Obama, segundo periodo; a México, sus funcionarios

Inicia el segundo periodo del presidente Obama en Estados Unidos. Suele ser uno fuerte, donde los presidentes, al no tener nada qué perder, tratan de relanzar sus distintas iniciativas.

A algunos les va mal, como a Richard Nixon o George W. Bush. Para otros, con todo y escándalos, fue un periodo donde consolidan su proyecto económico, como le sucedió a Bill Clinton, que gozó del periodo más largo de crecimiento de los últimos tiempos.

Reto de Obama: deuda de 16.4 bdd

Barack Obama inicia su segundo periodo con un gran reto: la economía. Independientemente de sus temas políticos internos, como su lucha en contra de la libre venta de armas, o los externos, como Siria, Obama enfrenta nada menos que al peor monstruo de deuda que ha tenido Estados Unidos.

Nos referimos al boquete de 16.4 billones de dólares.

Claro que Obama recibió la megadeuda, pero no la ha podido frenar.

Y ahora, nada menos en febrero, viene el tema de renegociar el techo de endeudamiento para seguir dando servicio a esa megadeuda. Y para marzo viene otro precipicio fiscal, que va a tener que ser negociado de manera permanente con los republicanos.

Obama no tiene otra alternativa: lanzar un ajuste ordenado y así poder crecer.

De por sí el Banco Mundial estima un crecimiento para la economía de EU de 1.9%, que no es el más elevado, pero es bueno siempre y cuando Obama saque adelante el tema de deuda y déficit presupuestal.

Vienen a México: Tesoro, Comercio, Estado

La economía de EU afecta directamente a la economía mexicana, que es exportadora, y su principal mercado de ventas es precisamente nuestro vecino del norte.

En México, aunque logremos pasar las reformas, que son indispensables, y alcancemos a fortalecer el mercado interno con empleos y pequeña empresa, aun así nuestra agenda con EU es primordial para el futuro económico. Esta semana vienen a México varios funcionarios de la administración de Obama.

Nos visitarán entre el 22 y el 24 de enero el secretario adjunto para Asuntos Económicos del Departamento de Estado, José W. Fernández; el secretario Adjunto de Finanzas Internacionales del Departamento del Tesoro, Charles Collyns, el subsecretario de Acceso a Mercados y Cumplimiento del Departamento de Comercio, Michael Camuñez, y la subsecretaria de Aviación y Asuntos Internacionales del Departamento de Transporte, Susan Kurland.

Oportunidad económica

Se reunirán con sus contrapartes mexicanas y con organismos empresariales.

México tiene la oportunidad de poner su visión de Estado frente a la postura estadunidense del presidente Obama que, en efecto, ya no tiene nada que perder.

El haber puesto a José Antonio Meade al frente de la cancillería de México es una oportunidad para darle fuerza a México en su estrategia económica internacional. Temas con EU, que deben ver con Meade, pero también con Luis Videgaray, Ildefonso Guajardo y Ruiz Esparza van desde el TPP, colaboración financiera del TLC hasta el
sector aéreo.

La nueva visión que quiere México en EU es que lo vean más como socio estratégico que como sólo exportador a aquel mercado.

Modelo público de la Cofetel

La Cofetel va a tener un modelo de interconexión público. Después de varias pláticas internas y consulta pública, la Cofetel terminó contratando a la consultora Analysys Mason, que ha trabajado con varios reguladores en otros países.

Se trata de crear un modelo de costos de interconexión para telecomunicaciones, el cual pueda ser público para los operadores y los consumidores.

Es un avance. Nos explica Alexis Milo, comisionado de la Cofetel, que el momento que entre particulares no se pongan de acuerdo y recurran a la Cofetel para interconectar sus redes públicas, en ese instante el modelo para diseñarlo va a ser público.

Un avance en transparencia, sin duda.

Esperemos que ello lleve a evitar los tradicionales amparos y demandas legales entre Telcel-Telmex, Axtel, Iusacell, Telefónica y Nextel que, lamentablemente, han sido el pan de cada día durante más de 15 años.

Los costos de interconexión son clave para los modelos de negocios de todas las compañías de telecomunicaciones. Hacerlos transparentes y públicos ayudará mucho para evitar que, al final, vayan en contra de las decisiones de la Cofetel. La contratación de una compañía consultora internacional, con experiencia de asesoría con varios reguladores, parece el camino indicado.