ochenta y noventa del siglo pasado, está sacudiendo los negocios en 2023 gracias a que su público objetivo está en su momento de mayor capacidad de consumo.

 

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