Un propuesta: ¡cada quien se clasifica!

La debilidad fiscal de México no es un tema a discusión, pero sí el cómo el reducirla. Y a reserva de que me critique de palera de Luis Videgaray, secretario de Hacienda, vale una reflexión sobre el impacto del incremento en la tasa del impuesto sobre la renta a personas físicas.

Entre legisladores, académicos y cuanti más enterado, se habla de cómo podría aligerarle el impacto del aumento de la tasa de 30 a 32% a quien gane más de 500 mil pesos al año y, lo curioso es que una buena mayoría no juzga la tasa, sino el monto y dice que el que gane más de un millón, otros dos millones al año.

No cabe duda que el “piso” lo propone cada uno de acuerdo con su potencial de ingreso, así se defiende el argumento. Veamos algunos números y analicemos.

De acuerdo con datos de OCDE –y mire que José Ángel Gurría, secretario general del organismo, ha sido un gran asesor de esta reforma– los ingresos por salario promedio anual en dólares (PPA), nos permite identificar dónde está la línea del ingreso anual potencialmente gravable.

Tomando en cuenta los datos de 2011 de Estados Unidos, el salario promedio anual de un habitante fue de 52 mil dólares; en España, aún con sus problemas económicos y de paro, el salario promedio anual de un habitante fue 33 mil dólares; en Brasil, el salario promedio anual fue de nueve mil 300 dólares.

En México fue de siete mil 300 dólares. Esa es nuestra realidad, a un tipo de cambio de hoy, sólo para ilustrar el ejemplo en pesos, el salario promedio anual en nuestro país ascendería a 93 mil pesos. El criterio utilizado fue ése.

La propuesta hacendaria propone subir la tasa a 32% a los ingresos adicionales a los primeros 500 mil pesos al año, ya que los primeros se quedan en la tasa actual de 30 por ciento.

Es así que el efecto para alguien que perciba dos millones de pesos al año, esto es, 166 mil pesos al mes aproximadamente, será de dos mil 500 pesos adicionales de impuesto al mes, es decir, 30 mil pesos al año. Eso si es asalariado. Si es persona física con actividad empresarial, dependerá mucho de cuál es su renta, porque al ingreso que recibe le deduce los gastos de la realización de su actividad profesional (quite las comidas de negocios en restaurantes).

El cálculo es simple, todo aquel que gane por arriba de 500 mil pesos, pagará dos puntos porcentuales más de impuesto. De ese tamaño es el impacto, ahora veamos quiénes ganan más de 500 mil pesos al año.

Según la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares en 2012, sólo 2% de los hogares reciben ingresos por arriba de este importe, es decir, de las 31.5 millones de familias en el país, 630 mil tuvieron un ingreso promedio mayor a 500 mil pesos al año. Al menos eso declaran, pero… usted tiene razón, ¿cuántos que están fuera de esa muestra no declaran?

De Fondos a Fondos

Es curioso que en esta miscelánea fiscal no se propuso un alza adicional del IEPS en cigarros –fumar da cáncer como tomar refresco produce diabetes–, pero no crea que se van exentos.

Los productores, fabricantes e importadores de cigarros y otros tabacos labrados, deberán invertir para imprimir un código de seguridad en cada una de las cajetillas de cigarros para su venta en México, con las características técnicas que establezca el SAT, que lleva Aristóteles Núñez.

Yo supongo que esto tiene que ver con una realidad. Desde 2010 cuando subió tanto el IEPS a tabacos, el Consejo Nacional de la Industria Tabacalera, que preside Carlos Humberto Suárez, ha reclamado en todos los foros el que en nuestro país se ha expandido la venta de cigarrillos ilegales, al grado de representar entre 17 y 25% de las ventas, dependiendo de la región.

Cómo la Administración General de Aduanas, de Alejandro Chacón, incauta una y otra vez cigarrillos ilegales; los indicios se han convertido en demostración de prácticas nocivas. Sin embargo, antes que bajar el impuesto, se ha tomado la decisión de caminar hacia un “impuesto tecnológico” (permítaseme la equivalencia) que ayude a dimensionar efectivamente el daño de la ilegalidad a la industria. Y me pregunto: ¿no debiera ser a la salud?

Bueno, lo que no queda claro es  ¿por qué si las empresas ya ponen el código y le invierten para contener el daño causado por una política pública que fomenta el mercado ilegal, las mismas tabacaleras deberán registrar, almacenar y proporcionar al SAT la información que se genere de los mecanismos y sistemas de impresión del referido código?

Eso significa que a la hora de entregar el producto al menudeo, serán las mismas empresas las que escanearán los cigarrillos que se encuentren al ladito para ver si son o no ilegales y, con ello denunciar para que se produzca la acción de fiscalización y sanción. Es algo absurdo desde la óptica ciudadana. El fiscalizado se vuelve en coadyuvante del fiscalizador… ¡Habrase visto!... y ¿qué, a don Miguel Messmacher, subsecretario de Ingresos, se le podría ocurrir que los contribuyentes le pongamos un código a la casa del vecino que no paga impuestos y se lo entreguemos al SAT para que nos haga un descuentito? … bueno. Es una propuesta.

Se busca presidente ejecutivo. Le platicaba de la salida de Guillermo Heredia de la Cámara Nacional de Aerotransporte (Canaero). Las fechas se adelantaron y ayer se concretó su cambio. Los directores generales de Aeroméxico, Andrés Conesa; Interjet, José Luis Garza; Volaris, Enrique Betranena, y VivaAerobus, Juan Carlos Zuazua, así como los demás miembros de la organización, facultaron en asamblea a la mesa directiva para fungir como enlace con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de Gerardo Ruiz Esparza, y también con el Congreso, pues se advierte todo un impacto con el tema de los impuestos verdes.

Aun cuando Andrés Conesa, director general de Aeroméxico, sigue como presidente de la Canaero, se requiere de una figura que lo acompañe en los siguientes cuatro meses de su gestión. Por cierto, descarte al abogado David Lamoyi, operador de la agenda de asuntos públicos de la aerolínea, pues esta semana se estrenó como director jurídico de la empresa aérea, posición que estaba vacante desde hace un par de meses.