Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

6 Mar, 2015

Los caballeros de la mesa redonda… o un consejo de asesores

Si la historia es correcta, quizá el primer consejo directivo que existió fue en Camelot y la Corte del Rey Arturo, en donde los caballeros de la mesa redonda servían de asesores para las decisiones políticas del reino (y para seducir a la reina… pero eso es materia de otro tipo de publicación).

Hoy en día, los Consejos de Directores son inminentes y legalmente requeridos para las empresas grandes y para aquellas con varios accionistas. En estos consejos participan, además de los socios, consultores independientes (que no son empleados ni accionistas del negocio), pero que actúan como guías estratégicos en las decisiones de la empresa y mantienen responsabilidades legales en su trabajo. Se reúnen cada cierto tiempo (por ejemplo, cada trimestre) y dan opiniones o toman decisiones de gran envergadura junto con el director general.

Quizá esto es demasiado sofisticado, caro y complicado para una pequeña o incipiente empresa. Sin embargo, la idea de contar con consejos de asesores para las pequeñas empresas se está volviendo cada vez más popular.

A pesar de que no es requerido por la ley, este grupo de asesores provee un contrapeso estratégico y una perspectiva diferente que pueden ayudar al/los directivos de la empresa a tomar mejores, o más pensadas, decisiones de negocios.

Incluso, hay empresas que se encargan de armar estos consejos para asesorar de manera profesional a las pequeñas y medianas empresas.

Si piensas que es una buena idea contar con un consejo de asesores y quieres empezarlo a conformar para tu empresa, toma en cuenta lo siguiente:

¿Cuántos miembros? Dice la sabiduría tradicional que debe ser un número non para evitar empates en las votaciones y que no sean más de 7 personas ya que se vuelve poco productivo. Así es que tres o cinco miembros es lo ideal.

¿A quiénes elegir como asesores? La pregunta de los 64 mil pesos… Es difícil definir un perfil ideal, pero aquí algunas sugerencias:

Define las áreas o retos estratégicos de tu empresa y busca a gente que conozca de ellos.

Busca que tengan experiencia en las áreas técnicas, el mercado o el tipo de empresa similar a la tuya.

Gente respetable y de buena reputación

Emocionados de pertenecer al consejo, que lo vean como un privilegio y no como una carga.

Elige gente de diferentes perfiles para que existan opiniones balanceadas.

¿A quienes no? A gente con quien tengas una relación personal cercana que les impida ser duros y objetivos o que tenga la “cualidad” de decir que sí a todo. No necesitas un espejo: necesitas un contrapeso.

¿Qué no esperar? Los asesores no son empleados de tu empresa, no van a hacer la talacha y quizá pidan información para tomar decisiones, que es papel de la empresa: preparar. De ellos puedes/debes esperar decisiones informadas.

¿Qué dejar en claro para tener una relación de trabajo exitosa? Si quieres que el consejo de asesores sea efectivo necesitas poner muy en claro (a ellos y a ti) las expectativas. ¿Qué se espera de ellos en cuestión de tiempo y de trabajo? ¿Cuáles son los objetivos? ¿Cómo y cada cuánto tiempo serán las juntas? Procura tener todo por escrito para evitar malentendidos y, cada 12 o 24 meses, revaluar las políticas y la permanencia de los consejeros.

¿Pagar o no pagar? Uno de los asuntos más delicados es el definir si pagar o no pagar a los asesores. Yo soy de la idea de que cuando existe algo de por medio existe un mayor compromiso y una mayor posibilidad de exigir compromiso y resultados.

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