Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

27 Abr, 2015

El FMI y el Banco Mundial analizaron la situación del mundo que enfrenta retos de compleja solución

La semana antepasada sesionaron en las sedes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), en Washington, D. C., los países miembros para su reunión primaveral, con el fin de abordar la situación económica mundial, sus perspectivas y los riesgos que se perciben latentes y que podrían amenazar con dar un giro inesperado de un momento a otro.

Los diagnósticos a que llegaron se enfocaron en los cuatro temas que más  preocupaban al momento que se vive: 1) la situación del crecimiento económico del mundo en sus diversas regiones; 2) los efectos de la caída de los precios del petróleo para los países exportadores y para los importadores; 3) el impacto de los movimientos en los tipos de cambio en los mercados financieros, y 4) los riesgos geopolíticos surgidos y su posible persistencia en el tiempo.

De las percepciones de la situación que surgieron en la reunión sobresalió probablemente, como tema más revelador, el hecho de que existe una gran complejidad para entender la evolución del marco macroeconómico mundial, toda vez que las fuerzas actúan de manera diferente en los países avanzados y en los emergentes.

En cuanto al tema de crecimiento económico, se destacó que las crisis financieras y la crisis de la zona euro seguían afectando a muchos países.

Sobresalió que la debilidad de los mercados y los elevados niveles de deuda seguían afectando el gasto y la actividad económica, y que el crecimiento potencial de las economías avanzadas ya estaba disminuyendo desde antes de la crisis, por el envejecimiento poblacional y la desaceleración de su productividad.

Respecto del precio del petróleo, la conclusión fue que el descenso que se había presentado desde finales de 2014, seguramente sería duradero.

Dicha disminución provocó una importante reasignación del ingreso real de los países exportadores a los importadores, y que para países como EU, la zona euro, China e India, el consecuente ingreso real está estimulando el gasto, un elemento positivo para la economía mundial.

Consecuentemente, por la acción de esas fuerzas encontradas: (1) algunos países están siendo afectados por la crisis y otros no; (2) en algunos, el crecimiento económico potencial ha disminuido y en otros no; 3) algunos países se benefician de la caída en los precios del petróleo y otros se ven perjudicados, y (4) algunas monedas se mueven a la par del dólar y otros a la par del euro y el yen.

Y, finalmente, en términos generales, las perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI) eran que el desempeño de las economías avanzadas será mejor en 2015; y que los mercados emergentes y los países de bajo ingreso se desacelerarán en comparación con el año anterior.

Se mencionó también en el diagnóstico que los riesgos financieros y geopolíticos se habían acentuado, y que al contexto de riesgos, los problemas económicos en Rusia y Brasil, así como la posibilidad latente de una nueva crisis en Grecia crecían, lo que seguramente desestabilizaría los mercados financieros internacionales.

De manera que, más allá de los pronósticos globales tocados en la reunión de primavera del FMI y el BM, el mundo y los países enfrentan una gran diversidad de realidades y que cada nación deberá determinar y actuar, según su propia realidad y los problemas que tenga que resolver.

*Economista

Twitter: @acanovelez

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