Sorpresa y fragilidad mexicana

Hace un año, los analistas consultados por el Banco de México proyectaban, en la mediana, que en 2023 la economía crecería 1%, esperaban que la inflación se ubicaría en 8.5% en comparación anual y que el tipo de cambio alcanzaría 21.03 centavos por dólar. Sin embargo, ayer el Inegi dio a conocer que estima que en los primeros nueve meses del año, México avanzó 3.5%. Esto implica que, en el peor escenario, el país estaría creciendo 3.2% y, en un escenario muy probable, 3.4%; esto es más del doble de lo que se anticipaba hace un año. En cuanto al tipo de cambio, ahora el dólar se ubica 16% abajo de lo que anticipaban los analistas hace un año. Aunque se proyectaba que la inflación alcanzaría 8.5% anual, el dato más reciente de la primera quincena de octubre la ubica en 4.27% y en descenso. En todas las proyecciones, los analistas fueron mucho más pesimistas de lo que finalmente han reflejado los datos, salvo en la tasa de referencia, que se encuentra en 11.25%, mientras que ellos la estimaban en 10.5%.

DESCANSO

¿Qué explica el pesimismo de los analistas el año pasado y qué implica respecto a las estimaciones que se publican hoy? La explicación radica en dos aspectos. El primero es que la mayor parte de las áreas de análisis estimaban que Estados Unidos podría entrar en una recesión o en una fase de bajo crecimiento. Sin embargo, la economía de nuestro vecino del norte ha resultado ser mucho más resiliente. A pesar de que el banco central de la Reserva Federal ha incrementado la tasa de referencia rápidamente, llevándola de 3.25% a 5.5%, un aumento de 225 puntos base, la inflación en la Unión Americana se ubicaba en 8.2% en comparación anual en septiembre de 2022, y un año después disminuyó 450 puntos base a 3.7%. A pesar de ello, en el tercer trimestre, la economía de ese país experimentó su mejor desempeño desde finales de 2021 con un avance de 1.2% en comparación anual, rompiendo muchas correlaciones previas.

DINÁMICA DOMÉSTICA

El buen desempeño de la economía estadunidense impulsa las exportaciones mexicanas, el sector turístico, las remesas y tanto la inversión de cartera como la inversión extranjera directa. Todo ello ha experimentado un dinamismo adicional, gracias a la reconfiguración de las cadenas de suministro. Según el Banco de México, nuestro país pasó de representar 13.4% del total de las importaciones que realizó Estados Unidos en 2017 a representar 15.5% en el primer semestre de 2023. Las remesas fueron un factor clave para amortiguar el impacto de la pandemia e impulsaron el consumo en sectores de menores ingresos. El aumento del salario mínimo en los últimos años también ha influido positivamente en el sector de los servicios.

CRECIMIENTO POTENCIAL

Aunque el desempeño económico de México ha sido superior a lo estimado para 2023, no podemos hablar de una historia de éxito. Si se hubieran aplicado medidas contracíclicas, la economía habría regresado a sus niveles prepandemia a finales de 2021, como lo hizo Brasil, y no hasta finales de 2022 como ocurrió en México. Considerando la posición privilegiada de México como parte de la región Norteamérica, el crecimiento debería haber sido más dinámico. Sin embargo, obstáculos en la inversión en materia energética y la inseguridad han frenado el ritmo de avance económico.

FRAGILIDAD

Hoy, el Banco de México publicará la encuesta de los analistas correspondiente a los últimos días de octubre. Se espera una mejora en las proyecciones, que anticipaban un crecimiento de 1.9% para 2024, mientras que el FMI pronostica 2.1%. A pesar de ello, como lo demostró Otis, existen muchos puntos de fragilidad, tanto nacionales como globales, lo que sugiere que la cautela actual de los analistas está justificada.