José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

13 Dic, 2013

Con Energética, 2013 fue año de reformas

Con la aprobación de la Reforma Energética, que por primera vez origina una modificación en los artículos 27 y 28 constitucionales sobre Pemex y la CFE, hay un cambio estructural importante que se traducirá en expectativas. Con la aprobación de dicha reforma, tanto Peña Nieto como su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, consideran que lograron lo previsto: tener un primer año de reformas, y dedicar los siguientes cinco años a gobernar.

Los retos son claros. Las reformas deben concretarse. Y los siguientes cinco años el gobierno federal debe mostrar capacidad para crecer a tasas más elevadas y generar más empleos.

Las alcanzadas por Zedillo, Fox y Calderón

Sin embargo, se quiera o no, Peña Nieto está siendo un presidente de reformas que no habían podido lograr durante los últimos sexenios.

Con Zedillo se logró la Reforma del IMSS, que dio vida a las afores y las pensiones individuales.

Con Fox se alcanzó la reforma para crear el Seguro Popular.

Con Calderón se logró al último la Reforma Laboral, que flexibiliza el mercado de mano de obra.

Y es hasta ahora, con Peña Nieto, que se alcanzan varios cambios de largo alcance.

Cambios, desde telecom, y crean expectativas

La Reforma en Telecomunicaciones abrirá el sector donde hay pocos jugadores, tanto en telecomunicaciones como en radiodifusión.

La Reforma de Educación, si bien falta completarse con temas sobre cómo debe educarse, sí logra mejorar el aspecto laboral con los maestros.

La reforma fiscal era vital para obtener mejores ingresos. Se estima que generará tres puntos porcentuales más del PIB para el año 2018, con lo cual el Estado podrá mejorar su gasto. Su perfil progresivo en ISR fue interesante, pero a todas luces quedó corto al no traer el IVA y en cambio crear IEPS.

La Reforma Financiera cambia el marco de los créditos bancarios y no bancarios, buscando mejorar las condiciones para liberar los préstamos a favor de las pequeñas y medianas empresas.

Y ahora la Reforma Energética modifica, después de 75 años, los artículos 27 y 28 constitucionales sobre el monopolio de Pemex y la CFE, permitiendo un sistema energético manejado por el Estado, pero con el concurso de la iniciativa privada.

Reformas, todavía no se concretan

El reto es claro: llevar a buen puerto las reformas, lo cual todavía no se ha logrado.

En la Reforma de Telecomunicaciones faltan las leyes secundarias que debieron quedar listas el 9 de diciembre, y no estuvieron. Hasta el momento se ha podido crear el Instituto Federal de Telecomunicaciones, pero falta el marco normativo, y ver cómo el nuevo Instituto puede generar las condiciones de competencia esperadas.

Educativa, no puede operar

En la Reforma Educativa faltó poder concretarla, porque los maestros pertenecientes a la CNTE no quisieron ceñirse a ella y presionaron para mantener distintas prestaciones sin dar clases ni realizar exámenes.

Financiera y Fiscal, faltan secundarias

La Reforma Financiera todavía falta por tener sus más de 100 normatividades, en donde encontraremos nuevas facultades de la autoridad (CNBV y Condusef), así como cambios a la Ley de Concursos Mercantiles, entre otras.

Y la Reforma Energética también debe concretarse en las leyes secundarias, para hacer a Pemex y a la CFE más competitivos, así como aceptar a la iniciativa privada bajo las premisas de que el Estado va a ganar con recursos, tecnología, y el país con competitividad en combustibles.

Primer año, reformas y desaceleración

El primer año de Peña Nieto fue de reformas. Lo cumplieron. No podemos escatimarlas. Tampoco podemos escatimar el esfuerzo y consensos logrados por la oposición. Vimos desde un PRD activo en las reformas Financiera y Fiscal dando un sesgo progresivo a los cambios fiscales, así como un PAN que impuso sus contenidos de competencia en la Reforma Energética.

El actual gobierno federal alcanzó consensos. No sabemos si el Pacto por México sobreviva, pero la expectativa sobre la economía mexicana es de mejoría con las reformas. Faltará concretarlas.

El primer año de gobierno de Peña Nieto fue de reformas, aunque también de desaceleración. Ahora, deberá consolidar las reformas y estimular el crecimiento.

Los faltantes en energía

Lo que sí faltó en la reforma energética fue la imposibilidad de colocar en Bolsa las acciones de Pemex, lo cual le daría transparencia y hubiera logrado levantar recursos como lo hizo Petrobras.

Otro faltante fue el tema de las licencias, que en las últimas horas se debatieron. Si son una especie de concesiones, habrá que detallarlas y transparentarlas.

Tampoco se definió cómo Pemex va a poder dejar de tapar el hoyo fiscal de más de 30% de ingresos públicos que aporta anualmente.

Y conste, creemos que fue una reforma interesante.

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